El agua, ¿fuente de vida para la microbiota?
«No te fíes del agua tranquila», proclama un dicho popular francés. Y tampoco te fíes de su procedencia porque su origen (agua de pozo, del grifo, filtrada, embotellada) y la cantidad que se bebe determinan la composición de la microbiota intestinal.
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Acerca de este artículo
Agua de pozo, del grifo, agua filtrada, agua embotellada: no todas las aguas son iguales en términos de origen (manto freático, agua de superficie...), de tratamiento (filtración, desinfección...) y, por lo tanto, de composición química, mineral o microbiana. Aunque el agua representa el volumen más grande ingerido diariamente, muy por delante de los alimentos, a menudo es el pariente pobre de los estudios científicos sobre la alimentación y la microbiota; se ha observado con lupa el efecto de los alimentos (chocolate negro, aguacate, té…) y el de algunas bebidas (refrescos, alcohol, zumo de remolacha…), pero al agua le costó llegar a la mesa de los laboratorios.
Afortunadamente, esto es cosa del pasado; de hecho, el agua parece desempeñar un papel importante en la composición de la microbiota intestinal, regada todos los días con 2 litros de bebidas. En cualquier caso, esto es lo que se desprende de los trabajos de un equipo de investigadores1 que analizó los datos de un estudio anterior realizado en una población de sujetos británicos2 y estadounidenses3.
- 2,7 L/día de agua en las mujeres
- 3,7 L/día en los hombres
- del 70 al 80 % procedente de bebidas y el resto de alimentos
- 2,0 L/día de agua en las mujeres
- 2,5 L/día en los hombres
- el 80 % procedente de bebidas y el resto de alimentos.
Un efecto cualitativo…
¿Cuál es el resultado? El origen del agua potable es un factor clave que podría explicar las variaciones de composición de la microbiota intestinal. Su influencia es comparable a la del consumo de alcohol e incluso del tipo de dieta. A cada tipo de agua consumida le corresponde una microbiota intestinal característica. ¿Bebe principalmente agua de pozo? Su microbiota intestinal tiene todas las posibilidades de ser más diversificada que si bebe agua del grifo, agua filtrada o embotellada. Y su tubo digestivo sin duda albergará más bacterias Dorea y menos Bacteroides, Odoribacter y Streptococcus. ¿Cómo se explica esta diferencia? Quizá porque el agua de pozo contiene de forma natural comunidades microbianas más diversificadas que el agua del grifo, por falta de desinfección sistemática.
La microbiota intestinal
… y cuantitativo
Pero no se trata solo del origen del agua que se bebe. La cantidad también importa. Así, la microbiota de las personas que beben poca agua (sea cual sea la fuente) difiere de la de los grandes consumidores. En los que beben poco, se observa, por ejemplo, una mayor cantidad de Campylobacter, una bacteria asociada a las infecciones intestinales. Algo que nos incita a empinar más el codo, ¡siempre que sea para beber agua!
2. EFSA Panel on Dietetic Products, Nutrition, and Allergies (NDA). Scientific opinion on dietary reference values for water. EFSA J 2010;8(3):1459
3. Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for water, potassium, sodium, chloride, and sulfate. Washington (DC): National Academies Press; 2005