A cada uno sus microbiotas cutáneas
La piel, el cuarto elemento más poblado del cuerpo humano,2 alberga una comunidad compleja de microorganismos.2 Bacterias, hongos, parásitos y virus viven en ella en un equilibrio único propio de cada individuo, hasta el punto de que algunos autores lanzan la idea de una huella microbiana individual.5
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Acerca de este artículo
Un individuo determinado no se caracteriza por una, sino por varias microbiotas cutáneas. De hecho, esta varía «horizontalmente» según las zonas de la piel (cara, axilas...), pero también «verticalmente» a lo largo de los estratos que constituyen el epite
BACTERIAS, HONGOS, VIRUS Y PARÁSITOS
Aunque es de fácil acceso, la microbiota cutánea todavía se conoce mal. Su densidad podría ser baja en comparación con el intestino grueso y comparable a la del intestino delgado, es decir, del orden de 1011 bacterias.1 La microbiota cutánea es el cuarto elemento por el número de microorganismos, justo después del tracto digestivo, la cavidad bucal y la vagina.2
Alberga varios filos bacterianos (Actinobacteria, Firmicutes, Proteobacteria y Bacteroidetes), arqueas y especies de hongos, en su mayoría pertenecientes al género Malassezia.2,3 Entre las especies bacterianas identificadas, figuran en especial Cutibacterium acnes y Staphylococcus epidermidis, aunque con cepas diferentes según los individuos, el estado de la piel (patológica o no) y la zona cutánea de toma de la muestra.3,6
Por último, aunque han sido objeto de escasas descripciones,2 se han identificado diversos virus (papilomavirus, adenovirus...) en la piel de individuos sanos, así como fagos dirigidos contra C. acnes y S. epidermidis, lo cual sugiere la existencia de un viroma complejo. Los parásitos (ácaros como Demodex...), poco abundantes, se describen con una frecuencia aún menor.3
VARIACIÓN «HORIZONTAL», SEGÚN LAS ZONAS DE LA PIEL
La piel no constituye un hábitat homogéneo: su superficie es ácida, salada y aerobia, mientras que las invaginaciones de los folículos pilosos ofrecen un entorno anaerobio y rico en lípidos.6
En general, cabe distinguir tres grandes zonas respecto a propiedades como el pH, la temperatura, la humedad, el grado de transpiración y el contenido en lípidos:1,3,4
- las zonas sebáceas (cara, pecho, espalda), que segregan un sebo rico en lípidos;
- las zonas secas (antebrazo, palma de la mano);
- las zonas húmedas (axilas, pliegue del codo, nariz, parte posterior de la rodilla e ingle), donde las numerosas glándulas sudoríparas participan en la termorregulación (sudor), acidifican la piel y secretan péptidos antibacterianos.
Otros autores distinguen una cuarta zona, en el pie (espacio interdigital, uñas y talón)4 (véase tabla).
Estas zonas representan nichos ecológicos que favorecen el crecimiento de una comunidad única de microorganismos: las zonas más expuestas y secas, como las manos, son las más diversas; la microbiota cutánea de la axila, húmeda y rica en sudor, está dominada por las especies Corynebacterium y Staphylococcus, mientras que las zonas de la piel ricas en lípidos, como la cara, tienen una microbiota mucho menos diversificada (bacterias Cutibacterium, hongos del género Malassezia y el ácaro Demodex folliculorum).3
Las microbiotas también son más o menos densas de una zona a otra: de 102 bacterias por cm2 en la punta de los dedos o en la espalda a 106 bacterias por cm2 en la frente o las axilas.2
VARIACIÓN «VERTICAL», SEGÚN LOS ESTRATOS DE LA PIEL
Se creyó durante largo tiempo que la vida microbiana cutánea se limitaba a la epidermis, los folículos pilosos, las glándulas sebáceas y sudoríparas. Sin embargo, también podría haber microorganismos en las capas más profundas de la piel, es decir, en la dermis y el tejido adiposo subyacente.2
En la superficie, cuanto más grueso sea el estrato córneo, menos microorganismos están presentes.1
Después, desde la superficie hacia las regiones subcutáneas, la microbiota evoluciona y pierde progresivamente sus especificidades individuales.4,5
En la dermis y el tejido adiposo subcutáneo, el filo Proteobacteria es más abundante, mientras que Actinobacteria y Firmicutes están menos representados que en la epidermis.2