La resistencia a los antibióticos es un conjunto de varios problemas interconectados

¿Cómo podemos vigilar los genes resistentes a los antibióticos? ¿Cómo podemos prevenir la resistencia a los antibióticos? ¿Cuál es la relación entre la resistencia a los antibióticos y la microbiota? Aquí encontrará las respuestas a todas sus preguntas.

Fecha de publicación 08 Noviembre 2022
Fecha de actualización 08 Noviembre 2022
Photo: Antibiotic resistance is a web of several problems (HCPs)

Acerca de este artículo

Fecha de publicación 08 Noviembre 2022
Fecha de actualización 08 Noviembre 2022

Índice

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Para celebrar la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antibióticos (18-24 de noviembre), el Instituto de la Microbiota concede la palabra a dos expertos en la resistencia a los antibióticos: la (sidenote: La Dra. Windi Muziasari ha acumulado años de experiencia y conocimientos sobre cómo vigilar la resistencia a los antibióticos en el medioambiente, gracias al uso de una tecnología de alto rendimiento de obtención de perfiles genéticos, durante su doctorado y su posdoctorado en la Universidad de Helsinki (Finlandia). Pero ella quería, además, que otros investigadores también pudieran acceder fácilmente a esta tecnología, por lo que dejó el mundo académico y se pasó al emprendimiento, con la fundación de Resistomap en 2018. La misión de Resistomap, que tiene su sede en Helsinki, es reducir la propagación de la resistencia a los antibióticos gracias a unas potentes herramientas de vigilancia. Resistomap combina los métodos genéticos moleculares y la ciencia de datos para ofrecer un servicio de detección y cuantificación de los genes con resistencia a los antibióticos presentes en las muestras medioambientales, por ejemplo, procedentes de aguas residuales y suelos. Desde que está plenamente operativa, en enero de 2019, Resistomap ha participado en más de 250 proyectos y ha analizado más de 7000 muestras medioambientales en 40 países. ) , doctora y directora general de Resistomap, y el Prof. (sidenote: Christian G. Giske es el director médico de bacteriología, micobacteriología y micología del Hospital Universitario Karolinska, de Solna (Suecia). También es el responsable del Servicio de Microbiología Clínica y del Servicio de Inmunología Clínica del Departamento de Medicina de Laboratorio del Instituto Karolinska, donde también dirige un grupo de investigación. Las actividades investigadoras más importantes del grupo de investigación de Giske se centran en la caracterización profunda de los mecanismos moleculares de resistencia y virulencia, y en la epidemiología molecular de los bacilos entéricos multirresistentes a los medicamentos. La investigación de Giske es muy traslacional e implica una estrecha colaboración con las unidades de enfermedades infecciosas (incluida la micobacteriología), hematología y cuidados intensivos. Giske también tiene una amplia trayectoria de colaboraciones internacionales, forma parte del consejo consultivo de la red europea de vigilancia de la resistencia del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y es presidente del Comité Europeo de Pruebas de Sensibilidad a los Antimicrobianos. ) , del Instituto Karolinska de Suecia.

¿Qué es la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos?

Desde 2015, la OMS organiza cada año la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos (WAAW), cuyo objetivo es sensibilizar al público sobre la resistencia mundial a los antimicrobianos. Esta campaña, que tendrá lugar del 18 al 24 de noviembre, alienta al público general, a los profesionales sanitarios y a los responsables a hacer un uso razonable de los antimicrobianos para evitar el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos.

¿Por qué la resistencia a los antibióticos es un problema de salud pública muy importante?

Dra. Windi Muziasari

La resistencia a los antibióticos es sin duda una amenaza para la salud mundial y causa más de 1,2 millones de muertes cada año1. La resistencia a los antibióticos es la situación que se produce cuando los antibióticos dejan de ser eficaces para tratar las infecciones bacterianas. Esto puede hacernos retroceder a la época anterior al descubrimiento de los antibióticos por Alexander Flemming en 1928. Las enfermedades infecciosas bacterianas, como la tuberculosis, la neumonía y una simple infección del tracto urinario, podrían volver a matarnos y, en el peor de los casos, realizar cualquier intervención quirúrgica y dar a luz a un bebé podrían tener unas tasas de mortalidad muy elevadas. Los antibióticos se utilizan mucho tanto en la medicina humana como en la animal, lo que acelera el aumento de los niveles de resistencia a los antibióticos de las bacterias.

