La higiene íntima y las microbiotas de la mujer: vulva, vagina, vejiga y zona perianal
¿Qué diferencia hay entre vulva y vagina? (¿No lo entiendes?). ¿La higiene íntima? (¿Sigues sin entenderlo?)… Cuando se pregunta a las mujeres sobre estos temas, es forzoso constatar que a menudo se muestran evasivas. Lección práctica de anatomía y acciones correctas.
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Acerca de este artículo
Cuando las creíamos liberadas por las luchas feministas de la década de 2000, las jóvenes generaciones se muestran todavía menos cómodas que sus mayores cuando se trata de hablar de los órganos genitales femeninos. Y mientras las cuadragenarias, influenciadas por los anuncios publicitarios sobre el frescor de la entrepierna, se abalanzan sobre los desodorantes íntimos, la generación siguiente, atenta a su imagen, se muestra adepta a procedimientos estéticos, como la (sidenote: Vulvoplastia Cirugía plástica de la vulva que consiste en aumentar o reducir el tamaño o el volumen de los labios mayores. ) 1. Así que cada generación tiene su vínculo con la zona íntima. El caso es que la higiene y la salud de esta frágil zona corporal deben ser una preocupación de todas las edades…, de ahí algunos recordatorios descarados, para romper el silencio sobre eventuales tabúes.
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2025-02/Anatomy.png.webp?itok=Iex8XtyQ)
Un poco de anatomía
El aparato genital femenino es, a la vez, una terra incognita en términos de anatomía y un tabú en términos de conversación, incluso entre las mujeres. Hasta el punto de que a los profesionales de la salud les cuesta comprender los problemas de sus pacientes por falta de explicaciones claras o porque confunden la vulva (parte externa del aparato genital) con la vagina (parte interna)1.
Para resumir:
¡la vulva es el exterior, la vagina es el interior!
La vulva
comprende un conjunto de tejidos visibles en un examen externo1:
- una parte del pubis (o monte de Venus), zona carnosa y peluda que recubre el hueso del pubis,
- el clítoris, relacionado con el placer sexual, homólogo del prepucio del hombre,
- los labios mayores, pliegues exteriores protectores,
- los labios menores, situados en el interior de los labios mayores, que comprenden numerosas glándulas sebáceas,
- y el vestíbulo vulvar, zona situada entre los labios menores donde se encuentra la entrada de la vagina y, justo encima, el meato uretral (orificio del sistema urinario).
La piel del monte del pubis y los labios mayores está dotada de glándulas sebáceas1 que producen una capa hidrolipídica protectora1,2. Por otra parte, la vulva está dotada de glándulas (glándulas de Bartolino, glándulas de Skene) que aseguran la lubrificación de los labios menores y el vestíbulo vulvar durante las relaciones sexuales1.
La vagina
de unos diez centímetros de longitud, es una cavidad que no se puede ver desde el exterior.
- En la parte baja, se comunica con el exterior en la vulva, concretamente en el vestíbulo vulvar;
- en la parte superior, llega hasta el cuello del útero1.
La vagina puede acoger los tampones y las copas menstruales durante la regla, el pene de la pareja durante las relaciones sexuales o su juguete sexual preferido… ¡y el espéculo de su ginecólogo en las consultas médicas!
En este punto, vamos a repasar todos los orificios. De delante atrás, el sexo femenino comprende, en este orden, tres aberturas:
- el meato urinario, unido a la vejiga (que almacena la orina) por un canal llamado uretra (que permite evacuar la orina al exterior del cuerpo durante la micción)2,
- la entrada de la vagina (reproducción),
- el ano (heces).
Además, se habla de:
para designar la zona que rodea al ano;
para designar el gran conjunto formado por la vulva y la zona perianal (en otras palabras, toda la entrepierna)1.
![Actu GP : Infections urinaires récurrentes a la ménopause, la faute au microbiote de la vessie ?](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/migration/2020-07/GP_Actu_microbiote%20v%C3%A9sical%20et%20infections%20urinaires%20r%C3%A9cidivantes_icono.jpg.webp?itok=fuK6505W)
Las microbiotas de la zona íntima femenina
Nuestra intimidad no es una excepción: como los demás órganos, alberga una microbiota o más bien unas microbiotas, con:
Empecemos por la microbiota vulvar. Podríamos pensar que se conoce al dedillo porque es externa. Sin embargo, hay que reconocer que los datos sobre ella no son legión1,3. Los escasos estudios hablan, con la boca pequeña, de la posible presencia de bacterias diversas y variadas (Lactobacillus, Corynebacterium, Staphylococcus y Prevotella) y de hongos del tipo de las levaduras1,3.
