¿Alteran los antibióticos el desarrollo neurológico del lactante?
Los antibióticos a menudo son imprescindibles para tratar ciertas infecciones en los más pequeños. Pero, al desequilibrar la microbiota, ¿podrían influir en el desarrollo del sistema nervioso del niño y contribuir a ciertas enfermedades como el autismo?
Un reciente estudio experimental1 en ratones aporta primeras -y prudentes- respuestas.
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Acerca de este artículo
Lo que llamamos trastornos del neurodesarrollo (TND), como el autismo o el trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH), se deben a alteraciones que aparecen en los primeros meses de la vida, durante el proceso de construcción del sistema nervioso central (cerebro, nervios, médula espinal, etc.). Aunque se desconoce su origen exacto, se sabe que numerosos factores genéticos y ambientales están implicados en su aparición. ¿Y si los antibióticos formaran parte de ellos?
Antibióticos
Han salvado millones de vidas, pero su uso excesivo e inapropiado supone actualmente un grave peligro para la salud, sobre todo debido a la resistencia a los antibióticos y a la disbiosis de la microbiota. Todos los años, la OMS organiza la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos (WAAW) para aumentar la sensibilización sobre la resistencia antimicrobiana. Echemos un vistazo a esta página dedicada al tema.
Antibióticos: ¿qué impacto en la microbiota y en nuestra salud?
El eje intestino-cerebro en cuestión
Un conjunto de indicios parece sugerirlo, según un equipo de científicos estadounidenses. De hecho, los antibióticos están disponibles desde la posguerra y la incidencia de TND está aumentando claramente desde hace varias décadas. En Estados Unidos, los niños reciben en promedio tres tratamientos con antibióticos antes de los 2 años de edad, periodo crítico para el neurodesarrollo.
Se sabe también que el intestino es nuestro «segundo cerebro»: existe un «eje» de comunicación bioquímica entre los dos órganos. Las investigaciones recientes tienden a indicar que los antibióticos tomados durante la infancia alteran la microbiota intestinal en construcción y que la disbiosis se asocia a diversas enfermedades, incluidas afecciones neurológicas o psiquiátricas.2
Por ello, los investigadores administraron durante 3 semanas dosis muy bajas de antibióticos de la familia de la penicilina a ratones recién nacidos. Comparando su microbiota con la de ratones no tratados, observaron una alteración de su microbiota intestinal, en especial una disminución de los lactobacilos, esto es, bacterias «buenas». Pero, además, identificaron 74 genes en su corteza frontal y 23 genes en la amígdala que presentaban una actividad diferente. Estas dos partes del cerebro están muy implicadas en las funciones emocionales y cognitivas, pero también son vulnerables a alteraciones tempranas. Los investigadores también pusieron en evidencia la relación entre ciertos microorganismos de la microbiota y expresiones genéticas en estas zonas cerebrales.
El papel y el impacto de los antibióticos en el neurodesarrollo del niño están por explorar
Los antibióticos tomados muy temprano en la vida, incluso a dosis bajas, podrían tener, en ratones, un efecto sobre la actividad de ciertos genes en zonas del cerebro (corteza frontal y amígdala) que, en el ser humano, están implicadas en los TND. Pero los científicos son prudentes: no lograron determinar con certeza si estas modificaciones de la expresión genética se debían directamente a los antibióticos o a sus efectos sobre la microbiota. También queda por demostrar que estas modificaciones son importantes para el neurodesarrollo. Y, por supuesto, los resultados obtenidos en ratones no necesariamente se pueden extrapolar al ser humano; más bien abren la vía a nuevas investigaciones.
¿Qué es la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos?
Cada año, desde 2015, la OMS organiza la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos (WAAW por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es fomentar la sensibilización sobre la resistencia global antimicrobiana.
La resistencia antimicrobiana se produce cuando las bacterias, los virus, los parásitos y los hongos cambian con el tiempo y dejan de responder a los medicamentos. Debido a la resistencia a los fármacos, los antibióticos y otros medicamentos dejan de ser efectivos y las infecciones son cada vez más difíciles o incluso imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de las enfermedades, de sufrir dolencias graves y de muerte.
Esta campaña, que se desarrolla del 18 al 24 de noviembre, anima al público en general, a los profesionales de la salud y a los responsables políticos a usar los antibióticos, los antivirales, los antifúngicos y los antiparasitarios con cuidado, para prevenir la aparición de nuevas resistencias antimicrobianas.