Pr. Christian G. Giske

La resistencia a los antibióticos engloba, en realidad, una maraña de problemas diversos. Varía mucho según el ámbito geográfico, en función de si el problema se limita a las infecciones contraídas en un hospital o si también se ha extendido a la comunidad. Los resultados de la resistencia a los antibióticos están bien documentados: esta provoca una mayor mortalidad, unas hospitalizaciones más largas, un aumento de los costes de la asistencia sanitaria y más efectos secundarios relacionados con los tratamientos. En muchos casos, algunas infecciones hospitalarias pueden ser extremadamente difíciles de tratar. La resistencia a los antibióticos también genera un temor a que se produzcan complicaciones en las operaciones quirúrgicas complejas o en los tratamientos inmunodepresores —infecciones con cepas altamente resistentes a los medicamentos que comprometen gravemente los resultados de otros tratamientos—. Las infecciones hospitalarias no suelen afectar a muchos individuos, pero, a pesar de ello, representan un problema de salud pública, debido al temor de que no sea posible controlar estas infecciones resistentes. Para el paciente individual, las consecuencias pueden ser nefastas, pero para los demás pacientes de la misma unidad hospitalaria a los que se les pueden transmitir estas cepas resistentes también pueden serlo. Las infecciones comunitarias afectan a más personas y también provocan un aumento de las hospitalizaciones, con lo que impactan en la capacidad de la asistencia sanitaria. No existe una solución única para el problema de la resistencia a los antibióticos, sino que se necesita una combinación compleja de varios enfoques de atenuación de la problemática.

Los antibióticos, elemento clave del arsenal terapéutico moderno, han salvado millones de vidas. Sin embargo, su uso excesivo y a veces inadecuado puede conducir a la aparición de distintas formas de resistencia en los microorganismos. Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) organiza la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos (WAAW) para sensibilizar a la población sobre este problema de salud pública. Lea la página dedicada a este asunto:

Resistencia a antibioticos: la microbiota en primer plano

El uso masivo y a veces inadecuado de antibióticos los hace cada vez menos efic…

Usted vigila los genes resistentes a los antibióticos en los hospitales recogiendo muestras de las aguas residuales. ¿Podría explicarnos por qué? Y ¿por qué no recoge muestras directamente de los pacientes para cuantificar estos genes?

W. Muziasari: El modo actual de vigilancia de la resistencia a los antibióticos en los hospitales tiene dos limitaciones importantes. En primer lugar, la vigilancia actual se centra principalmente en un número limitado de bacterias patógenas. Y, en segundo lugar, con frecuencia se basa en una vigilancia pasiva de las bacterias aisladas de los pacientes. Esto provoca una detección tardía de los brotes, genera datos no comparables y conduce a una incapacidad para captar otras bacterias patógenas y otros perfiles de resistencia a los antibióticos que con frecuencia portan las bacterias comensales.

La vigilancia basada en las aguas residuales es un método potencialmente valioso, que se sumará a las opciones que actualmente se utilizan para vigilar la resistencia a los antibióticos en los hospitales. Aunque no sustituye a los métodos de vigilancia existentes, la vigilancia de las aguas residuales puede proporcionar datos que de otro modo serían difíciles de conseguir y convertirse en el método más fácil para obtener una información completa sobre la prevalencia de la resistencia a los antibióticos en los hospitales. Como los detritus de todos los pacientes se vierten en las aguas residuales, la vigilancia de estas puede cubrir una gama más amplia de perfiles de resistencia a los antibióticos, en comparación con los datos parciales que se obtienen de unas pocas bacterias patógenas seleccionadas. Además, para analizar las muestras de las aguas residuales no se necesita el consentimiento informado de los pacientes, lo que limita las preocupaciones de índole ética. Los obstáculos prácticos y logísticos para tomar muestras de las aguas residuales también son limitados. Por lo tanto, la vigilancia basada en las aguas residuales puede usarse para entender mejor el desarrollo y la propagación de las bacterias resistentes a los antibióticos en los hospitales y servir de sistema de alerta temprana para los brotes futuros.

¿De qué manera sus investigaciones y su tecnología ayudan a los médicos a prevenir la resistencia a los antibióticos?

W. Muziasari: Gracias a la vigilancia basada en las aguas residuales, los médicos tendrán una información detallada de los niveles de resistencia a los antibióticos que hay en sus hospitales a lo largo del tiempo.

Resultado 1. Los hospitales se percatan de las tendencias que apuntan hacia posibles brotes.

