Un estudio pionero revela que el agua de cada hogar tiene su propia microbiota
Un equipo de investigadores acaba de demostrar que la microbiota del agua del grifo de cada hogar tiene su propio perfil característico. Sin embargo, la presencia simultánea de bacterias patógenas y genes de resistencia a los antibióticos suscita muchas dudas...
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Acerca de este artículo
¿Cree que el agua que sale del grifo del fregadero de la cocina es la misma que la de la ducha y que la del vecino? ¿Y cree que, en general, el agua es segura? ¡Nada más lejos de la verdad!
Tienen microbiotas muy diferentes –porque el agua también contiene diversos grupos de microorganismos– y estas poblaciones suponen riesgos para la salud. Pero esto no es todo: según un nuevo estudio 1 publicado en la revista Nature, también comparten mecanismos de resistencia a los antibióticos.
Microorganismos: microbios valiosos para la salud humana
Existen pocos estudios sobre la calidad del agua del grifo
Normalmente, la gran mayoría de los microorganismos presentes en el agua potable no son perjudiciales para el ser humano. Como parte integrante de nuestro exposoma, pueden incluso contribuir al equilibrio de nuestra microbiota intestinal. Sin embargo, el agua potable también es un medio que puede contener genes de resistencia a los antimicrobianos (lo que se conoce como el «resistoma» del agua) y microorganismos patógenos.
Mientras que la calidad del agua potable en las redes de distribución de las ciudades es objeto de una estrecha vigilancia, poco se sabe sobre la calidad del agua que sale de los grifos de las viviendas. Sin embargo, algunas características específicas (menor diámetro de las tuberías, temperaturas más elevadas, estancamiento nocturno, tipo de calentador de agua, etc.) pueden influir en las comunidades bacterianas que viven en el agua.
El agua potable, fuente de vida... y de microorganismos
Para averiguar más sobre estas características, los investigadores reclutaron a residentes de 11 hogares de la ciudad de San Luis, Misuri (EE.UU.), pidiéndoles que tomaran muestras del agua que salía de los grifos de la cocina y la ducha durante una semana, con el fin de estudiar las variaciones diarias de la microbiota y el resistoma.
La transferencia de genes de resistencia es una bomba de tiempo
El análisis bacteriano del agua del grifo permitió identificar una cepa denominada Pseudoxanthomonas mexicana, portadora de un gen de resistencia a los antibióticos betalactámicos. Esta bacteria llamó la atención de los investigadores porque varios estudios sugieren que la bacteria Pseudomonas aeruginosa resistente a betalactámicos, un patógeno muy común implicado en infecciones nosocomiales, pudo adquirir su gen de resistencia... a través de Pseudoxanthomonas mexicana. En opinión de los investigadores, no se debe ignorar el riesgo de que el uso de agua potable contaminada por Pseudoxanthomonas mexicana facilite la transferencia del gen de resistencia a las bacterias de la microbiota humana.
Este estudio arroja luz sobre la importancia de nuestro exposoma y revela la existencia de una microbiota única en el agua doméstica. Si bien estos conocimientos abren nuevas perspectivas para mejorar la seguridad del agua, por el momento se necesitan más investigaciones a gran escala
Descubrimientos de capital importancia
Sorprendentemente, los resultados de los análisis indican que el agua de cada hogar presenta un perfil microbiano específico, diferente al del resto de hogares. Además, la microbiota del agua de la cocina es diferente a la del agua de la ducha.
50% Una bacteria responsable de infecciones cutáneas, estaba presente en el 50% de las viviendas.
Los investigadores también identificaron varios microorganismos patógenos, sobre todo en el agua de la ducha. Por ejemplo, Mycobacterium chelonae, una bacteria responsable de infecciones cutáneas, estaba presente en el 50% de las viviendas.
Pero lo que realmente llamó la atención de los investigadores fue la presencia de genes de resistencia a los antimicrobianos, esta vez con un perfil similar entre los distintos hogares. De hecho, encontraron 162 genes de este tipo, algunos de los cuales son capaces de conferir resistencia al aztreonam y al meropenem, dos antibióticos de primera importancia que se utilizan para tratar infecciones resistentes.
Según los científicos, resulta esencial establecer una mejor vigilancia del resistoma presente en los hogares, así como una mejor vigilancia de los microorganismos patógenos. Al fin y al cabo, existe un riesgo importante de que los genes de resistencia sean transferidos a los patógenos contenidos en el agua y a las bacterias de nuestra microbiota.