Vaginosis bacteriana: transmisión sexual y consideraciones genómicas
En una nueva investigación, se examina cómo la vaginosis bacteriana podría propagarse por contacto sexual, mediante un detallado análisis genético y un método de inclusión de participantes único para hacer el seguimiento de las bacterias en redes personales.
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El 44% De las mujeres sabe que la vaginosis bacteriana está asociada a un desequilibrio de la microbiota vaginal
La (sidenote: Vaginosis bacteriana La vaginosis bacteriana (VB) es un tipo de inflamación vaginal causada por un desequilibrio de las especies de bacterias que están presentes de forma natural en la vagina. ) (VB) suele ser un signo revelador de un desequilibrio en la microbiota vaginal, una enfermedad que podría tener su origen en la transmisión sexual de bacterias. Aunque la comunidad científica admite la posibilidad de que exista ese tipo de transmisión, este mecanismo no se había podido comprender de forma definitiva. Investigadores estadounidenses de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland han examinado la similitud entre las cepas bacterianas de parejas sexuales y redes sexuales más amplias para entender mejor la transmisión sexual y mejorar el tratamiento de la enfermedad en ambos miembros de la pareja. 1
El efecto bola de nieve
En la investigación clínica se utilizó un método conocido como «inclusión en bola de nieve», una técnica en la que los participantes iniciales del estudio buscan a los participantes futuros de sus redes personales para que se incorporen. Este enfoque asegura un muestreo naturalista de la población que refleja las interacciones de la vida real. En este caso, el estudio consistía en cuatro oleadas y se incluyeron 138 participantes, predominantemente hombres y mujeres jóvenes afroamericanos, todos los cuales dieron positivo para infecciones de transmisión sexual como clamidiosis o gonorrea.
Los investigadores tomaron muestras de hisopados de la vagina y el pene y las analizaron mediante secuenciación del metagenoma completo, un método que lee las secuencias genéticas enteras presentes en una muestra, lo que permite realizar un análisis detallado de la comunidad microbiana. Utilizaron herramientas como inStrain para evaluar la «concordancia de cepas», o el grado de similitud genética, entre las bacterias que se hallaron en distintos participantes, lo que ayudó a identificar si las cepas se propagan mediante contacto sexual.
Solo 1 de cada 2 mujeres conocen las variaciones en la composición de la microbiota vaginal en las diferentes etapas de su vida.
Patrones de transmisión
De los 54 participantes, en el estudio se encontraron 115 casos de coincidencia parcial de cepas bacterianas de 25 especies. Es interesante señalar que Lactobacillus iners se transmitió en el 6 % de las participantes, lo que apunta hacia vías de transmisión directa en interacciones del mismo sexo. En una comparación directa, se reveló una tasa significativamente mayor de cepas de bacterias compartidas entre contactos sexuales que entre los que no habían tenido contacto sexual.
La mayoría (94 %) de los casos de concordancia se dieron entre personas que no habían tenido contacto sexual, incluida una amplia aparición de cepas de Gardnerella swidsinskii y Lactobacillus crispatus entre las mujeres, frente a un 6 % entre contactos, lo que subraya el papel fundamental que desempeña la actividad sexual en la propagación de cepas bacterianas concretas. La inesperada tasa elevada de concordancia entre personas sin contacto sexual indica que los factores comunitarios y ambientales desempeñan un papel importante en la transmisión de bacterias, lo que da a entender que existe una red de intercambio de bacterias más compleja de lo que se pensaba.
Implicaciones clínicas: una llamada de atención para los profesionales sanitarios
Es interesante señalar que, en una encuesta del International Microbiota Observatory , se reveló que, de 6500 participantes, solo el 18 % comprendía totalmente qué es la microbiota vaginal. Solo 1 de cada 3 mujeres sabía que las bacterias de la microbiota vaginal son seguras para la vagina (37 %) y que la vaginosis bacteriana está asociada a un desequilibrio en la microbiota vaginal (35 %). 2 Este desconocimiento subraya la necesidad de utilizar un enfoque transformador para el tratamiento de la vaginosis bacteriana (VB) y de enfermedades relacionadas con esta.