El eje intestino-cerebro: ¿Cuál es el papel de la microbiota?

Nuestro intestino, considerado como el «segundo cerebro», envía información de forma permanente al cerebro y viceversa. Es lo que se llama el eje intestino-cerebro. Una disfunción de este eje no solo podría estar implicada en numerosos trastornos gastrointestinales, metabólicos, neurodegenerativos y neuropsiquiátricos, sino también en ciertas enfermedades de la piel…

En esta página se lo contamos todo sobre el eje intestino-cerebro: su descubrimiento, el papel de la microbiota, cómo puede alterarse la comunicación y las enfermedades asociadas, y también cómo podemos actuar sobre este eje intestino-cerebro.

Fecha de publicación 04 Octubre 2023
Fecha de actualización 10 Junio 2024
Everything you need to know about the microbiota gut-brain axis

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 04 Octubre 2023
Fecha de actualización 10 Junio 2024

Índice

Índice

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Un poco de anatomía para empezar

100 millones El sistema nervioso del intestino contiene más de 100 millones de neuronas

El cerebro

El cerebro1,2 es un órgano complejo, capaz de integrar la información procedente de todas las partes del cuerpo y a la vez controlar el pensamiento, la memoria, las emociones, el tacto, la motricidad, la visión, la respiración, la temperatura, el apetito y todos los mecanismos que regulan nuestro cuerpo. Gracias a una red de 100 000 millones de neuronas, el cerebro es el auténtico director de orquesta de nuestro cuerpo.

¿Qué es el sistema nervioso?

El sistema nervioso3  incluye dos partes principales:

  • El sistema nervioso central, compuesto por el cerebro y la médula espinal.
  • El sistema nervioso periférico, compuesto por nervios que salen de la médula espinal y se extienden a todas las partes del cuerpo.

El sistema nervioso transmite señales entre el cerebro y el resto del cuerpo, incluidos los órganos internos.

El sistema nervioso entérico (SNE), un «segundo cerebro» en nuestro intestino4,5

El sistema nervioso entérico (SNE) es el sistema nervioso propio del intestino. Está compuesto por una red de neuronas que tapiza las paredes del tracto gastrointestinal y controla la actividad sensorial, motora y secretora, así como las defensas inmunitarias del aparato digestivo.

¿Siente mariposas en el estómago? ¿Tiene el estómago revuelto? ¿O quizá la lectura de este artículo le remueve las tripas? Estas expresiones populares forman parte de nuestro lenguaje cotidiano y demuestran que existe efectivamente una relación entre el cerebro y el intestino.

¿Lo sabía?

Se dice que el intestino es nuestro segundo cerebro, pero ¿sabe por qué?5,6

Pues porque el sistema nervioso del intestino contiene más de 100 millones de neuronas y es muy parecido al cerebro por su complejidad y funcionalidad (neurotransmisores y moléculas señalizadoras).

Érase una vez un eje intestino-cerebro

Históricamente, la primera relación documentada sobre una posible relación entre el intestino y el cerebro se remonta al siglo xix.7

Un comerciante de peletería fue el que hizo avanzar, sin saberlo, la ciencia y su desgracia permitió descubrir una conexión entre las emociones y la fisiología intestinal8,9. Una bala alcanzó accidentalmente a Alexis St. Martin a quemarropa en el abdomen y recibió los cuidados de un cirujano del ejército estadounidense, el doctor William Beaumont. La intervención quirúrgica dejó a este paciente con una (sidenote: Fístula Una fístula es una conexión anormal entre un órgano del aparato digestivo y la piel. ) y el doctor Beaumont aprovechó la situación para observar el intestino: ¡la digestión humana en directo!

A lo largo de sus observaciones, se dio cuenta de que el estado emocional del paciente afectaba a su proceso de digestión, cuando estaba enojado o irritado; por lo tanto, existía un eje cerebro-intestino8Después se efectuaron otros estudios científicos, que revelaron que la comunicación entre el intestino y el cerebro tiene lugar en ambos sentidos (esto es, se trata de una comunicación bidireccional del intestino hacia el cerebro y del cerebro hacia el intestino) y que la microbiota intestinal desempeña un papel clave en estos intercambios8,10,11.

