Una copa, vale, tres copas…: ¿y si la microbiota intestinal también decidiera?
Apetencia, tolerancia, abuso, dependencia… Frente al alcohol, no todos somos iguales. Diferentes factores biológicos o ambientales influyen sobre nuestra motivación para beber y nuestra vulnerabilidad al alcoholismo. La microbiota intestinal forma parte de ellos, según un artículo publicado en la revista Nature.1
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Acerca de este artículo
Los estudios lo demuestran: el alcohol influye en la composición de la microbiota intestinal…, que a su vez influye sobre nuestro comportamiento. ¿También respecto al alcohol? Un grupo de investigadores españoles decidió comprobarlo cotejando el consumo de alcohol semanal con el análisis de la microbiota intestinal de 507 estudiantes. Primero observaron que cuanto más bebían los estudiantes, más duras eran sus heces, típicas del estreñimiento. Fue un resultado sorprendente porque se pensaba que el alcohol producía más bien diarrea. Después descubrieron que, entre los estudiantes que bebían más alcohol y los que no bebían, la principal diferencia en la composición de la microbiota intestinal afectaba a la clase de las (sidenote: Actinobacterias Las actinobacterias constituyen uno de los cuatro grupos bacterianos (filos) más importantes de la microbiota intestinal, junto con Bacteroidetes, Firmicutes y Proteobacteria. Entre las actinobacterias cabe mencionar las bifidobacterias, que son las más abundantes en la microbiota intestinal. Binda C, Lopetuso LR, Rizzatti G, et al. Actinobacteria: a relevant minority for the maintenance of gut homeostasis. Digestive and Liver Disease. 2018 May 1;50(5):421-8. ) , que eran claramente más abundantes en los primeros que en los segundos.
Los trastornos por consumo de alcohol, un reto de salud pública
Cáncer, enfermedades del hígado (cirrosis, hepatitis, pancreatitis...), enfermedades cardiovasculares, trastornos cognitivos, trastornos psíquicos... Los trastornos por consumo de alcohol, en otras palabras, un consumo de alcohol que provoca problemas de salud, afectan a más de 100 millones de personas en el mundo. El grupo de edad más afectado es el de 25 a 34 años. En Rusia, 1 persona de cada 10 entre 30 y 34 años es alcohólica.2 Cada año, el alcoholismo mata a 3 millones de personas en el mundo.3
Las ratas que reciben la microbiota de un congénere alcohólico se convierten en ratas borrachas
Los científicos continuaron sus investigaciones en ratas: convirtieron a un grupo de animales en dependientes del alcohol y trasplantaron su microbiota fecal a ratas «sobrias». Dos semanas después de la intervención, estas últimas preferían beber agua que contuviera alcohol en lugar de agua pura cuando se les daba a elegir entre estas dos bebidas, en comparación con las ratas de «control». Según los investigadores, este plazo indica que el cambio en la composición de la microbiota intestinal es la causa y no la consecuencia del aumento del consumo de alcohol. La microbiota intestinal de la rata alcohólica es, en la rata receptora, un factor de predisposición a un mayor deseo de consumir alcohol, que a su vez aumenta el crecimiento de ciertas bacterias que se benefician del alcohol. A través del «eje intestino-cerebro», también podría afectar a los circuitos neuronales llamados «de recompensa», implicados en el desarrollo de las adicciones.
Por ello, los científicos sugieren que la microbiota intestinal modifica el comportamiento frente al alcohol. Un estudio reciente, esta vez en el ser humano, parece confirmarlo, pero con un resultado positivo: las personas alcohólicas vieron sus ganas de beber alcohol fuertemente reducidas después de un trasplante de microbiota fecal procedente de personas no alcohólicas.
La microbiota intestinal
El bebedor podría dejar de beber gracias a los probióticos
El análisis de la microbiota intestinal de las ratas alcohólicas donantes y receptoras sugiere que el género bacteriano Porphyromonas, menos abundante que en los controles, se asocia a su mayor deseo de consumir alcohol. Los investigadores no encontraron un género bacteriano específico que fuera más abundante, pero en otros estudios, las actinobacterias eran, como en el ser humano, más abundantes en ratones alcohólicos. No obstante, consideran que, en el ser humano, intervenir en la microbiota intestinal, por ejemplo, con probióticos y/o prebióticos, podría ayudar a tratar los trastornos por consumo de alcohol. ¡Sin embargo, aún falta descubrir los géneros y especies adecuados!
Atención
El abuso del alcohol es peligroso para la salud, consúmelo con moderación.
2.Ritchie H, Roser M. Alcohol Consumption. Our World Data (April 2018, revised January 2022) : https://ourworldindata.org/alcohol-consumption
3. WHO. Key facts : Alcohol (9 May 2022) : https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/alcohol