Los AGCC: ¿nuevos marcadores intestinales de la enfermedad de Parkinson?
Los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) son metabolitos de la microbiota intestinal cuya implicación en la enfermedad de Parkinson ya se sospechaba, sobre todo en los roedores. ¿Qué ocurre en el ser humano?
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Acerca de este artículo
Cada año, el (sidenote: https://parkinsonscare.org.uk/worldparkinsonsday/ ) (11 de abril) es una ocasión para que las asociaciones de pacientes y los profesionales de la salud revisen los avances de la investigación sobre esta enfermedad neurodegenerativa compleja y todavía sin tratamiento. Sin duda, este año se hablará de un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores taiwaneses. Este equipo pretendía determinar si los AGCC permiten diferenciar a los pacientes de Parkinson de los individuos sanos y si existe una correlación con la gravedad de la enfermedad. Para ello, analizaron los niveles plasmáticos y fecales de varios subtipos de AGCC, así como la microbiota intestinal de 181 participantes (96 pacientes y 85 controles). Paralelamente, estudiaron el impacto motor y cognitivo de la enfermedad. Los resultados del estudio se publicaron en Neurology a principios de 2022.
Niveles diferentes de AGCC fecales y plasmáticos en los pacientes parkinsonianos
En los pacientes de Parkinson, los resultados mostraron unos niveles fecales de AGCC (ácido butírico, ácido valérico y ácido propiónico) reducidos, mientras que los niveles plasmáticos estaban aumentados con respecto a los individuos sanos.
También se observó que las cantidades fecales de estos mismos AGCC eran bajos en los pacientes de Parkinson en un estadio avanzado en comparación con los pacientes que se encontraban en un estadio precoz de la enfermedad.
Concentraciones de AGCC en correlación con la gravedad de los síntomas
Las mediciones de la concentración fecal y plasmática varían según la gravedad de los síntomas motores y cognitivos.
Una afectación motora más grave se correlaciona con una baja concentración fecal de la mayoría de los AGCC y se asocia a una concentración plasmática aumentada de ácido propiónico.
Los síntomas cognitivos más importantes, por su parte, se asocian a una baja concentración de ácido butírico en las heces, así como a concentraciones plasmáticas de ácido butírico y valérico más elevadas.
La composición de la microbiota de los pacientes también tiene relación con los AGCC
El estudio muestra que la diversidad de la microbiota de los pacientes parkinsonianos es diferente de la de las personas sanas. Este estudio pone de manifiesto el hecho de que las concentraciones de AGCC se correlacionan con la cantidad de bacterias proinflamatorias (Clostridiales y Ruminococcus), en especial el ácido propiónico. Esto apoya la hipótesis de que la inflamación intestinal se asocia positivamente al empeoramiento de la enfermedad.
En concreto, estos resultados sugieren que los AGCC pueden servir de biomarcadores intestinales de la enfermedad de Parkinson y también reflejan su gravedad. Un avance científico interesante que permitiría un diagnóstico más preciso y un mejor tratamiento de los pacientes.