Enfermedades Inflamatorias Crónicas del Intestino (EICI) y microplásticos: ¿un cóctel explosivo?
¿Sabe qué tienen en común una botella de plástico, un envoltorio de comida rápida y un jersey de poliamida? Todos producen microplásticos que acaban en el intestino. Aunque con diferencias según si se sufren o no Enfermedades Inflamatorias Crónicas del Intestino (EICI). Buen provecho…
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Acerca de este artículo
Peces, arrecifes, moluscos y bacterias marinas no son las únicas víctimas colaterales de los microplásticos procedentes de la degradación de las bolsas de plástico. Los microplásticos ahora están por todas partes: en el aire que respiramos, el agua que bebemos y los alimentos que comemos. Nadie puede escapar de ellos, como demuestra un equipo de investigación, que los encontró en el 100 % de las heces de los pacientes con una EICI y también de individuos sanos.
5g de plástico/semana Un ser humano ingeriría 5 g de plástico cada semana, es decir, el equivalente a una tarjeta de crédito.
EICI: heces llenas de microplásticos
Del Homo erectus… ¡al Homo plasticus! Aunque todos somos, sin quererlo, consumidores de microplásticos, parece ser que no todos vamos en el mismo barco. Según nuestra salud intestinal, las heces no contienen las mismas partículas de plástico, en número, tamaño y naturaleza. Este estudio demuestra que, en las personas con Enfermedades Inflamatorias Crónicas del Intestino (o EICI) como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, estos microplásticos eran:
- más numerosos (unos 42 trozos/gramo de materia fecal seca frente a 28 en los sujetos sanos),
- globalmente de tamaño más pequeño (<50 μm),
- y de origen diferente, el PET (un plástico típico de las botellas de agua), la poliamida (procedente sobre todo de textiles sintéticos) o el PVC (canalizaciones, suelos plásticos) estaban más presentes.
Enfermedad de Crohn
La enfermedad de Crohn es una enfermedad inflamatoria crónica del intestino (EICI) cuya causa se desconoce en la actualidad. Esta afección inflamatoria crónica puede afectar a todas las partes del tubo digestivo. Se caracteriza por una afectación de la pared intestinal, que alterna lesiones a menudo profundas con zonas sanas. Evoluciona por brotes, entrecortados por fases de remisión. La microbiota intestinal parece implicada: se observó una alteración de la diversidad y la composición de la microbiota en los pacientes.
(sidenote: What is Crohn’s disease? Crohn’s & colitis foundation Torres J, Mehandru S, Colombel JF et al. Crohn’s disease. Lancet. 2017 Apr 29;389(10080):1741-1755. )
Otra constatación del equipo: cuanto más ricas en microplásticos eran las heces de los pacientes con una EICI, más grave era la enfermedad. Sin embargo, esto no significa forzosamente que los microplásticos sean responsables de las EICI. Son posibles otras explicaciones. Por ejemplo, la enfermedad podría producir una mayor retención de microplásticos en el intestino, por lo que se encuentran en mayor cantidad en las heces. Los investigadores trabajan todavía para saber cuál es la consecuencia del otro, si los microplásticos o la EICI.
Ulcerative colitis
La colitis ulcerosa es una enfermedad inflamatoria crónica del intestino (EICI) caracterizada por una ulceración de la superficie de la mucosa del colon. Su causa se desconoce actualmente. La microbiota intestinal parece implicada en el proceso patológico de la enfermedad.
(sidenote: Ulcerative colitis_Canadian Society of Intestinal Research Hu Y, Ye Z, Wu M, et al. The Communication Between Intestinal Microbiota and Ulcerative Colitis: An Exploration of Pathogenesis, Animal Models, and Potential Therapeutic Strategies. Front Med (Lausanne). 2021 Dec 13;8:766126. )
Nuestra alimentación incriminada
En cuanto a saber de dónde vienen estos minúsculos trozos de plástico, el equipo señala tres orígenes:
- el consumo de agua embotellada, que se asocia al doble de la cantidad de plásticos en las heces. Lo cual no tiene nada de sorprendente, cuando se sabe que el agua embotellada contiene 22 veces más microplásticos (sobre todo PET) que el agua del grifo.
- el consumo de alimentos procedentes de la restauración rápida, sin duda debido a los envoltorios de plástico;
- y la exposición al polvo, tanto en el trabajo como en la vida.
Una razón de más, si fuera necesaria, para privilegiar lo casero y los contenidos inertes (tarros de vidrio): no solo es bueno para el planeta, sino también para nuestro cuerpo.