¿Qué es el eje intestino-cerebro?

Se puede definir el eje intestino-cerebro como una red de comunicación bidireccional entre el intestino y el cerebro; el intestino envía mensajes al cerebro y viceversa. El eje intestino-cerebro comprende tres vías de comunicación8,12:

  1. la vía neuronal (las neuronas), principalmente por el nervio vago y el sistema nervioso entérico;
  2. la vía endocrina, mediante la secreción de hormonas, como el (sidenote: Cortisol El cortisol se conoce como la hormona del estrés. Está implicado en la respuesta al estrés, tanto física como emocional. El cortisol participa también en el mantenimiento del equilibrio de ciertas funciones fisiológicas, como la tensión arterial, el sistema inmunitario, el metabolismo de las proteínas, los carbohidratos y las grasas, y ejerce un efecto antiinflamatorio.   Katsu Y, Iguchi T, Subchapter 95D - Cortisol. In Ando H, Kazuyoshi U, and Shinji N, eds. Handbook of hormones: comparative endocrinology for basic and clinical research. Pages 533-e95D-2 Academic Press, 2021. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/B9780128010280002312       ) , la (sidenote: Adrenalina La adrenalina, también llamada epinefrina, es una hormona producida por las glándulas suprarrenales que es liberada en la sangre en caso de estrés intenso, peligro o emociones fuertes. Prepara al cuerpo para luchar o huir del peligro. https://my.clevelandclinic.org/health/body/23038-adrenaline   ) o la serotonina;
  3. la vía del sistema inmunitario, a través de la modulación de las citocinas.

 

El eje intestino-cerebro actúa, entre otras cosas, sobre el comportamiento, la cognición (memoria), las emociones, el humor, los deseos y la percepción.

90% Las células del intestino son responsables de más del 90% de la producción de la serotonina presente en el cuerpo

¿Lo sabía?

Las células del intestino son responsables de más del 90% de la producción de la serotonina presente en el cuerpo —la serotonina es un neurotransmisor que puede afectar al humor y las sensaciones de felicidad y placer, y también al apetito8,13,14. Ciertas neuronas llamadas «serotoninérgicas» producen el 10% restante en el cerebro15. Algunas bacterias de la microbiota intestinal pueden ejercer un efecto sobre la producción de serotonina en el intestino8,16.

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¿La microbiota desempeña un papel en la comunicación entre el intestino y el cerebro?

Podríamos decir que la microbiota es el tercer protagonista del eje intestino-cerebro, que recibe entonces el nombre de eje microbiota-intestino-cerebro (MIC).17

El cerebro, el intestino y la microbiota constituyen los tres nodos de la red microbiota-intestino-cerebro. Todos los nodos están conectados entre sí e interactúan de manera bidireccional. La microbiota intestinal puede comunicarse con el cerebro, o bien directamente, produciendo moléculas señalizadoras como los (sidenote: Neurotransmisores Moléculas específicas que permiten una comunicación entre las neuronas (las células nerviosas del cerebro), pero también entre las bacterias de la microbiota. Las producen tanto las células de la persona como las bacterias de la microbiota.   Baj A, Moro E, Bistoletti M, Orlandi V, Crema F, Giaroni C. Glutamatergic Signaling Along The Microbiota-Gut-Brain Axis. Int J Mol Sci. 2019;20(6):1482. )  o los  (sidenote: Ácidos grasos de cadena corta (AGCC) Los ácidos grasos de cadena corta son una fuente de energía (carburante) de las células de la persona que interactúan con el sistema inmunitario y están implicadas en la comunicación entre el intestino y el cerebro.   Silva YP, Bernardi A, Frozza RL. The Role of Short-Chain Fatty Acids From Gut Microbiota in Gut-Brain Communication. Front Endocrinol (Lausanne). 2020;11:25. ) , o bien indirectamente como intermediaria, interactuando con las células intestinales para facilitar la comunicación con el cerebro. Además, el cerebro puede regular la microbiota directa o indirectamente, modulando la fisiología del intestino para modificar el entorno microbiano.

¿Cuáles son los factores que pueden influir en la comunicación entre el intestino y el cerebro?

