¿Por qué estoy de tan buen humor hoy?
El intestino, considerado como el «segundo cerebro», dialoga constantemente con el cerebro y viceversa. Es el denominado eje intestino-cerebro. Un mal funcionamiento de este eje podría estar implicado en algunos trastornos neuropsiquiátricos: ansiedad, depresión, trastornos de la atención... Aunque todavía está en fase de estudio, modular la microbiota intestinal por medio de la alimentación o la administración de probióticos permitiría prevenir o incluso tratar estos trastornos.
Y, además, algunos alimentos hasta serían susceptibles de provocar un «efecto de bienestar».
Entonces, ¿qué relación hay entre la flora intestinal y el estado de ánimo? ¡A continuación la respuesta!
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Acerca de este artículo
La comunicación entre el cerebro y el intestino regula nuestro estado de ánimo
Con sus 200 millones de neuronas y sus miles de millones de bacterias intestinales, el intestino hace honor a su apodo de «segundo cerebro». Especialmente activo, participa en nuestra salud física y mental.1
El tubo digestivo y el cerebro dialogan de manera constante, pero la comunicación entre ambos puede verse afectada cuando nuestra microbiota intestinal está alterada y tiene lugar un proceso inflamatorio.
200 milliones neuronas en el intestino
1 miles de millones de bacterias intestinales
La alteración de la microbiota intestinal, también llamada «disbiosis», estaría implicada en varios trastornos de la salud mental (depresión, ansiedad...).2 En efecto, algunos estudios efectuados en el ser humano (aunque no hay muchos) parecen evidenciar una disminución significativa de la riqueza de la microbiota intestinal de los pacientes que padecen trastornos mentales.3
Eje intestino-cerebro: ¿cómo funciona?
Las bacterias intestinales se comunican con el cerebro y producen moléculas denominadas «neurotransmisores». Los más conocidos, la serotonina y la dopamina, regulan nuestro estado de ánimo.4 Según los científicos, estos (sidenote: Neurotransmisores Moléculas específicas que permiten una comunicación entre las neuronas (las células nerviosas del cerebro), pero también entre las bacterias de la microbiota. Las producen tanto las células de la persona como las bacterias de la microbiota. Baj A, Moro E, Bistoletti M, Orlandi V, Crema F, Giaroni C. Glutamatergic Signaling Along The Microbiota-Gut-Brain Axis. Int J Mol Sci. 2019;20(6):1482. ) actuarían en las células de la pared intestinal. El mensaje llega al cerebro a través de las neuronas del tubo digestivo.5
Otro facilitador de información: los (sidenote: Ácidos grasos de cadena corta (AGCC) Los ácidos grasos de cadena corta son una fuente de energía (carburante) de las células de la persona que interactúan con el sistema inmunitario y están implicadas en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Silva YP, Bernardi A, Frozza RL. The Role of Short-Chain Fatty Acids From Gut Microbiota in Gut-Brain Communication. Front Endocrinol (Lausanne). 2020;11:25. ) (AGCC). Estas sustancias biológicas, algunas de ellas beneficiosas para nuestro organismo, son producidas por las bacterias del colon durante la fermentación de la fibra dietética. Desempeñan un papel fundamental en las conexiones entre ambos órganos y actúan directamente sobre el cerebro.6
Microbiota intestinal: aún mucho por descubrir
Buen humor y chocolate negro: ¡una combinación fiable al 85 %!
¿Lo sabía? Algunos alimentos, como el chocolate, pueden regular nuestro estado de ánimo.
Un estudio7 ha demostrado recientemente que los polifenoles contenidos en grandes cantidades en el cacao actuarían de forma positiva sobre la flora intestinal; frenarían el crecimiento de bacterias (sidenote: Patógeno Un patógeno es un microorganismo que causa, o puede causar, una enfermedad. Pirofski LA, Casadevall A. Q and A: What is a pathogen? A question that begs the point. BMC Biol. 2012 Jan 31;10:6. ) y favorecerían el desarrollo de las beneficiosas.
En concreto, el consumo de chocolate negro al 85 % aumentaría la diversidad de la microbiota intestinal y provocaría una respuesta virtuosa en el cerebro, que daría lugar a un efecto positivo duradero en nuestro estado de ánimo.
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