Disminución de la masa ósea, lesiones de la microarquitectura del hueso, fragilidad excesiva del esqueleto, aumento del riesgo de fractura: estas son las consecuencias de la osteoporosis, una enfermedad estrechamente vinculada con el envejecimiento y que se encuentra en plena expansión en China donde representa un verdadero problema de salud pública. En este contexto, si se lograra confirmar la relación entre la osteoporosis y un desequilibrio de la microbiota intestinal –como tienden a indicar numerosos estudios– se daría un paso importante hacia la comprensión de los mecanismos implicados en la progresión de la enfermedad y el desarrollo de tratamientos preventivos o curativos.
Una microbiota intestinal diferente
Un equipo de investigadores chinos comparó la microbiota intestinal de 48 pacientes que padecían osteoporosis primaria con la de 48 sujetos sanos. A diferencia de lo que sucede con la osteoporosis secundaria, que se debe a una enfermedad, es imposible determinar la causa real de la osteoporosis primaria, aunque se sabe que los principales factores de riesgo son la edad y la menopausia. El ecosistema del tubo digestivo de los pacientes con osteoporosis primaria es globalmente más diversificado y se diferencia principalmente por una mayor cantidad de bacterias del género Dialister. Ya se sospechaba de la implicación de estas bacterias en la pérdida de masa ósea dado que se asocian con concentraciones elevadas de IL-6, una molécula inflamatoria que favorece la degradación ósea. También contiene más bacterias del género Faecalibacterium, aunque los autores sugieren que esto se debe probablemente al mecanismo inverso: la mayor abundancia de tales bacterias, implicadas en la formación de hueso, podría ser la consecuencia de un ajuste compensatorio del organismo en respuesta a la pérdida de masa ósea.
¿Una herramienta diagnóstica en un futuro cercano?
Los investigadores intentaron determinar si estas diferencias de composición de la microbiota intestinal podían usarse como marcadores de diagnóstico de la osteoporosis. Los resultados muestran que, en una población china, el análisis de las bacterias intestinales permite identificar con mucha precisión (superior al 98%) a las personas que padecen osteoporosis. Estos importantes descubrimientos abren nuevas perspectivas para la prevención y el tratamiento de esta enfermedad.