Diarreas víricas: cuando un virus retorcido se cuela en su intestino
Las diarreas infecciosas pueden provocarlas una bacteria (diarrea bacteriana), un parásito (diarrea parasitaria) o un virus (diarrea vírica). Con respecto a las diarreas víricas, hay implicados 5 virus principales, el más importante de los cuales es el rotavirus, que constituye la principal causa de mortalidad diarreica en los niños de menos de 5 años. Y eso a pesar de la vacunación de los lactantes contra este terrible virus desde 2006. De hecho, se ha demostrado que la vacunación tiene una eficacia menor en los países de ingresos bajos, lo que sin duda está relacionado con la composición de la microbiota intestinal.
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Acerca de este artículo
¿Qué conocemos como diarrea vírica?
Hablamos de diarrea cuando se producen al menos tres deposiciones sueltas o líquidas al día, y de diarrea infecciosa cuando esta diarrea proviene de una infección provocada por un agente patógeno (virus, bacteria o parásito). 1-3 Si el microorganismo patógeno es un virus, la diarrea se conoce como «vírica».
No se deben confundir la diarrea vírica, la bacteriana y la parasitaria
Dentro de la gran familia de las diarreas, aunque existen algunos casos no infecciosos (como cuando se trata de la enfermedad digestiva conocida como enfermedad de Crohn), la causa de la gran mayoría es una infección por parte de un microorganismo patógeno. Dependiendo del microorganismo involucrado, hablaremos de:
- diarrea vírica, si el responsable es un virus (el rotavirus, por ejemplo, que afecta a muchos lactantes);
- diarrea bacteriana, si la causa es una bacteria (por ejemplo, Vibrio cholerae, responsable de las epidemias de cólera)
- diarrea parasitaria, si la provoca un parásito (por ejemplo, el miniparásito compuesto por una sola célula Giardia intestinalis, responsable de la enfermedad conocida como giardiasis y temida por los turistas; o incluso el gusano llamado áscaris, que aterroriza a las madres de niños pequeños).
Finalmente, la diarrea también puede ser un efecto secundario frecuente (hasta en un 35 % de los pacientes) 4,5 de un tratamiento con antibióticos. En ese caso, hablamos de diarrea asociada a los antibióticos.
¿Qué virus son los responsables?
Aunque el rotavirus ha demostrado ser el más mortal (se calcula que 210 000 niños menores de 5 años murieron en 2016), está lejos de ser el único virus responsable de diarreas agudas e incluso de muertes: los adenovirus, norovirus, sapovirus y astrovirus matan cada uno entre 17 000 y 37 000 niños pequeños al año. 6
Cabe señalar que el SARS-CoV-2, nombre codificado del virus responsable de la pandemia de COVID-19, también causaría diarreas, cuya frecuencia resulta difícil de cuantificar, ya que las cifras son muy variables entre distintos estudios: algunos investigadores notifican estos episodios en el 2 % de los casos, mientras que otros lo hacen en el 50 %. 7
¿Cómo puede un pequeño virus desencadenar una diarrea vírica aguda?
En la diarrea vírica, al igual que en la diarrea infecciosa en general, todo empieza con un enfrentamiento entre un microorganismo patógeno (en este caso, un virus) y el anfitrión. El resultado de este encuentro depende de equilibrios complejos en los que está muy implicada la microbiota intestinal: por ejemplo, en ratones, algunas bacterias parecen capaces de evitar e incluso curar la infección por rotavirus. 8 De esta forma, el mismo virus tendrá un efecto diferente dependiendo del estado de la microbiota intestinal de la persona a la que infecta. Una microbiota menos diversa sería más sensible. 12
Cuando el virus gana la batalla, el proceso es siempre prácticamente igual: infecta las células que recubren el intestino delgado y causan lesiones que obstaculizan la absorción de líquidos. 9 Como resultado se produce una diarrea muy líquida (pero sin presencia de sangre) que puede ir acompañada de otros síntomas (vómitos, náuseas, cólicos intestinales y fiebre). 10 Se trata de la famosa gastroenteritis vírica, que vuelve a la carga todos los inviernos. Es especialmente grave en el caso de infección con el rotavirus, que causa síntomas más pronunciados, y suele ir acompañada de una disbiosis de la microbiota intestinal, malherida por esta invasión de virus. 11,12
¿Cómo evitar la diarrea vírica?