 

Se conocen numerosos factores que pueden ejercer un efecto sobre el diálogo entre el intestino y el cerebro8:

- La alimentación y, en especial, ciertos alimentoscomo el chocolate, pueden regular el humor. La dieta mediterránea también es famosa por sus efectos beneficiosos sobre la memoria y la salud. En cambio, hay que vigilar el contenido del plato y limitar el consumo de alimentos procesados, ricos en aditivos, ya que un estudio reciente en roedores indica que podrían causar ciertos trastornos psicocomportamentales (ansiedad, trastornos de la sociabilidad…).

- Practicar una actividad física de manera regular tiene numerosos efectos positivos para la salud. La actividad física contribuye también a la buena salud cerebral. Varios estudios científicos demostraron que existe una relación entre el sistema cognitivo y el grado de actividad física.

Las interacciones sociales con nuestros familiares, y también con los vecinos, estimulan el eje intestino-cerebro. En cambio, las discriminaciones perjudican el funcionamiento del eje intestino-cerebro.

El entorno en el que vivimos también es uno de los factores de mayor impacto sobre la salud y la microbiota. Por ejemplo, la contaminación conlleva un mayor riesgo de enfermedades respiratorias, cáncer y trastornos cognitivos.

Ciertos medicamentos, en especial los antibióticos, pueden influir en el desarrollo del sistema nervioso del niño y contribuir a ciertas enfermedades.

- Los estudios científicos demostraron que los primeros años de vida y el tipo de parto tienen repercusiones importantes en la microbiota de nuestros hijos y, por consiguiente, en el eje intestino-cerebro. De hecho, varios estudios han demostrado una relación entre el nacimiento por cesárea y un mayor riesgo de desarrollar una variedad de trastornos, incluida la obesidad, así como trastornos del sistema inmunitario, como el asma u otras alergias.El estrés prenatal no solo afecta a la microbiota del niño, su composición y su desarrollo neurológico, sino también al embarazo, aumentando el riesgo de parto prematuro.18

El estrés y el miedo también son factores comportamentales que actúan sobre la microbiota y el eje intestino-cerebro.

¿Existe una relación entre nuestro comportamiento y la microbiota? Es lo que sugieren ciertos estudios…Una microbiota sana podría garantizar una buena salud emocionaly nuestra libido y nuestro deseo sexual. Pero también, en ciertos casos, podía influir en nuestros comportamientos adictivos.

- Tanto si somos jóvenes como de edad avanzada, la microbiota intestinal interviene en el sueño y el ritmo circadiano.

¿Qué sucede en caso de alteración de la comunicación entre el intestino y el cerebro?

La alteración del eje intestino-cerebro está implicada en diversos trastornos.

Se entiende por alteración de este eje una comunicación defectuosa entre el cerebro y el intestino: o bien las señales enviadas son erróneas, o bien hay problemas de comprensión o interpretación de los mensajes recibidos… En suma, la pareja intestino-cerebro ya no se lleva bien. Gracias a los progresos de la investigación sobre el eje intestino-cerebro, se sabe ahora que la microbiota intestinal está implicada en una lista creciente de enfermedades.8,17 

A continuación, encontrará una relación no exhaustiva de las enfermedades en las que está implicada una alteración del eje intestino-cerebro.

Examinemos con mayor detalle algunos de estos trastornos: 

TRASTORNOS GASTROINTESTINALES

Síndrome del intestino irritable (SII)

El síndrome del intestino irritable (SII) es el más frecuente de los trastornos de la interacción intestino-cerebro, antaño llamados «trastornos funcionales intestinales». Se caracteriza por dolor abdominal recurrente, distensión abdominal, trastornos del tránsito…

Dispepsia funcional

La dispepsia funcional es una forma de indigestión crónica, un dolor de barriga, una sensación de saciedad o distensión abdominal durante y después de las comidas. También forma parte de los trastornos de la interacción intestino-cerebro.19,20

Enfermedades inflamatorias crónicas del intestino

Estudios recientes demostraron la implicación del eje intestino-cerebro en las EICI21,22, al influir a la vez en el desarrollo de la enfermedad y en la salud mental.

