Alimentación y endometriosis: ¡la microbiota intestinal tiene mucho que decir!
¿Se imagina que una dieta con exceso de grasa y poca fibra pueda empeorar la endometriosis? Pues un estudio reciente con ratones sugiere que sí y que la bacteria intestinal A. muciniphila podría ser la heroína de esta historia por su papel protector. 1
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Acerca de este artículo
La endometriosis ocurre cuando un tejido parecido al que recubre el útero –y que se elimina durante la menstruación– se va de "okupa" a otros lugares, como los ovarios, el peritoneo, etc. Esto causa dolores, reglas complicadas, problemas de digestión y, a veces, infertilidad. La endometriosis afecta a alrededor del 10% de las mujeres de edad reproductiva.
Todos sabemos que la alimentación desempeña un papel importante en la inflamación: una dieta equilibrada ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Pero ¿qué sucede con una dieta típicamente occidental, rica en grasas y con un bajo contenido de fibra? Un equipo de científicos quiso averiguarlo utilizando ratones… como cobayas.
10% La endometriosis afecta a cerca del 10% de las mujeres de edad reproductiva a nivel mundial, lo que representa 190 millones de personas. ²
Dieta occidental = lesiones dos veces más extensas
Durante 4 semanas, los investigadores alimentaron a unos ratones con comida "normal" (17% de grasas) y a otros con comida basura (45% de grasas y poca fibra). Luego, les provocaron endometriosis quirúrgicamente y vigilaron la evolución de las lesiones durante 7 semanas. Conclusión: los ratones que recibieron comida basura tenían lesiones ¡el doble de grandes! Y no solo eso, sino que eran más fibrosas y estaban llenas de células proliferando sin control.
Metabolismo e inmunidad: cuando el mecanismo se vuelve loco
¿A qué se debe este efecto? La comida basura descontrola nuestro metabolismo y nuestra inmunidad:
- potencia la actividad de los macrófagos (células inmunitarias que, en este caso, en vez de ayudar, empeoran las cosas);
- activa una hormona (la leptina) implicada en el crecimiento de las lesiones y el metabolismo de la glucosa;
- acelera la oxidación de la glucosa, el “combustible” de las lesiones.
¿Y la microbiota?
El estudio también demostró que la endometriosis altera la flora intestinal de los ratones, coman lo que coman. Pero los que seguían una dieta occidental perdían una bacteria específica, Akkermansia muciniphila, conocida por sus efectos antinflamatorios. Esto sugiere que la enfermedad desequilibra la microbiota intestinal al desplazar a las bacterias protectoras.
¿Y ahora qué hacemos?
Ojo, ¡que estos resultados son aún preliminares porque se obtuvieron en ratones, no en seres humanos! Aun así, confirman que la alimentación tiene repercusiones importantes en la endometriosis y que una dieta más sana podría ayudar a reducir el dolor y frenar la progresión de la enfermedad. La microbiota intestinal también desempeña un papel clave en la fisiopatología de la endometriosis, y ciertas bacterias como Akkermansia muciniphila podrían ser grandes aliadas.
Este descubrimiento abre la vía a nuevos enfoques terapéuticos basados en la modulación de la microbiota. Así que, ¡no hace falta renunciar a las patatas fritas para siempre! Pero sí que conviene añadir más verduras al plato para cuidar a nuestras bacterias amigas.