Por otra parte, quizá sería conveniente dejar de hablar de una microbiota vulvar y hacerlo, en plural, de microbiotas vulvares, según las zonas de la vulva: una microbiota del monte del pubis, una microbiota de los labios mayores, una microbiota de los labios menores, etc…3.
Sin embargo, una cosa parece clara: la diversidad está doblemente admitida tanto:
- en la microbiota vulvar de cada mujer, donde coexisten abundantes (sidenote: Microorganismos Organismos vivos que son demasiado pequeños para verlos a simple vista. Incluyen las bacterias, los virus, los hongos, las arqueas, los protozoos, etc. y se llaman comúnmente «microbios». Fuente: What is microbiology? Microbiology Society. ) ,
- como entre dos mujeres (no se la registrado ninguna especie común a todas las mujeres)1.
En la microbiota vaginal (o flora vaginal), ocurre todo lo contrario. En la vagina, los lactobacilos (sobre todo Lactobacillus crispatus, Lactobacillus iners, Lactobacillus gasseri y Lactobacillus jensenii) reinan generalmente como dueños y señores, y mantienen una acidez local gracias a su producción de ácido láctico1,4.
Este pH ácido, de 4,0 a 4,5, mantiene a distancia a los (sidenote: Patógeno un patógeno es un microorganismo que causa, o puede causar, una enfermedad Pirofski LA, Casadevall A. Q and A: What is a pathogen? A question that begs the point. BMC Biol. 2012 Jan 31;10:6. ) , igual que el agua oxigenada y las bacteriocinas producidas por estos mismos lactobacilos para acabar con los patógenos más recalcitrantes.
![Composition of the vaginal microbiota_es](/sites/default/files/styles/wide/public/2021-09/%5Binfography%5D%20Composition%20of%20the%20vaginal%20microbiota_es_0.png.webp?itok=78ktILCT)
La microbiota urinaria se ha considerado durante mucho tiempo como estéril. Un error, puesto que la orina contenida en la vejiga posee también un ecosistema microbiano. Aunque la microbiota urinaria es muy distinta de sus vecinas cercanas (microbiotas anal, vaginal o vulvar), comparte con ellas algunos microorganismos5. También está mucho menos densamente poblada y, a menudo, está dominada por un solo tipo de germen. Se encuentran principalmente los lactobacilos, pero también Gardnerella, Streptococcus y Corynebacterium6.
Por último, la microbiota perianal es el reflejo de nuestra rica microbiota intestinal, sobre todo cólica; durante la emisión de heces, las bacterias intestinales se ponen en contacto con esta zona y pueden alojarse en ella1.
1 de cada 5 Solo el 22 % de las mujeres declaran que saben exactamente lo que es la «microbiota vaginal» (+2 puntos respecto a 2023).
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2021-09/12396679_HiRes_Lactobacillus_crispatus_bacteria_illustration.jpg.webp?itok=2o0Ldqw8)
Microbiotas demasiado cercanas para no interactuar
Las microbiotas vulvar, vaginal y perianal evolucionan con el tiempo. Por ejemplo, la microbiota vaginal está influenciada por la edad, las hormonas sexuales y factores exteriores como la contaminación, el estrés, los antibióticos, etc4. Pueden producirse desequilibrios: después de la menopausia, la disminución de los estrógenos produce una pérdida de lactobacilos y, por lo tanto, un aumento del pH, la clave de frecuentes disbiosis vaginales7. La microbiota anal, por su parte, depende, sobre todo, de la alimentación y del estrés: un exceso de ansiedad da lugar a una respuesta inflamatoria que favorece el desarrollo de bacterias patógenas en el tubo digestivo… que terminan su carrera en la zona perianal1.
Paralelamente, la proximidad de los orificios urinario, vaginal y anal explica posibles «intercambios» de flora entre las tres microbiotas de estas tres zonas… y la posible invasión de la microbiota vaginal por Escherichia coli digestivas, por ejemplo, que se aventurarían más allá de la zona perianal1.
