Palabras de experto: Pr Patrice D. Cani
Modular la microbiota intestinal: ¿Un método eficaz para adelgazar?
Aunque el estudio de la microbiota intestinal genera nuevas pistas en el tratamiento de la obesidad, se impone la prudencia: este enfoque es «un tratamiento entre otros»
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Acerca de este artículo
¿Estamos condenados a conservar los kilos de más?
De manera general, creer en un remedio milagroso es una quimera; ningún tratamiento puede acabar con la obesidad sin la participación activa de las personas (alimentación, actividad física...) y sin una estrategia terapéutica integral y personalizada. La obesidad es un proceso complejo y largo que depende de múltiples factores asociados, entre los cuales figura la microbiota intestinal. Dicho esto, pretender que el (sidenote: Disbiosis La disbiosis no es un fenómeno homogéneo ya que varía en función del estado de salud de cada individuo. Se define generalmente como una alteración de la composición y funcionamiento de la microbiota, provocada por un conjunto de factores ambientales y relacionados con el individuo, que alteran el ecosistema microbiano. Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, et al. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17(4):219-232. ) del ecosistema microbiano conduce inevitablemente a la obesidad (o, al contrario, que su equilibrio garantiza un peso normal) es un error. Sin embargo, intentar equilibrar la microbiota es una buena iniciativa en el marco de un tratamiento global y personalizado de los pacientes.
¿Es arriesgado actuar sobre la microbiota por cuenta propia?
Desde un punto de vista estrictamente médico, el proceso es relativamente seguro, siempre que se utilicen exclusivamente probióticos17 cuyos efectos se basen en pruebas científicas y que tengan una composición conocida (
(sidenote:
Lactobacilos
Bacterias en forma de bastoncillo, cuya característica principal es que producen ácido láctico. Por eso se habla de «bacterias lácticas».
Estas bacterias no solo están presentes en las microbiotas oral, vaginal e intestinal del ser humano, sino también en las plantas o los animales. Se pueden consumir en productos fermentados, por ejemplo, productos lácteos como algunos quesos y yogures, así como en otros tipos de alimentos fermentados como los pepinillos, el chucrut...
Los lactobacilos también se consumen en los probióticos, y algunas especies son conocidas por sus propiedades beneficiosas.
W. H. Holzapfel et B. J. Wood, The Genera of Lactic Acid Bacteria, 2, Springer-Verlag, 1st ed. 1995 (2012), 411 p. « The genus Lactobacillus par W. P. Hammes, R. F. Vogel
Tannock GW. A special fondness for lactobacilli. Appl Environ Microbiol. 2004 Jun;70(6):3189-94.
Smith TJ, Rigassio-Radler D, Denmark R, et al. Effect of Lactobacillus rhamnosus LGG® and Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB-12® on health-related quality of life in college students affected by upper respiratory infections. Br J Nutr. 2013 Jun;109(11):1999-2007.
)
y
(sidenote:
Bifidobacterias
Bacterias en forma de bastoncillo, en Y. La mayoría de las especies son beneficiosas para el ser humano. Se encuentran en el intestino humano, pero también en algunos yogures.
Estas bacterias:
- Protegen la barrera intestinal.
- Participan en el desarrollo del sistema inmunitario y ayudan a luchar contra la inflamación.
- Favorecen la digestión y mejoran los síntomas gastrointestinales.
Sung V, D'Amico F, Cabana MD, et al. Lactobacillus reuteri to Treat Infant Colic: A Meta-analysis. Pediatrics. 2018 Jan;141(1):e20171811.
O'Callaghan A, van Sinderen D. Bifidobacteria and Their Role as Members of the Human Gut Microbiota. Front Microbiol. 2016 Jun 15;7:925.
Ruiz L, Delgado S, Ruas-Madiedo P, et al. Bifidobacteria and Their Molecular Communication with the Immune System. Front Microbiol. 2017 Dec 4;8:2345.
)
, por ejemplo). Es un error considerar que todos los probióticos son equivalentes; la especificidad de la o las bacterias utilizadas desempeña un papel primordial en su acción. Por último, hay que favorecer también el consumo de prebióticos18, pero, sobre todo, evitar dosis excesivas si no se está acostumbrado, para que no aparezcan efectos secundarios desagradables (flatulencia, diarrea, dolor abdominal…). En realidad, el mayor riesgo es psicológico: ¡sentirse decepcionado si no se cumplen las promesas!
Trasplante de microbiota intestinal: ¿una promesa exagerada?
Actualmente se están realizando numerosos estudios sobre el tema. Algunos de ellos demuestran que el trasplante de microbiota no tiene ningún efecto sobre la obesidad o que favorecería una mejoría pasajera de la capacidad de estabilizar la concentración de azúcar en sangre. Aunque parezcan decepcionantes a priori, estos resultados están llenos de enseñanzas: ahora se sabe que es necesario que la microbiota del donante sea compatible con la del receptor; se sabe también que algunos individuos son más receptivos que otros al trasplante (así como al cambio de dieta), en función de la composición inicial de su microbiota. En cualquier caso, mejorar la salud modulando la microbiota intestinal es una pista de elección, siempre que se actúe de manera racional y se sigan las recomendaciones médicas y nutricionales. Personalmente, estoy convencido de ello porque mi lema es «In gut we trust».
17 Microorganismos vivos (bacterias, levaduras) que, ingeridos en cantidades suficientes, tienen un efecto beneficioso sobre la salud del huésped. Se encuentra en alimentos fermentados (yogur, kéfir, chucrut, etc.), en forma de medicamentos o complementos alimenticios.
18 Azúcares que alimentan a las «buenas» bacterias. Se encuentran en alimentos como el plátano, los puerros, la cebolla, la alcachofa...