Microplásticos en la comida para llevar = microbiota intestinal y bucal en peligro
El consumo de comida para llevar, por más equilibrada que sea, no carece de consecuencias para la salud porque las bandejas en las que se sirven estos alimentos contienen microplásticos que afectan a nuestras microbiotas.
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Acerca de este artículo
Las bandejas de plástico de la comida para llevar liberan microplásticos y nanoplásticos que tienen repercusiones importantes en las microbiotas bucal e intestinal de las personas que consumen este tipo de alimentos.
Efectos perjudiciales en el ser humano todavía poco explorados
En 2020, un estudio demostró que los recipientes alimentarios de plástico (polipropileno PP, poliestireno PS, polietileno PE y tereftalato de polietileno PET) contienen micro y nanoplásticos. Si bien los efectos perjudiciales de estas partículas sobre la microbiota son bien conocidos en animales (pez, camarón y ratón), hasta ahora no se habían investigado en el ser humano.
Un equipo de investigadores analizó y comparó las microbiotas intestinal y bucal de un grupo de 390 estudiantes chinos de 18 a 30 años que consumían, o bien a menudo (al menos 3 veces a la semana), o bien ocasionalmente (1 vez a la semana o menos), o bien no consumían nunca comida para llevar servida en bandejas de plástico.
Paralelamente, los científicos crearon 4 grupos de ratones a los que dieron durante 5 semanas, o bien una solución de microplásticos de 5 mg/ml (20 ratones), o bien una solución de nanoplásticos de 5 mg/ml (20 ratones), o bien una solución de los mismos nanoplásticos, pero a dosis de 2 mg/ml (20 ratones), y por último un grupo de control de 15 ratones.
Alteración del equilibrio microbiano
Los resultados muestran que los consumidores de comida para llevar padecen con mayor frecuencia trastornos intestinales y tos que los que nunca la consumen. También se produce una disbiosis de las microbiotas intestinal y bucal, con perfiles bacterianos específicos. Mientras que la microbiota intestinal de los consumidores ocasionales presenta una estrecha asociación con la bacteria Faecalibacterium, la de los grandes consumidores se asocia con la presencia de Collinsella. En la boca, la bacteria Thiobacillus es la que muestra la asociación más estrecha con las microbiotas de los grandes consumidores.
Un impacto significativo incluso con partículas más pequeñas y a dosis bajas
El estudio en ratones demostró que el grupo de animales alimentados con partículas de plástico presentaba una disbiosis intestinal respecto al grupo de control. La ingestión de partículas de tamaño diferente (microplásticos frente a nanopartículas) y la dosis reducida (5 mg/ml frente a 2 mg/ml) producen el mismo efecto.
Por otra parte, la recurrencia de tos en los consumidores de comida para llevar podría significar, según los científicos, que los micro y nanoplásticos son capaces de migrar del intestino a los pulmones, acumularse en la microbiota de las vías respiratorias y producir una disbiosis responsable de la tos. En espera de que se confirmen estos resultados, es un argumento más para preferir los recipientes de vidrio para el almuerzo.