La microbiota intestinal y los trastornos del sueño: ¿hacia un enfoque terapéutico basado en la modulación microbiana?
En las investigaciones se muestra que la microbiota intestinal influye en el sueño al modular la producción de butirato, un metabolito que afecta a la actividad neuronal en el hipotálamo. ¿Podría esto abrir el camino a tratamientos basados en el equilibrio bacteriano?
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Acerca de este artículo
El dicho «quien duerme come» no se equivoca al insinuar un vínculo entre el aparato digestivo y el cerebro: parece que, de hecho, existe una relación de doble sentido entre el sueño y la microbiota, en la que estaría implicado el eje intestino-cerebro. ¿Por medio de qué mecanismos influye la microbiota intestinal en el sueño? Esa es la pregunta a la que ha intentado responder un equipo de investigadores. 1
El papel de la microbiota y del butirato en ratones
En una primera etapa, los investigadores estudiaron el sueño de ratones con una microbiota intestinal sana sin microorganismos patógenos, así como de ratones sin microbiota.
El resultado fue que la ausencia de microbiota intestinal modifica la arquitectura del ciclo de sueño y vigilia durante las fases de luz y oscuridad. Y viceversa: los autores habían demostrado anteriormente que la privación de sueño iba de la mano de una disminución de la concentración de butirato (fecal e hipotalámica) en los ratones con una microbiota sin microorganismos patógenos, no así en los ratones sin microbiota.
En la siguiente etapa, los investigadores demostraron que el butirato producido por las bacterias intestinales puede modular la función neuronal y favorecer el sueño de los roedores. ¿Cómo? Inhibiendo la actividad neuronal de la (sidenote: Orexina Neurotransmisores que regulan una gran variedad de funciones biológicas, como el ciclo de sueño y vigilia, los sistemas de recompensa y estrés, la vigilancia y el funcionamiento cognitivo. Las alteraciones de los niveles centrales y periféricos de orexina están vinculadas a afecciones como la narcolepsia, la anorexia nerviosa, el deterioro cognitivo asociado a la edad y las enfermedades neurodegenerativas. Profundizar Toor B, Ray LB, Pozzobon A et al. Sleep, Orexin and Cognition. Front Neurol Neu… ) en la región hipotalámica lateral del ratón.
40% El insomnio suele ser una afección crónica, con una tasa de persistencia del 40 % en un periodo de 5 años. ²
10-20% Aproximadamente el 10 % de la población adulta sufre de un trastorno del insomnio, y un 20 % más tiene síntomas ocasionales de insomnio.²
insomnio Las mujeres, las personas mayores y aquellas en situación de precariedad socioeconómica son más vulnerables al insomnio. ²
Resultados confirmados en seres humanos
Puesto que la ausencia de microbiota intestinal puede influir en el comportamiento del sueño por una vía metabólica, faltaba confirmar que los pacientes insomnes presentaban una disbiosis intestinal y alteraciones en el metabolismo microbiano del butirato. Eso se hizo en una nueva etapa del estudio, tomando muestras de heces de pacientes insomnes y sanos: en los insomnes, se observaron una menor (sidenote: Diversidad alfa Número de especies que coexisten en un medio dado. ) y una disminución significativa de 39 bacterias productoras de butirato. Esto explica la menor concentración sérica de butirato en las personas que duermen mal.
Trasplante de microflora… y de sueño
Finalmente, para tratar de demostrar una relación causa-efecto, se trasplantó microflora digestiva de un paciente insomne a ratones sin microflora. Este trasplante redujo el butirato en sangre, activó neuronas del hipotálamo lateral y volvió insomnes a los roedores. La administración de butirato de sodio por vía oral mejora el sueño de estos roedores.
Con esto se demuestra que existe un papel causal del eje microbiota intestinal-cerebro en la modulación del sueño. La implicación de las vías metabólicas microbianas en la calidad del sueño permite vislumbrar posibles estrategias terapéuticas, mediante el uso de probióticos o de butirato, para tratar trastornos como el insomnio.