¿La microbiota vaginal como marcador de la progresión del papilomavirus?
La presencia de Gardnerella en la microbiota cervicovaginal de mujeres infectadas con el papilomavirus de alto riesgo oncogénico podría ser un indicador de aumento de la diversidad microbiana y un signo de progresión a lesiones precancerosas.
Espacio para el público general
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Acerca de este artículo
42% Menos de 1 de cada 2 mujeres afirma que su médico le ha explicado alguna vez cómo mantener una microbiota vaginal equilibrada o le ha informado sobre la importancia de conservar al máximo posible el equilibrio de su microbiota vaginal
El papilomavirus humano (HPV) es el más común de los agentes infecciosos de transmisión sexual. Mientras que la mayoría de las mujeres infectadas lo eliminan rápidamente, una pequeña fracción desarrolla una infección persistente con un alto riesgo de desarrollar lesiones precancerosas y luego cáncer del cuello uterino. Varios factores ambientales (tabaquismo, anticonceptivos hormonales) y clínicos (genética, sistema inmunitario, paridad) se han asociado con la progresión de la enfermedad o su eliminación. Se ha demostrado asimismo que la microbiota cervicovaginal (MCV) está implicada en la prevalencia de la enfermedad. En cambio, aún se desconocen sus efectos en la eliminación de la infección o, por el contrario, en su progresión a displasias moderadas a severas ( (sidenote: (CIN2 + ; CIN3 +) : lésions précancéreuses de grade 2 ou dysplasie modérée (CIN2+ : pour Cervical Intra epithélial Neoplasia de grade 2), lésions précancéreuses de haut grade ou dysplasie sévère (CIN3+) ) ).
Lactobacillus iners : signo de eliminación del HPV
Aprovechando un ensayo clínico realizado para evaluar una vacuna contra el HPV en Costa Rica, los investigadores1 analizaron la composición microbiana de muestras cervicales tomadas en el grupo placebo. Evaluaron la microbiota de 273 mujeres con infecciones por HPV de alto riesgo oncogénico (HR-HPV) y analizaron su evolución mediante 2 visitas separadas por un intervalo de un año. En la primera visita (V1) se observó una correlación entre la eliminación del virus y la presencia de L. iners. Por su parte, la progresión de la enfermedad mostró una correlación con la presencia de Gardnerella en V1 y de una comunidad vaginal polimicrobiana en la segunda visita (V2).
Gardnerella tiene un papel clave en la evolución de la enfermedad
Posteriormente, los investigadores intentaron elaborar un modelo de la evolución de la enfermedad combinando datos clínicos (edad, tabaquismo, genotipo del virus, etc.) con aquellos relativos a la estructura de la MCV recogidos durante las visitas V1 y V2. El análisis bioinformático de estos datos tendió a indicar que Gardnerella desempeña un papel importante en la aparición de lesiones precancerosas. Sin embargo, en vez de una implicación directa, esta bacteria podría provocar un aumento de la diversidad bacteriana que, a su vez, podría favorecer la progresión de la infección a lesiones precancerosas.
¿Una estrategia para impedir la progresión del HPV?
Otro equipo de investigadores publicó resultados similares unas semanas antes2. Ambos plantearon la hipótesis de que una disbiosis vaginal podría favorecer la progresión de una infección por HPV oncogénico a lesiones precancerosas. Según los resultados de los dos estudios, la MCV contiene biomarcadores que permiten identificar a las pacientes de alto riesgo. Si en el futuro otros estudios confirman el papel central de la MCV en la evolución de la enfermedad, se podrían contemplar estrategias terapéuticas basadas en la modulación de la MCV para impedir la progresión de la infección.