¿Las microbiotas oral e intestinal son la clave de la aterosclerosis?
Se conoce desde hace largo tiempo la relación entre la microbiota y la enfermedad metabólica debido a la implicación de las bacterias de las microbiotas intestinal y oral en el metabolismo de los lípidos, pero ¿qué sabemos de la relación entre estos microorganismos y las placas de aterosclerosis?
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Acerca de este artículo
Interferencia con el metabolismo de los lípidos 1; inflamación debida a una translocación bacteriana y de los metabolitos bacterianos…: diversos mecanismos podrían explicar una relación entre la microbiota digestiva, de la boca al recto, y la aterosclerosis. Pero los estudios realizados hasta ahora adolecían de numerosas limitaciones (interacciones con los tratamientos de los pacientes, modos de vida…). Estos sesgos se eliminaron en parte en un estudio sueco multicéntrico efectuado con 8973 participantes de 50 a 65 años sin antecedentes de aterosclerosis, procedentes de la cohorte SCAPIS 2. Se obtuvieron y se analizaron muestras de las microbiotas oral y fecal, y se evaluó la aterosclerosis coronaria mediante la (sidenote: Puntuación de calcio coronario evaluación cuantitativa de la extensión de los depósitos ateromatosos calcificados que se observan en las paredes de las arterias del corazón, las coronarias. Cuanto más elevado sea la puntuación de calcio coronario, mayor será el riesgo cardiovascular. Fuente: CHversailles ) y una angiografía. Aunque asintomáticos, el 40,3% de los participantes presentaban calcificación coronaria y el 5,4% al menos una estenosis con una oclusión superior al 50%.
Implicadas 64 especies intestinales y orales
La composición y la riqueza de la microbiota digestiva mostraron una asociación con la aterosclerosis subclínica. Así, 64 especies mostraron una correlación con la puntuación de calcio coronario, 51 una correlación negativa (las asociaciones más fuertes se observaron con Streptococcus anginosus y Streptococcus oralis subsp. oralis) y 13 una correlación protectora. De estas 64 especies, 19, incluidos estreptococos y otras especies de la cavidad bucal, se asociaban a marcadores de inflamación (proteína C reactiva) y 16 a marcadores de infección (número de neutrófilos). Según los autores, muchas de las especies incriminadas (S. anginosus, S. oralis subsp. oralis, S. parasanguinis, S. gordonii) son bacterias capaces de aprovechar extracciones dentales o heridas para atravesar la barrera bucal o intestinal y después infectar las válvulas y los vasos coronarios (endocarditis infecciosa).
De la disbiosis digestiva a la aterosclerosis
La composición de la microbiota intestinal también podría contribuir a la aterogénesis a través de una alteración del metabolismo del huésped. Especies microbianas intestinales comunes de la cavidad bucal (por ejemplo, todas las especies del género Streptococcus asociadas a la calcificación coronaria, Rothia mucilaginosa, Bifidobacterium dentium y Ligilactobacillus salivarius) se asociaban a una menor concentración plasmática de propionato de indol (considerado como protector frente a la aterosclerosis) y a mayores concentraciones de metabolitos plasmáticos derivados de la microbiota, como los ácidos biliares secundarios y el propionato de imidazol (proinflamatorio).
Aunque son necesarios otros estudios longitudinales y experimentales, este trabajo proporciona las pruebas de un vínculo entre la composición de la microbiota del aparato digestivo (sobre todo las especies del género Streptococcus y otras especies también presentes en la cavidad bucal), la aterosclerosis coronaria y marcadores de inflamación sistémica.