ENFERMEDADES METABÓLICAS

Diabetes de tipo 2

La diabetes de tipo 2 se caracteriza por la presencia de un exceso crónico de azúcar en la sangre (hiperglucemia), que tiene relación con una disfunción de la producción o utilización de la insulina, la hormona que regula la glucemia. El deterioro cognitivo es una de las complicaciones de la diabetes de tipo 2 (DT2).23

Obesidad, sobrepeso, síndrome metabólico…

Estas enfermedades (obesidad, sobrepeso, síndrome metabólico) se acompañan a menudo de trastornos psicológicos, como la ansiedad, la depresión, el trastorno bipolar y alteraciones del comportamiento.8

La microbiota también influye en lo que ponemos en el plato, en la sensación de saciedad24 y en nuestro comportamiento alimentario. Estudios recientes demuestran la implicación de la microbiota intestinal y del eje intestino-cerebro en los trastornos de la conducta alimentaria (que implican una alteración de la alimentación o del comportamiento relacionado con la alimentación).25,26

 

Anorexia mental

La anorexia mental27,28 es un trastorno de la conducta alimentaria que afecta al 1% de la población, y el 95% son mujeres. El desequilibrio de la microbiota intestinal participa en el desarrollo y el mantenimiento de los trastornos debidos a esta enfermedad, como la pérdida de apetito y de peso, al actuar sobre el eje intestino-cerebro y el metabolismo.

La microbiota intestinal de estas pacientes carece de ciertas bacterias, como Roseburia.

¿Quiere saber si la microbiota influye en nuestra cintura?

Consulte nuestro artículo sobre el tema:

ENFERMEDADES NEUROPSIQUIÁTRICAS

Enfermedades psiquiátricas

Las enfermedades psiquiátricas constituyen un conjunto de trastornos mentales que se manifiestan de formas muy variadas. Se han detectado desequilibrios de la microbiota intestinal en algunas de estas enfermedades.

Trastornos de ansiedad

La OMS define los trastornos de ansiedad29,30,31 como un miedo y una inquietud excesivos, así como trastornos del comportamiento asociados. Los síntomas son lo suficientemente intensos para producir una sensación de desamparo importante o graves deficiencias funcionales. Algunos trastornos de ansiedad están relacionados con la actividad de la microbiota intestinal a través de la regulación de las hormonas del estrés.

Trastornos del humor

Depresión, trastornos bipolares… Los trastornos del humor8,32 son trastornos emocionales que consisten en largos periodos de tristeza excesiva (depresión) o de alegría o exaltación excesivas (manía) o ambos.

La depresión y los trastornos bipolares podrían estar relacionados con una disbiosis intestinal, a veces correlacionada con la intensidad de los síntomas.

Otros estudios incluso llegaron más lejos y utilizaron la microbiota intestinal como herramienta de diagnóstico.

Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)

El trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)33,34,35 es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta al 1,3% de la población general. Este trastorno se caracteriza por obsesiones (ideas o imágenes repetidas, persistentes, no deseadas y a menudo generadoras de ansiedad), que conducen a comportamientos compulsivos o de evitación repetitivos, que consumen tiempo y supuestamente neutralizan la ansiedad y la angustia causadas por las obsesiones. Algunos estudios sugieren que ciertas bacterias productoras de butirato son menos abundantes en los pacientes que padecen un TOC.

Esquizofrenia

La esquizofrenia8,36,37 afecta a alrededor de 1 persona de cada 300. Esta enfermedad psiquiátrica se caracteriza por la aparición de delirios y alucinaciones, aislamiento social y alteraciones de la vida psíquica. Podrían estar implicadas alteraciones de la microbiota intestinal y del sistema inmunitario.

Trastornos del espectro autista

Los trastornos del espectro autista (TEA)38 son un conjunto de trastornos heterogéneos relacionados con anomalías del desarrollo cerebral. Los síntomas se traducen, sobre todo, por un déficit de la comunicación, alteraciones de las interacciones sociales y del comportamiento, así como comportamientos repetitivos.

Algunos estudios demostraron que los pacientes autistas presentan a menudo una microbiota intestinal alterada (disbiosis) y que ciertos trastornos intestinales (diarrea, estreñimiento…) se asocian con frecuencia a la enfermedad.

