Alimentación picante y microbiota intestinal: ¿la clave para una salud explosiva?
Es bien sabido que el consumo de pimiento rojo picante (chile, ají, guindilla…) ayuda a luchar contra la inflamación y a prevenir la obesidad, pero hasta ahora se ignoraba cómo.
El misterio parece haberse desvelado gracias a los resultados de un estudio in vitro sobre la microbiota intestinal realizado a partir de muestras de heces. ¡Un estudio… picante!
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Acerca de este artículo
¡Pica, abrasa, calienta las mejillas, hace cosquillas en las papilas e incluso en el estómago, pero es bueno para la salud! Antiinflamatoria, anticolesterol, antihipertensiva, antiobesidad... ¡
Las virtudes de una comida picante parecen infinitas! Estas propiedades beneficiosas se atribuyen a la capsaicina, el compuesto del pimiento rojo picante que pone la boca en llamas. Aunque es difícil, gustativamente hablando, dejar de lado el efecto picante, los mecanismos implicados todavía generan preguntas. Según una de las hipótesis emitidas, el consumo de capsaicina provocaría un enriquecimiento de la microbiota intestinal en bacterias productores de
(sidenote:
Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC)
Los Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) son una fuente de energía (carburante) de las células de la persona que interactúan con el sistema inmunitario y están implicadas en la comunicación entre el intestino y el cerebro.
Silva YP, Bernardi A, Frozza RL. The Role of Short-Chain Fatty Acids From Gut Microbiota in Gut-Brain Communication. Front Endocrinol (Lausanne). 2020;11:25.
)
, a los que debemos estos múltiples beneficios.
Un estudio in vitro, realizado en muestras de heces
Para comprobar esta hipótesis y a la vez evitar las eventuales interacciones de la capsaicina con otros componentes del organismo humano, un equipo sinoestadounidense decidió realizar un estudio in vitro. Los investigadores obtuvieron las heces de dos individuos sanos, las introdujeron en un biorreactor que imita las condiciones del colon y después añadieron, o bien capsaicina, o bien una solución de control. Al cabo de 2 semanas, los investigadores analizaron la composición de las diferentes muestras y compararon los resultados con los que habían obtenido al principio del estudio, antes de añadir la solución, con o sin capsaicina.
La microbiota intestinal
La capsaicina provoca una disbiosis beneficiosa
Prueba de buena salud, la diversidad de las bacterias que entraban en la composición de las dos muestras de microbiota intestinal tratadas con capsaicina aumentó considerablemente a lo largo del estudio, lo cual confirma los datos observados in vivo en diversos estudios realizados en el ser humano y en el ratón. La producción de ciertos ácidos grasos de cadena corta también varió, pero de manera diferente de una muestra a otra: las dos produjeron más ácido propenoico (conocido por su papel en la regulación del apetito), pero solo la primera produjo más ácido butanoico (o ácido butírico, con propiedades antiinflamatorias reconocidas).
Comer picante: efectos beneficiosos contrastados
Estos resultados no solo validan la hipótesis según la cual los beneficios del pimiento picante tienen relación con la interacción de su principal compuesto (la capsaicina), sino que también confirman que los efectos beneficiosos varían en función de la composición inicial de la microbiota. Virtudes «explosivas», pero no para todo el mundo...