Asociación entre la EII y una mayor cantidad de microplásticos en las heces
Por el Dr. Alberto Caminero
Departamento de Medicina, Instituto Farncombe de Investigación sobre Salud Digestiva Familiar, Universidad McMaster, Hamilton, Canadá
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Acerca de este artículo
En un estudio reciente, los científicos descubrieron que las personas con una alta concentración de microplásticos en las heces eran más propensas a padecer la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). ¿Es esto hallazgo suficiente para establecer una asociación causal?
¿Cuál es su opinión sobre las hipótesis de los investigadores que sugieren que la exposición a microplásticos puede estar relacionada con el proceso de la EII o que la EII agrava la retención de microplásticos?
Hasta el 71 % de los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal (EII) cree que la alimentación influye en la sintomatología, y el 81 % sigue dietas de eliminación mientras está en remisión. Sin embargo, las recomendaciones dietéticas actuales son confusas y contradictorias. En este estudio dirigido por el Dr. Yan Zhang, los autores plantearon la provocadora hipótesis de que los microplásticos (MP) pueden contribuir a la aparición de la EII. Los MP son pequeñas partículas de plástico (<5 mm de diámetro), y se consideran un importante problema medioambiental producido por el uso excesivo de plásticos en la actualidad. Los MP están ampliamente distribuidos, se ingieren fácilmente con la alimentación o incluso se inhalan, y se pueden acumular en varios órganos debido a su pequeño tamaño y su bajo índice de degradación. Aunque algunos estudios preclínicos sugieren que los MP tienen efectos adversos en los trastornos metabólicos y la inflamación, aún no se ha investigado por completo su impacto en la salud humana. En este caso, los autores recogieron heces de personas sanas y de pacientes con EII y analizaron la concentración de MP. Los investigadores observaron una mayor concentración de MP en las heces de pacientes con EII que en las personas sanas. Curiosamente, la concentración de MP se correlacionó positivamente con la gravedad de la enfermedad, lo que sugiere que los MP son posibles desencadenantes de la activación clínica en la EII, y que además establecen un posible vínculo entre la alimentación y la inflamación. Los autores mostraron que los pacientes con una mayor abundancia de MP en las heces consumían más productos envasados en plástico. Aunque se ha sugerido que los MP podrían atravesar la barrera intestinal hasta el sistema circulatorio y repercutir en la salud, los resultados aún son muy preliminares y se necesita más información antes de sacar conclusiones prematuras que afecten a los pacientes. Independientemente del impacto en la gastroenterología, este estudio pone de manifiesto la preocupación global por el extenso uso de plásticos en la actualidad, las consecuencias que pueden tener para la salud humana a través de la cadena alimentaria, pero también a través de las materias primas y los productos agrícolas, y resalta la necesidad urgente de reducir el uso de plásticos.
¿Qué aconsejaría a los pacientes que padecen EII en cuanto a la exposición a los microplásticos?
Hay que interpretar los resultados con cautela, y es necesario seguir investigando para comprender el aumento de MP en las heces de pacientes con EII y sus implicaciones para la gravedad clínica. Aunque su consumo a través de la alimentación parece ser la hipótesis más plausible, existen numerosos factores demográficos, metodológicos o clínicos que podrían explicar este aumento. Sería interesante comprobar si estas observaciones se aplican a otros países además de China, donde la EII va en aumento. Además, los pacientes con EII presentan una alteración del microbioma intestinal, de la absorción, la permeabilidad y la motilidad, así como de la consistencia de las heces, factores que pueden influir en la excreción de MP. De hecho, el microbioma intestinal es un ecosistema complejo y diverso que cuenta con microbios capaces de digerir diferentes componentes, incluso MP, y los pacientes con EII presentan un microbioma deteriorado. Además, estos pacientes suelen consumir distintos fármacos o bioproductos (como vitaminas, probióticos, etc.), para aliviar los síntomas, algo que también podría afectar indirectamente a los MP en las heces.
Por último, la alimentación repercute en la sintomatología de la EII, y existe la creencia errónea de que los alimentos ultralimpios, que suelen estar envasados en plástico o embotellados (un ejemplo es el aumento del consumo de agua embotellada en las últimas décadas), son beneficiosos. Esto significa que decisiones sobre alimentación de los propios pacientes pueden haber significado más alimentos envasados en plástico. Mi consejo para los pacientes es que se adhieran a una alimentación tradicional y bien tolerada, que den preferencia a los alimentos caseros y naturales, y eviten tanto los alimentos ultraprocesados como los envasados en plástico. Además, reducir el uso del plástico también es beneficioso para cuidar a nuestro planeta.