Como acabamos de ver, se han detectado disbiosis intestinales en numerosas enfermedades psiquiátricas, como la esquizofrenia, la depresión o el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Pero ¿cada enfermedad tiene «su» firma microbiana o existen alteraciones microbianas comunes?

¿Quiere saber más sobre la implicación de la microbiota intestinal en la aparición de trastornos mentales a través del eje intestino-cerebro?

Consulte nuestro artículo sobre el tema:

ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

Las enfermedades neurodegenerativas se caracterizan por la destrucción progresiva de ciertas neuronas.

Enfermedad de Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer39,40 es la enfermedad neurodegenerativa más frecuente y la principal causa de demencia.

Desde hace varios años, los investigadores se interesan por la microbiota intestinal, algunas de cuyas proteínas (péptidos amiloides) producidas por bacterias «dañinas» podrían desencadenar un mecanismo inflamatorio y alterar las funciones de barrera del intestino y del cerebro, favoreciendo así el desarrollo de la enfermedad.

Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson41 es una enfermedad neurodegenerativa que destruye progresivamente las neuronas productoras de dopamina del cerebro. La enfermedad se caracteriza por movimientos lentos, rigidez muscular y temblores.

Se ha demostrado una asociación entre la enfermedad de Parkinson y una alteración de la microbiota intestinal y el eje intestino-cerebro.

Esclerosis múltiple

La esclerosis múltiple42,43 es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central. Se caracteriza por una «respuesta autoinmune» del sistema inmunitario contra la vaina protectora de las neuronas llamada «mielina». Esta inflamación produce una degeneración de las células nerviosas (las neuronas), con una pérdida de la comunicación entre el cerebro y los órganos periféricos.

Varios estudios recientes indican que existen asociaciones específicas entre la microbiota intestinal y el riesgo, el curso y la progresión de la enfermedad.44

¿Un eje intestino-cerebro-piel?

¿Sabías?

Quizá no lo sabe, pero el intestino y la piel comparten varias características comunes:45 los dos contienen numerosos vasos sanguíneos y conexiones nerviosas, interactúan con el sistema inmunitario y, por supuesto, están masivamente colonizados por comunidades microbianas. Pero esto no es todo… ¿Ha notado que su piel reacciona a las emociones? Música, miedo, excitación… Lo mismo sucede con ciertas enfermedades cutáneas cuando el intestino, la piel y el cerebro dejan de comunicarse correctamente.

En 1930, los dermatólogos Stokes y Pillsbury46 consideraban que los estados emocionales (ansiedad, depresión) podían alterar la microbiota intestinal e inducir inflamación local y sistémica en otros órganos, como la piel.47 En aquella época, recomendaban la utilización de leche fermentada para introducir microorganismos beneficiosos.

Desde hace unos años, se acumulan pruebas que demuestran una relación entre el intestino, el cerebro y la piel.48 Concretamente, el estrés conduce a la secreción de hormonas (serotonina, cortisol…) que producen permeabilidad intestinal e inflamación local y sistémica a través de la circulación sanguínea.11,23 Al final, esto afecta a la barrera cutánea y provoca la inflamación de la piel.25 Este eje intestino-cerebro-piel podría estar implicado en ciertas enfermedades cutáneas: El acné, La dermatitis atópica La psoriasis.

¿Cómo mantener una buena comunicación entre el intestino y el cerebro?

La relación entre el intestino y el cerebro ya no tiene secretos para usted, el diálogo está establecido en los dos sentidos: del intestino hacia el cerebro y del cerebro hacia el intestino, ¡con la microbiota intestinal como pieza central!

Pero ¿cómo cuidar la microbiota para que los mensajes se envíen y se reciban alto y claro?

Numerosos estudios científicos se han preguntado cómo evitar las alteraciones de la composición microbiana y cómo proteger su equilibrio de la mejor manera posible.49

Alimentación:

Lo que comemos contribuye al equilibrio de la microbiota intestinal.50,51 Es beneficiosa cuando los alimentos son diversificados y de buena calidad; al contrario, una alimentación desequilibrada puede afectar a la composición de la microbiota intestinal y provocar ciertas enfermedades.52 Por lo tanto, es importante saber qué tipos de alimentos ejercen efectos positivos sobre la salud53 como, por ejemplo, los alimentos fermentados o naturalmente ricos en prebióticos y microorganismos beneficiosos, algunos de los cuales tendrán efectos sobre la salud mental. Estos alimentos representan un medio de apoyar nuestro estado de ánimo, actuando sobre el cerebro a través de la microbiota intestinal.54

¿Quiere saber más sobre los alimentos beneficiosos para nuestra salud y el papel de la microbiota intestinal?