Vaginosis Bacteriana
Antibióticos
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2025-01/waxing-at-home-lede.jpg.webp?itok=TI5dmQ4F)
Hiperhigiene, sobredepilación y ropa demasiado apretada: la combinación perdedora
A veces, paradójicamente, las prácticas de higiene íntima inadecuadas son las que favorecen los intercambios y los desequilibrios. Un lavado demasiado agresivo (productos inadecuados) o demasiado frecuente (más de una vez al día) de la vulva puede alterar rápidamente la función de barrera de la piel de esta zona, muy frágil y muy reactiva. El agua sola puede bastar para secar y exponer a picores y quemazones8. Los jabones perfumados, sprays higiénicos, lubrificantes, desodorantes… que algunas mujeres se autoprescriben para intentar evitar los olores, picores, dolores y sequedad son contraproducentes4.
También deben proscribirse:
Los productos no destinados a la higiene íntima (desinfectantes para las manos, toallitas para bebés, aceites, crema de afeitar y lociones para el cuerpo). Estos últimos reciben usos diferentes a los que están destinados por parte de más mujeres de lo que se piensa: el 41,6 % de las mujeres de un estudio reconocen que han utilizado toallitas para bebés para su higiene vulvar… y el 2,1 % para una higiene vaginal interna4.
Y recordemos de paso:
la vagina no tiene ninguna necesidad de limpieza.
Otro error recurrente: la depilación y el afeitado total de la vulva1,9. Un fenómeno de moda que afecta al 84 % de las estadounidenses premenopáusicas, para 2/3 de las cuales se trata de una rutina diaria o semanal. A menudo se justifica por razones de higiene, pero, al contrario, se asocia a lesiones que facilitan la entrada de bacterias o virus. Por otra parte, se observa una alteración de la microbiota vaginal en las mujeres que optan por una depilación total de la vulva9.
Por último, el uso de ropa muy apretada y sintética parece favorecer el desarrollo de patógenos (ambiente más húmedo y cálido), la clave de los picores y los problemas urogenitales más frecuentes1.
![Caring for the vaginal microbiota_sp](/sites/default/files/styles/wide/public/2021-09/%5Binfography%5D%20Caring%20for%20the%20vaginal%20microbiota_sp.png.webp?itok=meu6_3Yg)
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2022-03/shutterstock_2119549598.jpg.webp?itok=INnsRFgx)
Informar mejor a las mujeres
1 de cada 2 El 52 % de las mujeres interrogadas declaran que nunca han recibido información sobre las acciones de higiene íntima correctas y el 25 % que su profesional de la salud solo las ha informado una vez.
¿Por qué existe tanta diferencia entre las prácticas y las recomendaciones? Las razones sin duda son múltiples:
- demasiado pocas mujeres reciben información de su médico sobre las acciones correctas: el 52 % de las mujeres interrogadas declaran que nunca han recibido esta información y el 25 % que su profesional de la salud solo las ha informado una vez17;
- la confusión frecuente entre vulva y vagina mantiene la mala comprensión de los mensajes;
- los mitos más estúpidos a menudo son los más tenaces1.
El reto es importante sobre todo porque la vulva es la primera línea de defensa del sistema genital de las mujeres10.
Lo que saben (y no saben) las mujeres sobre su microbiota vaginal
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2025-01/Washing%20woman.jpg.webp?itok=A2lS40YH)
Las (¡verdaderas!) prácticas correctas de higiene
¿Cuáles son las acciones correctas para preservar la microbiota y la delicada capa hidrolipídica protectora del sexo femenino? Una rutina que respete el equilibrio de la vulva y unos cuidados adaptados a la edad y las especificidades de cada mujer.
Con tres grandes principios inmutable en todos los casos10:
- un lavado externo únicamente (= de la vulva, sin ducha vaginal), de delante atrás (la vulva y después el ano),
- sin guante de ducha (puede contener bacterias), sino con las manos previamente lavadas,
- una vez al día. Solo en las mujeres que padecen diarreas frecuentes puede justificarse un lavado externo más frecuente (debido a las deposiciones más frecuentes). Lo mismo ocurre en el periodo de la regla, en que eventualmente es posible proceder a un segundo lavado íntimo durante el día.
