El efecto antidepresivo de los cítricos: ¿una cuestión de bacterias intestinales?
El consumo de cítricos podría reducir un 22 % el riesgo de depresión, a través del eje intestino-cerebro. Los flavonoides de los cítricos favorecerían a las bacterias beneficiosas, como Faecalibacterium prausnitzii, que producen un metabolito que mejora la disponibilidad de la serotonina y la dopamina.
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Acerca de este artículo
La depresión, que afectaría a más de 280 millones de personas en el mundo, es difícil de tratar: el 70 % de los pacientes no responden a los antidepresivos e incluso desarrollan efectos secundarios. De ahí la urgencia de identificar las causas modificables y desarrollar nuevas terapias.
La dieta mediterránea ha demostrado unos efectos beneficiosos sobre la depresión, por lo que los investigadores se han centrado en el eje intestino-cerebro. En especial en la interacción entre el consumo de cítricos, la microbiota intestinal y el riesgo de depresión en 32 427 mujeres procedentes de la cohorte de enfermeras inglesas Nurses’ Health Study II (NHSII) 1.
Más cítricos, menos depresión
Entre 2003 y 2017, se observaron 2173 casos de depresión en 32 427 mujeres de la NHSII. Respecto a su consumo alimentario, los investigadores 2 demuestran que las mayores consumidoras de cítricos (frente al quintil de las menores consumidoras) presentan un riesgo de depresión de un 22 % menos, después de ajuste.
Esta relación sería específica de los cítricos: no se ha encontrado ninguna asociación significativa entre la depresión y el consumo total de fruta, verdura, manzanas o plátanos.
¿Qué componentes de los cítricos explicarían su efecto antidepresivo? En principio, solo la naringenina y la formononetina, dos flavonoides presentes, sobre todo, en el zumo y la piel de los cítricos, estarían implicadas. La mediática vitamina C, por su parte, no tendría relación.
Mujeres El trastorno depresivo afecta más a las mujeres que a los hombres. ²
70 % El 70 % de los pacientes que padecen depresión no responden al tratamiento inicial con antidepresivos y/o desarrollan efectos secundarios. ³
35 % Las dietas de tipo mediterráneo se han asociado a una reducción de cerca del 35 % del riesgo de depresión. ³
Los mecanismos en juego
El análisis de la microbiota de 207 mujeres de la NHSII que participaron en el subestudio Mind-Body Study 4 dedicado a la salud mental ha permitido demostrar a los investigadores que el consumo de cítricos favorece la presencia de bacterias beneficiosas, como Faecalibacterium prausnitzii, una bacteria infrarrepresentada en los deprimidos, y reduce la presencia de ciertas bacterias proinflamatorias 3.
Los investigadores han confirmado esta correlación en una cohorte de hombres (Men’s Lifestyle Validation Study). Faltaba comprender la relación entre esta bacteria y el cerebro.
Los trabajos del equipo sugieren que F. prausnitzii produce un metabolito llamado S-adenosil-L-metionina (o SAM). Este último reduciría la expresión de la monoamina-oxidasa A (MAOA) en el colon, una enzima que desempeña un papel crucial en la degradación de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.
Por ello, es posible que la producción de SAM por F. prausnitzii conduzca a una mayor disponibilidad de los neurotransmisores (reduciendo la expresión de la monoamina-oxidasa A, que los degrada), lo cual podría modular la actividad del nervio vago.