Una disbiosis para cada subtipo del síndrome del intestino irritable (SII)
Con diarrea, con estreñimiento, sin trastornos del tránsito: en la consulta del médico, se suceden los SII… y no se parecen. Un estudio1 muestra las especificidades de la microbiota intestinal de tres subtipos de SII, así como sus relaciones con la depresión y la alimentación. Abre el camino a una estratificación más precisa de los pacientes con un SII y a una optimización de su tratamiento.
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Acerca de este artículo
El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional de origen multifactorial en el que una disbiosis de la microbiota intestinal desempeña un papel fisiopatológico importante. Se asocia a una prevalencia más elevada de depresión, lo cual indica una alteración del eje intestino-cerebro en su patogenia. La clasificación Roma IV distingue 4 subtipos de SII: con diarrea (SII-D), con estreñimiento (SII-E), mixto (SII-M) e indeterminado (SII-I). Si bien los factores alimentarios parecen empeorar los síntomas del SII, en cambio, las intervenciones dietéticas que modulan la microbiota intestinal, como la dieta pobre en FODMAP, pueden aliviarlos. Sin embargo, las relaciones entre microbiota intestinal, depresión y alimentación en los diferentes subtipos de SII deberían comprenderse mejor.
Una firma propia de cada subtipo de SII
Para ello, unos investigadores chinos se han basado en datos del American Gut Project para emparejar 942 pacientes con diferentes subtipos de SII (SII-D, SII-E, SII-I) con 942 sujetos de control de edad, género, IMC, origen geográfico y alimentación similares. Comparando su microbiota intestinal, han constatado que la diversidad bacteriana de los pacientes con un SII-D o SSI-I era menor que la de los controles. Mientras que ciertos géneros como Bifidobacterium y Faecalibacterium estaban disminuidos en todos los pacientes con un SII, otros mostraban tendencias opuestas en función del subtipo. Por ejemplo, Subdoligranulum, Dorea o Eubacterium hallii estaban aumentados en caso de SII-D, pero disminuidos en caso de SII-E. Algunos patógenos oportunistas, más abundantes en los pacientes con un SII con respecto a los controles, también diferían según el subtipo. En total, se identificaron 101 géneros bacterianos asociados a los diferentes subtipos de SII.
101 géneros bacterianos asociados a los diferentes subtipos de SII.
Alteraciones metabólicas relacionadas con los síntomas
Los científicos también han observado alteraciones funcionales de la microbiota intestinal en los pacientes con un SII según el subtipo: en el SII-D, un aumento de la producción de sulfuro de hidrógeno, conocido por inducir diarrea, y, en el SII-E, un aumento de la biosíntesis de palmitoleato, cuyo producto se une al calcio y favorece la dureza de las heces. Por otra parte, la microbiota intestinal de los pacientes con SII y depresión era más pobre en las bacterias beneficiosas Bifidobacterium, Sutterella y Butyricimonas, pero más rica en Proteus, que lesiona las neuronas en los estudios en el animal. La vía de producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC), cuya reducción de concentración ya se ha relacionado con la depresión, estaba disminuida con respecto a la de los pacientes con un SII sin depresión.
Manual para diagnosticar el SII
Edad, sexo y alimentación: repaso de las influencias del SII
En este estudio, las mujeres, los pacientes más jóvenes con un SII-D y los pacientes de edad avanzada con un SII-E presentaban las disbiosis intestinales más graves. Ciertos factores alimentarios también tenían un impacto significativo sobre la microbiota intestinal y los síntomas asociados al SII. La lactosa de la leche empeoraba los síntomas y el vino tinto los mejoraba en todos los pacientes con un SII, pero los alimentos que tendían a normalizar su microbiota intestinal eran, por ejemplo, el queso y los cereales integrales en los pacientes con un SII-E, la fruta en los SII-D y SII-E, y los huevos en los SII-D.
El conjunto de estos análisis muestra la singularidad de la microbiota intestinal en los diferentes subtipos de SII. Señala la importancia de un enfoque de modulación de la microbiota intestinal personalizado para optimizar los resultados terapéuticos.