Nuevas perspectivas sobre las dinámicas del microbioma vaginal: conceptos revolucionarios para la salud femenina
En las nuevas investigaciones 1 sobre las dinámicas del microbioma vaginal se revela que este fluctúa con el tiempo, lo que aporta una visión más amplia que la instantánea tradicional. Este descubrimiento podría transformar cómo evaluamos y tratamos la salud femenina, en especial las afecciones como la vaginosis bacteriana.
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¿Cómo cuantificamos la salud vaginal?
En las investigaciones recientes se ha descubierto una nueva capa de complejidad para comprender el microbioma vaginal al revelar que su estado es cambiante. Tradicionalmente, la comunidad científica ha empleado el (sidenote: Criterio de Nugent Sistema de criterio diagnóstico empleado para evaluar la vaginosis bacteriana según la presencia y la proporción de determinadas bacterias en una muestra vaginal mediante tinción de Gram. ) 2 y los tipos de estado de comunidad microbiana (CST) 3 para clasificar los microbiomas vaginales.
El criterio de Nugent evalúa la salud del microbioma mediante el microscopio, calculando una calificación basada en la abundancia de morfotipos bacterianos asociados a una microbiota «sana» o relacionada con la vaginosis bacteriana. Por su parte, los CST clasifican el microbioma vaginal en cinco tipos según las bacterias dominantes e indica, o bien estados «eubióticos» con predominio de Lactobacillus, o bien estados diversos con pocos Lactobacillus, asociados a la disbiosis.
Sin embargo, un nuevo enfoque llamado dinámicas de la comunidad vaginal (VCD, por sus siglas en inglés) recoge las fluctuaciones del microbioma a lo largo del tiempo y muestra que estas clasificaciones solo representarían instantáneas en lugar de la auténtica estabilidad del microbioma. Esta nueva perspectiva tiene importantes implicaciones para la salud femenina, desde los programas de diagnóstico hasta el tratamiento personalizado de afecciones como la vaginosis bacteriana.
Identificación de las dinámicas del microbioma con VCD
En el reciente estudio 1 dirigido por la Dra. Ina Schuppe‑Koistinen y la Prof.a Henriette Svarre Nielsen del Instituto Karolinska se observaron las transiciones diarias del microbioma de 49 jóvenes durante un ciclo menstrual completo y descubrieron cuatro VCD distintas: eubiótica constante (estable y con predominio de Lactobacillus), disbiótica constante (disbiosis crónica), disbiótica menstrual (dominio de Lactobacillus perturbado solo durante la menstruación) y disbiótica inestable (cambios frecuentes en la composición microbiana).
Estas VCD señalan la estabilidad o inestabilidad microbiana única de cada persona en respuesta a factores externos como la menstruación y la actividad sexual, factores que suelen pasarse por alto tanto en los CST como en el criterio de Nugent.
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Bacteriófagos y bacteriocinas: elementos clave de la estabilidad del microbioma vaginal
En el estudio también se reveló que los bacteriófagos y las bacteriocinas podrían influir en las dinámicas del microbioma. Se observó una mayor actividad de los bacteriófagos en VCD inestables, lo que indica un potencial papel de estos en la reducción selectiva de poblaciones de Lactobacillus. Además, algunas cepas de Gardnerella en VCD disbióticas contenían genes bacteriocinas que podrían inhibir las Lactobacillus spp. beneficiosas y contribuir a la inestabilidad del microbioma. Estos datos podrían desembocar en nuevos tratamientos destinados a estabilizar el microbioma vaginal fijándose en bacteriófagos y bacteriocinas.
Por qué las VCD podrían transformar la práctica clínica
El cambio de una clasificación estática a una dinámica es muy prometedor para las aplicaciones clínicas. Mientras el criterio de Nugent y los CST pueden indicar estados «sanos» o «disbióticos» a partir de muestras aisladas, las VCD ofrecen datos sobre la resistencia del microbioma y revelan con qué frecuencia cambia el microbioma de una persona hacia la disbiosis. Por ejemplo, gracias a las VCD, los profesionales clínicos podrían identificar a las pacientes propensas a las perturbaciones frecuentes del microbioma y diseñar tratamientos preventivos personalizados.
Este enfoque transformaría el tratamiento de afecciones como la vaginosis bacteriana, donde las fluctuaciones del microbioma son comunes, y mejoraría los resultados al adecuar el tratamiento a la estabilidad única del microbioma de cada paciente.