La cerveza con o sin alcohol, nueva aliada de nuestro intestino
Una cerveza al día aleja al médico… ¡Este nuevo proverbio, inspirado en un estudio portugués que destaca las virtudes de la cerveza (con y sin alcohol) para la microbiota intestinal y la salud en general, debería complacer a los amantes de la birra!
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Acerca de este artículo
El consumo excesivo de bebidas alcohólicas es responsable de 3 millones de muertes cada año y podría ser el elemento desencadenante de más de 200 enfermedades.1 En cambio, siempre que se consuma (sidenote: Moderación Para los adultos que tienen la edad legal para beber alcohol, las recomendaciones nutricionales estadounidenses aconsejan limitar el consumo diario a 2 vasos al día en el hombre y 1 vaso al día en la mujer. Incluso a dosis bajas, el alcohol puede ser peligroso. https://www.niaaa.nih.gov/alcohol-health/overview-alcohol-consumption/moderate-binge-drinking ) , la cerveza podría ser beneficiosa para la salud (en particular, para la prevención del riesgo cardiovascular). Dichos efectos beneficiosos se han observado desde hace lustros tanto con el vino como con la cerveza, aunque no se sabe si se deben a un consumo moderado o a los compuestos contenidos en estas bebidas, como los (sidenote: Polifenol Molécula orgánica presente en las materias vegetales. https://www.medicalnewstoday.com/articles/319728 ) que se encuentran en gran cantidad en la cerveza.
¿Un efecto beneficioso… con o sin alcohol?
Para salir de dudas, un equipo de investigadores portugueses2 realizó un estudio que comparó los efectos de la cerveza con y sin alcohol sobre la microbiota intestinal y los marcadores de la salud cardiometabólica (peso, porcentaje de masa grasa, concentración de colesterol, resistencia a la insulina…).
181 litros Es el consumo anual de cerveza por habitante en la República Checa.
1° Este convierte a este pequeño país europeo en el primer consumidor mundial, muy por delante del segundo, Austria, con «solamente» 97 litros/habitante.
Sin abandonar sus hábitos alimentarios, 10 hombres bebieron en cada cena durante 4 semanas 33 cl de Lager (cerveza rubia con un contenido de alcohol del 5,2%), mientras que otros 9 bebieron una cerveza sin alcohol.
Una microbiota intestinal más diversificada
Buena (y sorprendente) noticia para los amantes de la cerveza: no se registró ningún aumento de peso y ninguna elevación de las enzimas hepáticas. Cabe señalar que tampoco se observó ninguna variación importante de los marcadores de salud cardiometabólica. Los análisis de heces, por su parte, revelaron una mayor diversidad de los microorganismos de la microbiota intestinal (garantía de buena salud), además de una tendencia a un aumento en la actividad de la fosfatasa alcalina fecal, un marcador de la función de barrera intestinal, independientemente del tipo de cerveza consumida. Así pues, los compuestos presentes en la cerveza parecen superar a los efectos nocivos del alcohol sobre la microbiota intestinal.
La microbiota intestinal
Beneficios relacionados con los polifenoles
Según los científicos, estos beneficios podrían atribuirse a los polifenoles, así como al isoxantohumol, una sustancia antioxidante muy abundante en la cerveza que disminuye el riesgo de enfermedades crónicas. Estos compuestos se encuentran en mayores cantidades en la cerveza no filtrada y podrían tener un impacto aún mayor en la salud de la microbiota intestinal, según sugieren los investigadores.
Se necesitan más estudios para confirmar estos resultados. Mientras tanto, conviene optar por la moderación.
Atención
El abuso del alcohol es peligroso para la salud, consúmelo con moderación.