El trasplante de microbiota fecal: ¿un nuevo tratamiento para el síndrome de colon irritable?
Un nuevo estudio revela que el trasplante de microbiota fecal mejora los síntomas del síndrome de colon irritable y la calidad de vida de los pacientes, incluso un año después del tratamiento, pero que es imprescindible que el donante goce de buena salud.
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Acerca de este artículo
Dolores, calambres, gases, diarrea, estreñimiento... El síndrome de colón irritable es una dolencia que se manifiesta por un conjunto de síntomas abdominales que van y vienen a lo largo de la vida del paciente. Estos síntomas pueden empeorar con el estrés, los cambios emocionales o algunos alimentos... y alteran considerablemente la calidad de vida del paciente. Si no existe ningún problema anatómico o estructural del intestino de las personas con este síndrome, la microbiota intestinal, en cambio, suele tener algo que ver.
¿Un solo donante con una supermicrobiota?
Los investigadores de este estudio han probado en un ensayo clínico la eficacia de un trasplante de microbiota fecal en el que utilizaron las muestras de heces de un único hombre caucásico de 36 años1 que cumplía todos los requisitos para ser un «superdonante»: gozar de buena salud, IMC normal, realizar ejercicio de forma regular, haber nacido por vía vaginal y haber sido amamantado. Además, no tomaba ninguna medicación y solo había sido tratado con antibióticos tres veces en su vida e ingería regularmente complementos alimentarios. En este ensayo clínico, el trasplante de la microbiota fecal ha demostrado ser eficaz en pacientes con síndrome de colon irritable. Sin embargo, estos resultados solo se observaron 3 meses después del trasplante y quedan muchas preguntas por resolver, la más importante saber si el efecto clínico del trasplante se mantiene a largo plazo. Los investigadores han realizado un seguimiento a los pacientes del estudio durante un año tras el estudio.
Tras 1 año, los beneficios siguen presentes
La mayoría de los pacientes que había respondido bien al trasplante de microbiota fecal 3 meses después mantenían esa respuesta 1 año después. Otro resultado motivador es la mejora de los síntomas abdominales, la fatiga y la calidad de vida tres meses después del trasplante. Lo que es aún mejor, entre el 32 y el 45 % de los pacientes, según el grupo, han experimentado una remisión total de los síntomas durante el año siguiente. El análisis completo de la microbiota intestinal de los pacientes ha mostrado cambios en el perfil bacteriano intestinal y una reducción significativa del índice de disbiosis.
En conclusión, el trasplante de microbiota fecal de un «superdonante» permitiría restablecer la microbiota intestinal y disminuir los síntomas en pacientes que padecen síndrome de colon irritable.