Los hospitales obtendrán una visión más completa de la presencia de genes y bacterias patógenas con resistencia a los antibióticos, lo que les permitirá identificar los posibles brotes en una fase temprana. Gracias a ello, los hospitales estarán más preparados para adoptar las medidas de atenuación necesarias para reducir los brotes de bacterias resistentes a los antibióticos en los hospitales.

Resultado 2. Los hospitales toman conciencia de las repercusiones que las actuales prácticas de prescripción de fármacos tienen sobre la aparición de la resistencia a los antibióticos.

Los hospitales podrán comparar los niveles de resistencia a los antibióticos con el uso de estos en un plazo de tiempo determinado. De este modo, los hospitales tomarán conciencia de las consecuencias que las actuales prácticas de prescripción de fármacos tienen sobre la aparición de la resistencia a los antibióticos. Por lo tanto, se fomentará la mejora de la normativa sobre la prescripción de antibióticos, lo que permitirá optimizar el uso de los antibióticos en los hospitales.

Resultado 3. Los hospitales son conscientes de la calidad de las aguas residuales que se vierten en el medioambiente.

Las aguas residuales de los hospitales suelen tratarse en instalaciones de depuración de aguas residuales municipales o propias, antes de verterse en el medio acuático. Los hospitales tendrán información adicional sobre la calidad del caudal de agua que se vierte en el espacio comunitario. Y se espera que esta información anime a los hospitales a mejorar su gestión de las aguas residuales, lo que garantizará que las comunidades locales tengan acceso a un agua segura por lo que se refiere a la resistencia a los antibióticos.

¿Cuál es la relación entre la resistencia a los antibióticos y la microbiota?

C. G.Giske: Muchas cepas resistentes se adquieren primero como colonizadoras del microbioma humano —ya sea intestinal o respiratorio—. En cuanto el microbioma adquiere dichas cepas, estas pueden convertirse en colonizadoras a largo plazo y provocar en ocasiones infecciones en el anfitrión o incluso propagarse a otras personas que pueden ser más sensibles a las infecciones bacterianas. Por lo tanto, la colonización por cepas resistentes conlleva un riesgo significativo de desarrollo de infecciones resistentes, tanto para el anfitrión como para las personas cercanas al anfitrión original. Además, dentro del microbioma, las cepas pueden intercambiar material genético fácilmente y transmitir la resistencia a otras cepas bacterianas —en ocasiones, a cepas que están más adaptadas al intestino del anfitrión, con lo que pueden permanecer en el microbioma durante mucho tiempo—. La vigilancia de la colonización del microbioma por cepas resistentes es una parte muy importante del control de las infecciones, ya que permite tomar decisiones fundamentadas respecto de los pacientes que tienen que ser hospitalizados en habitaciones individuales y tratados por un personal específico, por ejemplo, para evitar las posibles transmisiones.

Les presentamos al Profesor Sørensen, ganador de la bolsa internacional 2022 de la Biocodex Microbiota Foundation.

Su equipo fue el primero en lanzar un estudio de gran evergadura sobre el resistoma de 700 niños, que permitirá dar un paso agigantado en la comprensión de la evolución y diseminación de la resistencia a los antimicrobianos en el intestino humano al principio de la vida.

Descubra su proyecto de investigación

¿La microbiota puede ayudar a los investigadores a abordar la resistencia a los antibióticos?

C. G.Giske: Muchas cepas resistentes se adquieren primero como colonizadoras del microbioma humano —ya sea intestinal o respiratorio. En cuanto el microbioma adquiere dichas cepas, estas pueden convertirse en colonizadoras a largo plazo y provocar en ocasiones infecciones en el anfitrión o incluso propagarse a otras personas que pueden ser más sensibles a las infecciones bacterianas. Por lo tanto, la colonización por cepas resistentes conlleva un riesgo significativo de desarrollo de infecciones resistentes, tanto para el anfitrión como para las personas cercanas al anfitrión original. Además, dentro del microbioma, las cepas pueden intercambiar material genético fácilmente y transmitir la resistencia a otras cepas bacterianas —en ocasiones, a cepas que están más adaptadas al intestino del anfitrión, con lo que pueden permanecer en el microbioma durante mucho tiempo—. La vigilancia de la colonización del microbioma por cepas resistentes es una parte muy importante del control de las infecciones, ya que permite tomar decisiones fundamentadas respecto de los pacientes que tienen que ser hospitalizados en habitaciones individuales y tratados por un personal específico, por ejemplo, para evitar las posibles transmisiones.

    Véase también