Disbiosis orofaríngea: influencia de la duración de hospitalización y de ciertos medicamentos
Un estudio revela que el riesgo de disbiosis orofaríngea en pacientes hospitalizados aumenta con la duración de la hospitalización y el uso de ciertos tratamientos, y señala a las bacterias intestinales como el origen más frecuente de la alteración.
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Acerca de este artículo
La microbiota orofaríngea (MO) incluye una gran variedad de bacterias que ayudan a mantener un entorno local equilibrado. Algunas enfermedades y medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones (IBP), pueden alterar este equilibrio y facilitar la colonización del tracto orofaríngeo por patógenos oportunistas. Durante la hospitalización, la microaspiración de estos microorganismos en las vías respiratorias inferiores podría aumentar el riesgo de neumonía nosocomial. La detección temprana de una disbiosis orofaríngea podría ser una medida eficaz para reducir la incidencia de esta infección. Por ello, un equipo de investigadores estudió la posible aparición de una disbiosis orofaríngea durante el periodo de hospitalización e identificaron las características de los pacientes que sufren este desequilibrio.
La disbiosis orofaríngea aumenta con la duración de la hospitalización
Se tomaron muestras orofaríngeas de 134 pacientes hospitalizados en las 24 horas siguientes al ingreso, al tercer día y después cada 4 días durante la hospitalización. Las muestras se analizaron mediante cultivo bacteriano convencional y espectrometría de masas con ionización por desorción láser asistida por una matriz y analizador de tiempo de vuelo (MALDI-TOF), antes de clasificar los patógenos en 3 categorías: patógenos procedentes del tracto respiratorio, especies procedentes de la microbiota intestinal y levaduras. En el 89% de los pacientes, el frotis recogido en el momento del ingreso mostraba una MO equilibrada. Los autores observaron que una proporción significativa de pacientes desarrollaba una disbiosis de la MO a lo largo de su estancia en el hospital y que el número de pacientes con este desequilibrio aumentaba con la duración de la hospitalización.
Los antibióticos e IBP son responsables del desequilibrio
La prescripción de antibióticos durante la hospitalización parece asociada a este desequilibrio. Además, la toma de IBP y antibióticos antes de la hospitalización podría ser predictiva de una disbiosis orofaríngea causada por especies bacterianas procedentes de la microbiota intestinal. El estudio muestra que el riesgo de contraer una neumonía nosocomial es mayor en los pacientes tratados con IBP o antibióticos antes de su ingreso hospitalario. Por otra parte, los pacientes ingresados en el hospital durante un periodo corto tienen un menor riesgo de colonización orofaríngea por especies intestinales. Estos resultados confirman la necesidad de vigilar de cerca el tratamiento de los pacientes que tienen factores de riesgo asociados a la disbiosis orofaríngea. Los pacientes hospitalizados que han tomado IBP o antibióticos con anterioridad deberían recibir una fisioterapia más agresiva con el fin de maximizar la ventilación pulmonar y minimizar la aspiración. La detección temprana de un desequilibrio de la MO podría ser una medida eficaz para reducir la incidencia de neumonía nosocomial.