Microbiota y El trastorno del espectro autista
Las alteraciones de la microbiota en los primeros años de vida, periodo en el que se están desarrollando nuestra flora intestinal y nuestro cerebro, pueden modificar las estructuras y funciones cerebrales y favorecer la aparición de trastornos del desarrollo. El trastorno del espectro autista (TEA) es un conjunto de alteraciones heterogéneas8 relacionadas con anomalías del desarrollo cerebral. Podrían deberse a una alteración de la microbiota inducida durante el embarazo y los primeros años de vida: algunos síntomas digestivos, frecuentemente asociados a la enfermedad, sugieren que la microbiota podría ser un elemento clave en la comprensión del TEA.
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Acerca de este artículo
Los síntomas de la enfermedad aparecen en una etapa temprana de la vida y se traducen especialmente en un déficit de comunicación, alteraciones en las relaciones sociales y la conducta, así como en la aparición de comportamientos repetitivos. En comparación con la población general, las personas afectadas suelen ser mucho más propensas a sufrir trastornos gastrointestinales (diarrea, dolor abdominal, estreñimiento), cuya severidad parece estar relacionada, en algunos casos, con la de los síntomas de la enfermedad.
¿“Perfiles” microbianos?
Los niños autistas tendrían una flora menos diversa que la de otros niños , con una baja cantidad de ciertas bacterias conocidas por sus efectos beneficiosos como Bifidobacterium, pero una abundancia de otras (Lactobacillus, Clostridium…). Además, en el intestino de los niños autistas habría una proporción de Candida (particularmente Candida albicans) más alta de lo normal. Este hongo produce amoníaco y toxinas que podrían influir en la función cerebral y agravar los trastornos intestinales bacterianos.
Diversos factores de riesgo
En los animales existe una relación entre una alimentación materna rica en grasa y un desequilibrio de la microbiota intestinal (disbiosis), así como la aparición de trastornos autistas en la descendencia. Los niños nacidos por cesárea y a los que se les administró numerosos antibióticos tendrían también un mayor riesgo de desarrollar este tipo de trastornos. En definitiva, podemos destacar como aspecto positivo que el amamantamiento durante los 6 primeros meses de vida del lactante (como mínimo) disminuye el riesgo de desarrollar más adelante este tipo de trastornos.
¿SACAR LA LENGUA PARA LA DETECCIÓN DEL AUTISMO?
- La detección actual se basa en señales conductuales, psicomotoras, psicológicas y del lenguaje. Esta detección es posible desde los 2 años de edad, pero suele retrasarse el diagnóstico.
- Un algoritmo matemático recientemente desarrollado y con una fiabilidad del 96% parece ser prometedor y podría enriquecer el arsenal diagnóstico. Esta algoritmo, que se ha probado ya en 32 niños enfermos, permite la detección de nuevos marcadores de autismo9 (presencia exagerada de bacterias “malas” y diversidad reducida) en la flora bucal (saliva y placa dental).
La microbiota: ¿una esperanza terapéutica?
Actualmente se están explorando varias pistas de investigación. Los probióticos podrían mejorar los trastornos gastrointestinales y aliviar los síntomas autistas, al igual que algunos antibióticos. El trasplante fecal10 en niños y adolescentes también resultaría útil para disminuir la aparición de conductas autistas y trastornos intestinales asociados7, a pesar de tener un riesgo infeccioso importante. En definitiva, la alimentación presenta un interés indiscutible: la administración de suplementos de omega-3 podría mejorar la conducta y una dieta sin gluten ni proteína láctea, así como una dieta rica en grasa pero pobre en azúcares (dieta cetogénica), podrían aumentar la sociabilidad y la capacidad de relacionarse y reducir la frecuencia de estereotipias.
7 Sharon G et al. The Central Nervous System and the Gut Microbiome. Cell. 2016 Nov 3
8 Li Q, et al. The Gut Microbiota and Autism Spectrum Disorders. Front Cell Neurosci. 2017
9 Qiao Y, Wu M, Feng Y, et al. Alterations of oral microbiota distinguish children with autism spectrum disorders from healthy controls. Scientific Reports, 2018
10 Trasplante fecal de donantes sanos para restablecer el equilibrio de los microorganismos intestinales en el paciente receptor
11 Cenit MC, Nuevo IC, Codoñer-Franch P, et al. Gut microbiota and attention deficit hyperactivity disorder: new perspectives for a challenging condition Eur Child Adolesc Psychiatry (2017)
12 Cenit MC, et al. Gut microbiota and attention deficit hyperactivity disorder: new perspectives for a challenging condition. Eur Child Adolesc Psychiatry. 2017 Sep.
13 Lange K. Dietary factors in the etiology and therapy of attention deficit/hyperactivity disorder. Current Opinion in Clinical Nutrition and Metabolic Care. (2017)