El koala es un auténtico gourmet. Quizás incluso se pasa de la raya ya que numerosos individuos toleran exclusivamente hojas del árbol de goma blanca (Eucalyptus viminalis). Por ello corren el riesgo de morir de hambre en caso de penuria. Sin embargo, algunos de sus congéneres son capaces de consumir otras especies de eucalipto, en particular el messmate (Eucalyptus obliqua), más fibroso y menos nutritivo, pero mucho más común. Esta diferencia incitó a un equipo de investigadores australianos a buscar una posible relación entre la composición de la microbiota intestinal de los marsupiales y su capacidad para digerir los componentes de las hojas de los dos árboles antes mencionados.
Relación entre microbiota y alimentación
Al comparar la microbiota intestinal de koalas que consumen únicamente hojas de árbol de goma blanca o únicamente hojas de messmate, los científicos descubrieron una diferencia en la composición de su flora intestinal: los segundos presentaban, entre otros, una mayor cantidad de especies de las familias Lachnospiraceae y Ruminococcaceae, bacterias conocidas por sus efectos de promoción de la degradación de la celulosa, más abundante en el intestino del koala consumidor de hojas de messmate.
Microbiota inalterada
Los investigadores ofrecieron alternadamente hojas de las dos especies de eucalipto a koalas cautivos « fanáticos del árbol de goma blanca” con el objetivo de determinar si una modificación de la dieta provocaba un cambio en la composición de la microbiota intestinal. Aunque este fenómeno es frecuente en numerosas especies animales y en el ser humano, no se observó en estos animales, lo que demuestra la baja capacidad de adaptación de la microbiota del koala frente a un cambio de dieta y podría explicar por qué el animal rechaza ciertas hojas.
Hacia un enfoque probiótico para garantizar la supervivencia de la especie
En cambio, la administración de cápsulas de materia fecal derivada de koalas salvajes consumidores de messmate, a koalas que solían comer exclusivamente hojas de árbol de goma blanca, modificó la microbiota intestinal de los receptores y les permitió consumir otras especies de eucalipto. Con el tiempo se observó una evolución de su comportamiento alimentario: cuanto más se acercaba la microbiota intestinal a la de los donantes, mayor era la cantidad de hojas de messmate que podían comer los marsupiales. Esta estrategia probiótica basada en el trasplante fecal podría ayudar a los koalas a adaptarse a un nuevo entorno o a la escasez de su especie favorita de hojas y garantizar así su supervivencia.