¿Es la transferencia de la microbiota vaginal el nuevo milagro para los bebés nacidos por cesárea?
La microbiota de los bebés nacidos por cesárea es diferente a la de los bebés que nacen por parto vaginal, y se asocia a un aumento del riesgo de sufrir enfermedades. Se ha observado en nuevas investigaciones que la transferencia de la microbiota vaginal (TMV) a recién nacidos puede revertir las alteraciones de la microbiota relacionadas con la cesárea. Pero ¿es la TMV segura y eficaz? Descubrámoslo.
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30% 1 de cada 3 mujeres también sabe que el parto, ya sea vaginal o por cesárea, afecta a la microbiota intestinal del recién nacido
La cesárea (o parto por cesárea) es un tipo de parto habitual en todo el mundo. La tasa mundial de cesáreas se mantiene en un 21 %, pero la diferencia entre regiones es amplia, desde el 0,6 % hasta el 58,1 %. No obstante, el parto por cesárea se ha asociado a un aumento del riesgo de padecer problemas de salud, como trastornos autoinmunitarios y metabólicos, una microbiota intestinal alterada e incluso trastornos del desarrollo neurológico en bebés 1. En las investigaciones más recientes, todo apunta a la transferencia de la microbiota vaginal (TMV) como intervención prospectiva para mejorar la maduración de la microbiota intestinal y el desarrollo neurológico de bebés nacidos por cesárea. Sin embargo, se sigue debatiendo si esto es seguro y eficaz.
¿Cómo se realiza una TMV?
Dos horas antes de la cesárea, se coloca una gasa humedecida con solución salina estéril en la parte inferior de la vagina de la mujer a la que se le va a practicar esta intervención. Esta gasa se mantiene in situ durante aproximadamente una hora, y se retira 30 minutos antes de la administración de antibióticos profilácticos para preparar el parto por cesárea.
Inmediatamente después del parto, el personal de enfermería formado coloca la gasa vaginal en contacto con el recién nacido. Se le pasa la gasa por los labios, la cara, el pecho, los brazos, las piernas, los genitales y las nalgas. Después, el personal de enfermería se lo pasa por la espalda. Se tarda aproximadamente 15 segundos. Los bebés no se bañan hasta que hayan trascurrido 12 horas 2.
¿Cuál es la seguridad y la eficacia de la TMV?
En una nueva investigación publicada en Cell Host & Microbes, se llevó a cabo un ensayo controlado y aleatorizado con ocultación triple para evaluar la seguridad y la eficacia de la TMV en la mejora del desarrollo neurológico, la microbiota intestinal y el metaboloma de los bebés nacidos por cesárea 2. En el estudio participaron 76 mujeres embarazadas para las que se había programado una cesárea.
Los recién nacidos se asignaron aleatoriamente al grupo de TMV (n = 35) o de control (n = 41). El desarrollo neurológico de los neonatos se evaluó con el Cuestionario de Edades y Etapas (ASQ-3) a los 6 meses de edad, y también se les hizo un análisis de la microbiota intestinal y el metaboloma. Además, se incluyeron 33 mujeres embarazadas adicionales que habían planificado un parto vaginal por motivos de comparación.
A continuación se destacan cuatro resultados clave:
- Seguridad: En el estudio se halló que la TMV es probablemente segura, ya que no se produjeron acontecimientos adversos graves (AAG) en los primeros 42 días tras el parto.
- Beneficios para el desarrollo neurológico: Los bebés que recibieron una TMV mostraron una puntuación del desarrollo neurológico significativamente superior a los 6 meses en comparación con los del grupo de control.
- Maduración de la microbiota intestinal: La TMV también aceleró la maduración de la microbiota intestinal en bebés nacidos por cesárea. La intervención normalizó en parte la composición de la microbiota intestinal, que se parecía a la de bebés nacidos por parto vaginal.
- Función metabólica: La TMV aumentó la concentración de metabolitos fecales clave y la actividad de funciones metabólicas, como los metabolismos de los carbohidratos, las calorías y los aminoácidos, en los 42 días posteriores al parto.
En comparación con el TMF (trasplante de microbiota fecal), que no es aconsejable hacerlo sin la formación adecuada y conlleva riesgos importantes, la TMV destaca como un procedimiento médico menos peligroso que puede enseñarse fácilmente al personal de enfermería y obstetricia que se ocupa del parto. Los profesionales sanitarios deben tener en cuenta la TMV como una posible intervención para mejorar el microbioma intestinal y el desarrollo neurológico de bebés nacidos por cesárea.