Palabras de expertos: Pr. Brigitte Dréno
La dermatitis atópica (DA) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que se manifiesta en forma de brotes periódicos. Se trata de una enfermedad alérgica, al igual que el asma, la rinitis alérgica o la conjuntivitis alérgica. La DA causa lesiones rojas y exudativas mal definidas en ciertas zonas de la piel tales como el pliegue del codo o la parte trasera de la rodilla, aunque en ocasiones puede afectar la cara o el resto del cuerpo. La DA suele aparecer durante la primera infancia, pero puede persistir hasta la edad adulta. Es una enfermedad compleja y multifactorial cuyas causas incluyen predisposición genética (mutación de una proteína cutánea llamada filagrina), alteración de la barrera cutánea, disbiosis cutánea e intestinal, así como desregulación del sistema inmunitario.
La DA afecta a entre el 15 % y el 20 % de los niños y al 10 % de los adultos en los países «desarrollados». El número de casos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas debido a la contaminación atmosférica y al contacto con alérgenos.1