El lavado con agua sola puede secar la piel y empeorar el picor 10. Es conveniente optar por un producto de higiene suave, sin jabón, que respete el microentorno vulvar y mantenga el equilibrio de su microbiota 1. Y eso es todo. Convénzase íntimamente de que, en esta delicada zona corporal, lo mejor es enemigo de lo bueno.
Por último, otras cuatro recomendaciones la ayudarán a adoptar las acciones correctas durante todo el día10:
- por la noche, evite la ropa interior;
- al salir de la ducha (preferible al baño), séquese cuidadosamente con su toalla personal, sin frotar, sino con ligeros golpecitos en la entrepierna;
- cuando se vista, opte por una ropa interior de algodón en lugar de tejido sintético, evite el uso regular de salva slips, prefiera las prendas amplias y, si es posible, sustituya los pantis por medias;
- en el váter, séquese de delante atrás (para no arrastrar bacterias anales hacia la vulva) con un papel no perfumado e idealmente no teñido.
- una vez más, deben mantenerse los grandes principios de la higiene íntima: lavado externo únicamente; con las manos; una vez al día10;
- después de las relaciones sexuales (¡protegidas!, si no sabe si su pareja puede ser portadora de una ITS), procure orinar si suele tener cistitis;
- durante la regla, no utilice compresas perfumadas y cámbiese regularmente la compresa o el tampón10.
![](/sites/default/files/styles/image_1140x360/public/2024-04/shutterstock_2010253409.jpg.webp?itok=11ytAhKV)
Probióticos y prebióticos
La buena salud de la microbiota vaginal se basa en una buena higiene íntima. Pero, a veces, esto no basta y puede ser necesaria una ayudita para favorecer a las bacterias buenas de la microbiota, con:
Probióticos
Probióticos, microorganismos vivos que, cuando se administran en cantidades apropiadas, producen efectos beneficiosos para la salud del huésped11,12. Se administran por vía oral o vaginal, y pueden contribuir a restablecer la flora vaginal, mejorar los síntomas y reducir el riesgo de recidiva de diferentes infecciones vaginales, de la pubertad a la menopausia 13.
Prebióticos
Prebióticos, fibras alimentarias no digeribles que ejercen efectos positivos sobre la salud y que los microorganismos beneficiosos de la microbiota del huésped utilizan de manera selectiva 12, 14. O, para resumir, los alimentos preferidos de los probióticos que favorecen su desarrollo. Los probióticos femeninos favorecen a los lactobacilos vaginales y participan en la normalización de la acidez vaginal 15,16.
¿En qué se diferencian los prebióticos, los probióticos y los posbióticos?
En resumen…
El sexo femenino comprende:
- la vulva (parte externa)
- y la vagina (cavidad que une la vulva al útero, en la que se puede introducir un tampón cuando se tiene la regla).
Alberga numerosas microbiotas: una microbiota vulvar, donde la diversidad es de rigor, una microbiota vaginal, ampliamente dominada por los lactobacilos, una microbiota urinaria poco densamente poblada (se ha pensado durante largo tiempo, erróneamente, que la orina era estéril) y una microbiota perianal rica (contacto con las heces).
La proximidad de los orificios urinario, vaginal y anal explica los posibles «intercambios» de flora entre las microbiotas de estas zonas, sobre todo en caso de higiene íntima inadecuada: lavado demasiado agresivo, depilación o rasurado total, uso de prensas demasiado apretadas…
Por falta de información, muchas mujeres no han adoptado las acciones correctas para proteger sus microbiotas. Pero no es demasiado tarde: ¡atrévase a hablar de ello con su médico!
Si su microbiota vaginal está alterada, los probióticos y los prebióticos pueden ayudarla a recuperar una flora vaginal equilibrada.
2. Biology of the Kidneys and Urinary Tract. MSD Manuel. https://www.msdmanuals.com/home/kidney-and-urinary-tract-disorders/biology-of-the-kidneys-and-urinary-tract
6. Mueller ER, Wolfe AJ, Brubaker L. Female urinary microbiota. Curr Opin Urol. 2017 May;27(3):282-286.
7. Auriemma RS, Scairati R, Del Vecchio G et al. The Vaginal Microbiome: A Long Urogenital Colonization Throughout Woman Life. Front Cell Infect Microbiol. 2021 Jul 6;11:686167.