Teniendo en cuenta la peligrosidad del rotavirus para las personas más frágiles, se han perfeccionado vacunas preventivas para reducir la mortalidad de los niños pequeños: la vacunación de lactantes contra los rotavirus habría evitado 139 000 muertes de menores de cinco años entre 2006 y 2019. Esto supone a la vez un gran avance, pero pequeño si tenemos en cuenta la esperanza que se había depositado en la vacunación; de hecho, la eficacia de la vacuna parece menor en los países de ingresos bajos o intermedios (que son, paradójicamente, los más afectados).
Entre los factores que podrían explicar esta menor eficacia está la composición de la microbiota, que influye en la respuesta inmunitaria a la vacunación intestinal. 13-16 A esta medida preventiva se añaden, por supuesto, los consejos de higiene y distanciamiento válidos para cualquier diarrea infecciosa.
Prevenir las diarreas con hábitos de higiene
La prevención de las diarreas infecciosas, ya las haya causado una bacteria, un virus o un parásito, pasa sobre todo por medidas de higiene:
- lavarse las manos cuidadosamente y con frecuencia (al salir del baño, antes de comer…),
- limpiar las superficies de trabajo de las cocinas,
- utilizar agua potable,
- distanciarse de las personas enfermas…
Puesto que la contaminación del agua con restos fecales es responsable de gran parte de estas infecciones, las diarreas infecciosas son más frecuentes cuando no se cuenta con agua potable (países de ingresos bajos, campamentos improvisados, instalaciones precarias tras un terremoto, etc.).
¿Cómo tratar la diarrea vírica?
Las diarreas víricas, muy frecuentes y que no suelen revestir gravedad, pueden, sin embargo, causar una deshidratación grave en los más frágiles (lactantes, niños desnutridos, adultos inmunodeprimidos o personas mayores). Su tratamiento se basa en una lucha contra la pérdida de agua y electrolitos (para remplazar, por ejemplo, los iones de sodio, potasio y cloruro perdidos):
- por vía oral (con soluciones de rehidratación oral, los famosos sueros);
- o por vía venosa en los casos más graves.
Los profesionales sanitarios pueden recomendarle ciertas cepas de probióticos para tratar la gastroenteritis aguda en niños: estas bacterias buenas reducen la duración de la diarrea o de la hospitalización, o la frecuencia de las deposiciones (ESPGHAN 2023).
No hay antibióticos contra los virus
Igual que no se le ocurriría utilizar un matamoscas para deshacerse de un ratón ni una ratonera para atrapar una mosca, con los virus, los antibióticos no sirven para nada. Esto se debe a que los antibióticos matan las bacterias, no los virus. Lo que es peor: en algunos casos, los antibióticos pueden causar diarrea como efecto secundario, lo que no sería para nada bienvenido en un paciente que ya tiene una diarrea vírica.
¿Qué debemos recordar?
- Hablamos de diarrea cuando se producen al menos tres deposiciones sueltas o líquidas al día, y de diarrea infecciosa cuando esta diarrea proviene de una infección provocada por un agente patógeno (virus, bacteria o parásito). La diarrea, por la deshidratación que causa, fue responsable de 1,6 millones de muertes en 2016, principalmente de niños malnutridos o inmunodeprimidos, así como de personas con VIH. 1-3
- En caso de infección por un virus, la diarrea se llama «vírica». El rotavirus es el virus responsable de los fallecimientos en la mayoría de los casos, seguido, muy de lejos, de los adenovirus, norovirus, sapovirus y astrovirus. 6
- A veces, la microbiota intestinal logra combatir la infección; otras veces, el virus gana y desencadena una diarrea acuosa que puede estar asociada a otros síntomas (vómitos, náuseas, cólicos abdominales y fiebre). Se trata de la gastroenteritis vírica. 10
- La prevención de las diarreas víricas se basa en la vacunación de los lactantes contra los rotavirus (menos eficaz en los países de ingresos bajos o intermedios), el acceso al agua potable y los hábitos de higiene y distanciamiento válidos para cualquier diarrea infecciosa. 13-16
- El tratamiento de las diarreas víricas consiste en la lucha contra la deshidratación. Pueden recetarse algunas cepas de probióticos para tratar la gastroenteritis aguda en niños (ESPGHAN 2023). En cambio, los antibióticos son ineficaces frente a los virus y pueden incluso intensificar la diarrea.