Modular la microbiota cutánea mediante soluciones orales
La existencia de un eje intestino-piel sugiere la posibilidad de modular la microbiota intestinal para influir en la microbiota cutánea, esto es, administrando soluciones orales de prebióticos y probióticos.
Espacio para el público general
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Capítulos
Acerca de este artículo
En numerosos modelos murinos, una dieta enriquecida con lactobacilos reduce la sensibilidad cutánea, el eritema, la inflamación, la dermatitis, etc. y mejora el fenotipo de la piel (aumento del grosor de la dermis, foliculogénesis más importante, mayor producción de sebocitos).23 Varios estudios de intervención en el ser humano, con lactobacilos y/o bifidobacterias, confirmaron este efecto beneficioso de los probióticos.23 Además, en la actualidad, cientíel tratamiento de las enfermedades cutáneas basado en la modulación de la microbiota intestinal está suscitando un interés creciente, mediante el aporte de probióticos (bacterias vivas y beneficiosas), prebióticos (sustratos de las bacterias) y simbióticos (combinaciones de ambos).23 La ausencia de efectos negativos de los probióticos orales los hace más interesantes en la gestión de las enfermedades de la piel.14
Por ejemplo, en la dermatitis atópica, el consumo diario de probióticos (Bifidobacterium) y prebióticos (galactooligosacáridos) mejora la hidratación de la piel en las mujeres adultas sanas.14
Otro ejemplo: la suplementación oral con Lactobacillus disminuye la sensibilidad cutánea y refuerza su función de barrera en los adultos29 y los niños30. Varios estudios clínicos mostraron un efecto positivo de probióticos solos o en cóctel (lactobacilos, bifidobacterias y/o S. thermophilus) con una reducción de las lesiones y de la severidad del acné.12,23 Sus efectos se deberían a la capacidad de los probióticos orales de reducir el estrés oxidativo sistémico, regular las citocinas y reducir los marcadores inflamatorios.9 En la psoriasis, los datos clínicos todavía son escasos, pero dos estudios en el ser humano revelan efectos beneficiosos: disminución de los marcadores de inflamación con B. infantis; reducción de la severidad y aparición de lesiones con B. longum, B. lactis y L. rhamnosus como complemento de un tratamiento tópico a base de corticosteroides.13 Resultados similares en la dermatitis seborreica: alivio de la inflamación y los síntomas con L. paracasei por vía oral.12 Por último, en el cáncer cutáneo, algunos probióticos podrían tener efectos potencialmente protectores.16 Sin embargo, deberán realizarse más ensayos clínicos para optimizar la formulación de las cepas probióticas más eficaces, la duración de la suplementación y la selección de los pacientes con mayor probabilidad de obtener un beneficio.14