Con los atracones de alcohol, la microbiota intestinal es la que paga el pato
Un atracón de alcohol (binge drinking en inglés) consiste en ingerir una gran cantidad de alcohol para emborracharse en un tiempo récord y es el modo de consumir alcohol preferido por los adolescentes. Desgraciadamente, la microbiota intestinal de los aficionados a estas borracheras exprés no disfruta de la fiesta. Según un estudio reciente 1, su desequilibrio podría incluso estar implicado en la transición al alcoholismo más adelante en la vida.
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Acerca de este artículo
El «binge drinking», que puede traducirse al castellano como «atracón de alcohol» o «borrachera exprés», se refiere a un estado de ebriedad aguda que afecta principalmente a los jóvenes de 15 a 25 años. Esta práctica tiene repercusiones nefastas en la salud de los adolescentes porque su organismo se encuentra todavía en pleno proceso de construcción. Los atracones de alcohol repetidos no solo alteran la estructura y el funcionamiento del cerebro, sino que aumentan el riesgo de desarrollar en el futuro un trastorno por consumo de alcohol, más comúnmente conocido como «alcoholismo».
¿Qué es el «binge drinking»?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un episodio de binge drinking (o un atracón de alcohol) se define como la ingestión de al menos 60 gramos de alcohol puro (aproximadamente 6 «cañas») que resulte en una tasa de alcoholemia de al menos 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre 2.
Ahora bien, en alcohólicos crónicos se observan desequilibrios de la microbiota intestinal, o disbiosis, que son más pronunciados cuanto más agudas sean las necesidades compulsivas de consumir alcohol. Estas disbiosis provocan inflamación que llega a afectar al cerebro, generando problemas de gestión de las emociones y (sidenote: Cognición social Capacidad para comprender y gestionar las interacciones sociales. Beaudoin C, Beauchamp MH. Social cognition. Handb Clin Neurol. 2020;173:255-264. ) . Sin embargo, estudios recientes indican que la disbiosis y las alteraciones del eje intestino-cerebro también podrían estar implicadas en el desarrollo de dependencia del alcohol.
Identificar signos de vulnerabilidad al alcoholismo en jóvenes aficionados al binge drinking
Un equipo de investigadores irlandeses decidió explorar las relaciones entre la disbiosis, la inflamación, las necesidades compulsivas de beber y los trastornos del control de las emociones en jóvenes aficionados al binge drinking. Para ello, reunieron a 71 hombres y mujeres de 18 a 25 años, que no eran dependientes del alcohol. Realizaron una valoración neuropsicológica de los participantes y recogieron muestras de fluidos biológicos para detectar la presencia de marcadores de inflamación, así como muestras de heces para analizar su microbiota intestinal. Durante 3 meses, los participantes registraron su consumo de alcohol y sus necesidades compulsivas de alcohol.
Uno de cada tres jóvenes El «binge drinking», también conocido como «atracón de alcohol» o «borrachera exprés» en España, es el trastorno por consumo de alcohol más frecuente en los países occidentales ya que uno de cada tres jóvenes europeos y norteamericanos lo practica regular
(sidenote: Misión interministerial francesa de lucha contra las drogas y conductas adictivas: «binge drinking» https://www.drogues.gouv.fr/le-binge-drinking ) .
Trastornos cognitivos y transición al alcoholismo
Al final del estudio, los investigadores observaron que, en los jóvenes aficionados a los atracones de alcohol, aparecían disbiosis relacionadas específicamente con trastornos cognitivos. La alteración del (sidenote: Reconocimiento de las emociones Capacidad para identificar y describir estados emocionales propios y ajenos. Cabé N, Laniepce A, Boudehent C et al : Repérage des troubles cognitifs liés à l’alcool, La Revue du Praticien, 20/10/2019, 69(8);904-8 ) y la impulsividad guardaban relaciones con cambios en la presencia de determinados grupos bacterianos. El deseo incontrolable de consumir alcohol también estaba asociado con una reducción de otra especie bacteriana y con un aumento de los marcadores de inflamación. Conforme a las expectativas de los investigadores, un mayor número de atracones de alcohol produjo un aumento en la impulsividad, que es un conocido factor de aceleración de la transición al alcoholismo.
Los investigadores llegaron a la conclusión de que el «binge drinking» se asocia con alteraciones de la microbiota intestinal que están presentes incluso antes de la aparición de dependencia del alcohol. Sin embargo, prefieren ver el vaso medio lleno y considerar que sus descubrimientos podrían contribuir al desarrollo de nuevas intervenciones dietéticas o con prebióticos/probióticos dirigidas a mejorar la disbiosis asociada con el consumo de alcohol en los adolescentes.
La microbiota intestinal
Atención
El abuso del alcohol es peligroso para la salud, consúmelo con moderación.
2. Seguridad vial: «Las bebidas alcohólicas de alta graduación elevan la tasa de alcoholemia con mayor rapidez.» ¿Verdad o mentira? https://www.securite-routiere.gouv.fr/etudes-et-medias/info-intox/un-verre-represente-10-g-dalcool-pur