Los genes de resistencia a los antibióticos viajan por las nubes
La resistencia a los antibióticos constituye un grave problema de salud pública que alcanza el mundo entero, incluso por la vía aérea. De hecho, se han encontrado en las nubes grandes cantidades de genes procedentes de bacterias resistentes a los antibióticos. Al diseminarse en la atmósfera, pueden recorrer grandes distancias.
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Acerca de este artículo
La conocida adaptación de las bacterias para resistir a los antibióticos forma parte del proceso natural de evolución. Sin embargo, el uso masivo de estos medicamentos para tratar infecciones humanas, animales y vegetales ha intensificado considerablemente este fenómeno. Cada año, una proporción importante de las toneladas de antibióticos utilizados acaba en el medio ambiente, contaminando suelos, océanos, ríos, etc. Allí, se desarrollan bacterias resistentes que no solo transmiten sus genes de resistencia a otras bacterias, sino que también se dispersan con el viento y alcanzan grandes altitudes. Aunque la atmósfera no es un entorno favorable para su supervivencia, es posible que fragmentos de bacterias y material genético alcancen las nubes, viajen de un continente a otro y caigan de nuevo en la tierra firme con las precipitaciones.
La resistencia a los antibióticos constituye un problema mundial de salud pública
La resistencia a los antibióticos se ha clasificado entre las 10 amenazas principales para la salud humana en un futuro cercano. En 2019 ocurrieron cerca de 5 millones de fallecimientos relacionados con la resistencia a los antimicrobianos y cerca de 1,3 millones se atribuyeron directamente a infecciones resistentes a los antibióticos. Si no se hace nada, para el año 2050, 10 millones de personas podrían morir por este motivo, convirtiendo la resistencia a los antibióticos en la primera causa de mortalidad en el mundo.
Aspiración de muestras de nubes en tubos de ensayo
En la estación meteorológica de Puy-de Dôme, situada a una altura de 1465 metros en el Macizo Central francés, un equipo de investigadores franceses y canadienses recogió durante dos años 12 «muestras de nubes» gracias a una aspiradora especial dirigida hacia nimbos y cúmulos. En cada muestra recogida, midieron las cantidades de bacterias y de 33 genes de resistencia correspondientes a los principales antibióticos utilizados en la actualidad. De estos 33 genes, 29 se detectaron al menos una vez y 6 en al menos el 75% de las muestras. Las nubes contenían una media de 8000 bacterias –especialmente de origen vegetal– de las cuales entre un 5% y un 50% podían estar vivas y potencialmente activas, y más de 20 000 copias de genes de resistencia a los antibióticos por mililitro de agua1,2.
Los investigadores observaron que la distribución de dichos genes era variable en función del origen geográfico de las masas de aire muestreadas. Por ejemplo, los genes de resistencia a las quinolonas (una clase de antibióticos cuyo uso se ha restringido en los últimos años porque tienden a favorecer la aparición de resistencia) eran más abundantes en las nubes oceánicas elevadas. Por el contrario, los genes de resistencia a las sulfamidas y tetraciclinas eran más abundantes en las nubes formadas en las superficies continentales, quizás debido a su uso generalizado en la industria ganadera.
Verdaderos reservorios de genes de resistencia a los antibióticos se amontonan por encima de nuestras cabezas
Los investigadores extrapolaron sus observaciones al volumen total de nubes presentes alrededor de la Tierra suponiendo que todas ellas tuvieran la misma concentración de genes de resistencia a los antibióticos. Resultados: cada año, aproximadamente 70 millones de trillones (1024) de estos genes viajan por las nubes, de los cuales alrededor del 3% podrían volver a caer en la superficie terrestre.
Este estudio revela que la atmósfera es una de las vías de diseminación de los factores de resistencia a los antibióticos en el mundo. Para limitar su dispersión, convendría realizar estudios que permitan localizar las fuentes de emisión de bacterias.
Cada año, desde 2015, la OMS organiza Semana mundial de concienciación sobre la RAM (WAAW por sus siglas en inglés), cuyo objetivo es fomentar la sensibilización sobre la resistencia global antimicrobiana.
La resistencia antimicrobiana se produce cuando las bacterias, los virus, los parásitos y los hongos cambian con el tiempo y dejan de responder a los medicamentos. Debido a la resistencia a los fármacos, los antibióticos y otros medicamentos dejan de ser efectivos y las infecciones son cada vez más difíciles o incluso imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de las enfermedades, de sufrir dolencias graves y de muerte.
Esta campaña, que se desarrolla del 18 al 24 de noviembre, anima al público en general, a los profesionales de la salud y a los responsables políticos a usar los antibióticos, los antivirales, los antifúngicos y los antiparasitarios con cuidado, para prevenir la aparición de nuevas resistencias antimicrobianas.
2. Université Laval : Scientists discover antibiotic resistance genes in clouds (27 avril 2023) https://pressroom.ulaval.ca/2023/04/27/scientists-discover-antibiotic-resistance-genes-in-clouds-nbsp-a:2f391f81-f319-4f15-9aca-11365f6b30db