Consulte nuestro artículo:

=> Y la entrevista al Prof. Rémy Burcelin, que estudia los mecanismos que intervienen en la comunicación entre el cerebro, el intestino y el resto del cuerpo.

¿Qué es un psicobiótico?

Los psicobióticos son probióticos y prebióticos que, después de su ingestión, producen beneficios para la salud mental actuando a través de la microbiota intestinal.55

Los investigadores de la Universidad de Cork, en Irlanda, sugieren ampliar la definición de los psicobióticos más allá de los probióticos y prebióticos para incluir cualquier sustancia que ejerza un efecto psicológico mediado por la microbiota intestinal.56

Probióticos: 

Los probióticos son microorganismos vivos que, si se administran en cantidades adecuadas, son beneficiosos para la salud del individuo.57,58 Algunos estudios preclínicos y clínicos se han centrado en la administración de probióticos para mejorar los síntomas del estrés, la ansiedad y la depresión, y los resultados han mostrado efectos beneficiosos prometedores. 8

Prebióticos

Los prebióticos son fibras alimentarias específicas no digeribles que ejercen efectos favorables sobre la salud. Los microorganismos beneficiosos de la microbiota del huésped los utilizan de manera selectiva.59,60 Varios estudios demostraron que ciertos prebióticos ejercen efectos beneficiosos sobre los trastornos causados por el estrés.8

Trasplante: 

Para restablecer el equilibrio del ecosistema microbiano intestinal, puede efectuarse un trasplante de microbiota fecal (TMF) de un donante sano a una persona enferma.61 Por el momento, este método terapéutico solo está autorizado para el tratamiento de las infecciones recurrentes por Clostridioides difficile62, sin embargo, los investigadores están muy interesados e intentan evaluar sus efectos contra las adicciones como el alcoholismo63 o contra los trastornos de la interacción intestino-cerebro, como el síndrome del intestino irritable.64,65

Las intervenciones psicoterapéuticas

En el tratamiento del estrés y los trastornos de la interacción intestino-cerebro como el SII, (sidenote: Métodos psicocorporales Los métodos psicocorporales son prácticas que se centran en las relaciones entre el cuerpo, el cerebro, la mente y el comportamiento, así como en sus efectos sobre la salud y las enfermedades.   Wahbeh H, Elsas SM, Oken BS. Mind-body interventions: applications in neurology. Neurology. 2008;70(24):2321-2328 ) demostraron efectos beneficiosos sobre la salud mental:  (sidenote: Terapias cognitivo-conductuales Tipo de psicoterapia en la que el terapeuta dirige a su paciente a identificar el impacto de sus pensamientos disfuncionales (erróneos, negativos) sobre su comportamiento y su bienestar. . Cuijpers P, Smit F, Bohlmeijer E, et al. Efficacy of cognitive–behavioural therapy and other psychological treatments for adult depression: meta-analytic study of publication bias. The British Journal of Psychiatry. 2010;196(3):173-178 InformedHealth.org [Internet]. Cologne, Germany: Institute for Quality and Efficiency in Health Care (IQWiG); 2006. Cognitive behavioral therapy. 2013 Aug 7 [Updated 2016 Sep 8] ) , hipnosis, meditación, relajación,  (sidenote: Biorretroalimentación Método que permite, con la ayuda de un aparato especial, aprender a controlar ciertas funciones corporales, como el ritmo cardiaco, la presión arterial y la tensión muscular. Puede ayudar a controlar el dolor.  https://www.cancer.gov/publications/dictionaries/cancer-terms/def/biofeedback ) ...66

Recomendado por nuestra comunidad

"Una lectura interesante" -George Lewis (De My health, my microbiota)

"Necesito saber más sobre esto. Esto puede ser lo que está pasando." -Mark Chadney (De My health, my microbiota)

Bibliografía

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    Véase también