¿Fragilidad ósea: ¿y si la microbiota intestinal fuera determinante?
¿Y si la salud de los huesos dependiera de la microbiota intestinal? Esta hipótesis es muy plausible según los resultados de un estudio 1 que vincula el riesgo de fracturas por fragilidad con las bacterias presentes en nuestro sistema digestivo.
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Acerca de este artículo
El riesgo de sufrir una (sidenote: Fractura por fragilidad Las fracturas por fragilidad se producen a raíz de un traumatismo de baja intensidad (una fuerza mecánica que normalmente no causaría una fractura), como una caída desde la posición de pie o una altura inferior. Estas fracturas constituyen la principal consecuencia clínica de la osteoporosis, aunque pueden producirse en mujeres posmenopáusicas incluso en ausencia de osteoporosis. ) (es decir, una fractura no asociada a un traumatismo importante), generalmente relacionada con la osteoporosis, aumenta con la edad: fractura del cuello del fémur tras una pequeña caída, fractura de muñeca sin traumatismo importante, compresión vertebral, etc. De hecho, 1 de cada 2 mujeres y 1 de cada 4 hombres sufrirán algún día una fractura osteoporótica.
Esto se debe a que el hueso, que se remodela constantemente, tiende a destruirse más rápido de lo que puede reconstruirse a partir de los 45 años. Además de los métodos tradicionales de prevención ósea, como una dieta sana y ejercicio físico, se abre una nueva vía –la microbiota intestinal– que desempeña un conocido papel en la salud ósea y el riesgo de osteoporosis. Esta vez, un nuevo estudio demuestra que nuestra flora intestinal es capaz de predecir el riesgo de acabar escayolados.
178 millones
En 2019 se produjeron 178 millones de fracturas en todo el mundo, lo que supone un aumento del 33,4% respecto al año 1990, debido en parte al crecimiento demográfico y al envejecimiento de la población. 2
Bacterias intestinales: ¿aliadas o enemigas de nuestros huesos?
La salud de la microbiota intestinal depende de una gran variedad de bacterias intestinales. Esta diversidad también repercute en la fortaleza de nuestros huesos, según revela un equipo de investigadores que analizó la microbiota de más de 7 000 finlandeses y llegó a la conclusión de que cuanto más diversa es la microbiota, menor es el riesgo de fractura.
Las fracturas son más frecuentes en las personas mayores, sobre todo en las mujeres. 2
¿Cómo explicar este vínculo? Entre las muchas bacterias que colonizan nuestros intestinos, se cree que algunas ejercen un efecto beneficioso, mientras que otras, por el contrario, tienden a debilitar nuestros huesos. Las Proteobacterias, ya implicadas en varias enfermedades inflamatorias crónicas del intestino y en el síndrome del intestino irritable, también podrían promover una inflamación generalizada en el organismo, provocando fragilidad ósea.
Por el contrario, los Tenericutes producen pequeños ácidos grasos, como el butirato, que ejercen un efecto antiinflamatorio protector.
¿Una microbiota equilibrada para unos huesos fuertes?
En el futuro, la prevención de las fracturas por fragilidad podría incluir tratamientos para reequilibrar la flora intestinal. Además de una ingesta adecuada de calcio y vitamina D, es aconsejable mimar sus bacterias beneficiosas para mantener huesos sanos.
¿Cómo prevenir las fracturas por fragilidad? ²
• Mejorar la diet y la nutrición
• Practicar actividad física regular
• Dejar de fumar
• Limitar el consumo de alcoho
• Tratar la osteoporosis
• Prevenir las caídas
Sin embargo, por muy prometedores que sean estos resultados, aún queda mucho camino por recorrer para confirmar la relación causa-efecto entre las bacterias y las fracturas, y para entender cuál es el mecanismo de acción por el que las bacterias intestinales protegen o debilitan los huesos. Mientras tanto, para envejecer con huesos sanos conviene cuidar sus intestinos.