¿Existe una relación entre la microbiota intestinal y la corpulencia?
Los 100 billones de microorganismos (bacterias, virus y hongos) presentes en el tubo digestivo participan activamente en la adecuada asimilación de los alimentos por el cuerpo. Sin embargo, en caso de alimentación demasiado rica en azúcares y grasas, el equilibrio energético se desajusta. El ecosistema microbiano del intestino, también alterado (menos rico y menos diversificado), no consigue regular el exceso de energía absorbida y contribuye a mantener el desequilibrio.
- Descubrir las microbiotas
- Microbiota y trastornos asociados
- Actuar en nuestras microbiotas
- Publicaciones
- Acerca del Instituto
Área para profesionales sanitarios
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Capítulos
Acerca de este artículo
El tubo digestivo alberga bacterias, virus y hongos. Entre ellos, las dos principales familias bacterianas (Bacteroidetes y Firmicutes, incluidos los
(sidenote:
Lactobacilos
Bacterias en forma de bastoncillo, cuya característica principal es que producen ácido láctico. Por eso se habla de «bacterias lácticas».
Estas bacterias no solo están presentes en las microbiotas oral, vaginal e intestinal del ser humano, sino también en las plantas o los animales. Se pueden consumir en productos fermentados, por ejemplo, productos lácteos como algunos quesos y yogures, así como en otros tipos de alimentos fermentados como los pepinillos, el chucrut...
Los lactobacilos también se consumen en los probióticos, y algunas especies son conocidas por sus propiedades beneficiosas.
W. H. Holzapfel et B. J. Wood, The Genera of Lactic Acid Bacteria, 2, Springer-Verlag, 1st ed. 1995 (2012), 411 p. « The genus Lactobacillus par W. P. Hammes, R. F. Vogel
Tannock GW. A special fondness for lactobacilli. Appl Environ Microbiol. 2004 Jun;70(6):3189-94.
Smith TJ, Rigassio-Radler D, Denmark R, et al. Effect of Lactobacillus rhamnosus LGG® and Bifidobacterium animalis ssp. lactis BB-12® on health-related quality of life in college students affected by upper respiratory infections. Br J Nutr. 2013 Jun;109(11):1999-2007.
)
) representan cerca del 90% de las bacterias de la microbiota3. El 10% restante está compuesto por proteobacterias (como Escherichia coli, conocida por su potencial dañino) y Actinobacteria, como las beneficiosas
(sidenote:
Bifidobacterias
Bacterias en forma de bastoncillo, en Y. La mayoría de las especies son beneficiosas para el ser humano. Se encuentran en el intestino humano, pero también en algunos yogures.
Estas bacterias:
- Protegen la barrera intestinal.
- Participan en el desarrollo del sistema inmunitario y ayudan a luchar contra la inflamación.
- Favorecen la digestión y mejoran los síntomas gastrointestinales.
Sung V, D'Amico F, Cabana MD, et al. Lactobacillus reuteri to Treat Infant Colic: A Meta-analysis. Pediatrics. 2018 Jan;141(1):e20171811.
O'Callaghan A, van Sinderen D. Bifidobacteria and Their Role as Members of the Human Gut Microbiota. Front Microbiol. 2016 Jun 15;7:925.
Ruiz L, Delgado S, Ruas-Madiedo P, et al. Bifidobacteria and Their Molecular Communication with the Immune System. Front Microbiol. 2017 Dec 4;8:2345.
)
3. Junto con el intestino, una microbiota equilibrada participa en la buena salud y tiene numerosas funciones: favorece la digestión y el buen funcionamiento de las células intestinales, interactúa con el sistema inmunitario, impide que las moléculas y los microorganismos dañinos atraviesen la mucosa intestinal y, por último, se comunica con el cerebro. En las personas obesas o con sobrepeso, la microbiota está desequilibrada (
(sidenote:
Disbiosis
La disbiosis no es un fenómeno homogéneo ya que varía en función del estado de salud de cada individuo. Se define generalmente como una alteración de la composición y funcionamiento de la microbiota, provocada por un conjunto de factores ambientales y relacionados con el individuo, que alteran el ecosistema microbiano.
Levy M, Kolodziejczyk AA, Thaiss CA, et al. Dysbiosis and the immune system. Nat Rev Immunol. 2017;17(4):219-232.
)
). Globalmente menos rica y menos diversificada9, contiene menos bacterias «buenas», como Akkermansia muciniphila y bifidobacterias, y más bacterias potencialmente dañinas que participan en el aumento de peso mediante mecanismos todavía poco conocidos9.
La disbiosis, un círculo vicioso
Sea la causa o la consecuencia, la microbiota intestinal desempeña un papel en la obesidad; en caso de alteración, las repercusiones son múltiples y producen alteraciones de la digestión, el sistema de defensa y la capacidad de comunicarse con el cerebro para gestionar el hambre8. Estas alteraciones mantienen a su vez la disbiosis de la microbiota intestinal9. Por lo tanto, más que una enfermedad metabólica, la obesidad podría ser un trastorno del cerebro y el sistema inmunitario que se manifiesta por un comportamiento alimentario anormal en el que participa la microbiota intestinal3,4,8,10.
¡Aquí se lo explicamos!