Las nubes transportan cantidades masivas de genes de resistencia a los antibióticos
Un estudio publicado en la revista Science of The Total Environment1 revela que las nubes transportan grandes cantidades de diversos genes bacterianos de resistencia a los antibióticos. Estos genes, procedentes de los vertidos de antibióticos en el medio ambiente, aprovechan este medio de transporte para recorrer grandes distancias.
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Acerca de este artículo
Cada año se consumen decenas de miles de toneladas de antibióticos para cuidar de la salud humana, animal y vegetal, y una parte acaba en el medio ambiente. Así pues, se detecta la presencia de antibióticos no solo en las aguas residuales, sino también en los ríos, los mares y los suelos, permitiendo que las bacterias ambientales adquieran genes de resistencia y los transfieran a otras bacterias. Las células y el material genético pueden convertirse en aerosol, subir en la atmósfera gracias al efecto de las turbulencias, recorrer grandes distancias y, por último, incorporarse en el ciclo del agua.
La resistencia a los antibióticos se ha clasificado entre las 10 amenazas principales para la salud humana en un futuro cercano.
La prueba de la presencia de un «resistoma» en las nubes
Un equipo de investigadores franceses y canadienses midió la cantidad de genes de resistencia a los antibióticos presentes en las nubes en la estación meteorológica de Puy-de Dôme, situada a 1465 m de altitud en el Macizo Central francés. Los investigadores utilizaron una aspiradora de alta velocidad para recoger 12 muestras entre septiembre de 2019 y octubre de 2021. Dichas muestras presentaban una concentración media de aproximadamente 5 400 copias de genes de resistencia por m3 de aire (medida por citometría de flujo). Los 33 genes de resistencia seleccionados correspondían a los principales antibióticos utilizados en la actualidad, a saber, quinolonas, sulfamidas, tetraciclinas, aminoglucósidos, glucopéptidos, betalactámicos y macrólidos. De estos 33 genes, 29 se detectaron al menos una vez y 6 se observaron en al menos el 75% de las muestras.
Seis cosas que hay que saber sobre los antibióticos
La distribución de estos genes no dependía de las estaciones sino del origen geográfico de las masas de aire. Los genes de resistencia a las quinolonas –una familia de antibióticos muy implicados en la resistencia a los antibióticos y cuyo uso está restringido en Europa desde 2018– eran más abundantes en las nubes oceánicas elevadas. En cambio, los genes de resistencia a las sulfamidas y tetraciclinas eran más abundantes en las nubes formadas en las superficies continentales, quizás debido a su uso generalizado en la ganadería.
4,95 millones En 2019 ocurrieron más de 4,95 millones de fallecimientos relacionados con la resistencia a los antimicrobianos
1,27 millones 1,27 millones se atribuyeron directamente a infecciones resistentes a los antibióticos
La atmósfera es una vía importante de diseminación del resistoma
Tomando como hipótesis que la concentración media de genes de resistencia transportada por las nubes era equivalente a la concentración medida en este estudio (5 400/m3 de aire), los investigadores calcularon que las nubes podían transportar de forma permanente alrededor de 2,53 × 1021 copias de genes de resistencia en el mundo. Por lo tanto, cada año, entre 1,29 × 1025 y 2,06 × 1026 genes de resistencia viajan por las nubes, de los cuales una cantidad muy importante (2,2 ×1024) vuelve a caer sobre la Tierra con las precipitaciones (mientras que una fracción permanece en la atmósfera en forma evaporada).
Este estudio demuestra que la atmósfera constituye una de las vías de diseminación de los factores de resistencia a los antibióticos en el mundo. Para limitar su dispersión, convendría realizar estudios que permitan localizar las fuentes de emisión de bacterias2.
Infografías para compartir con sus pacientes
¿Qué es la Semana mundial de concienciación sobre la RAM?
Desde 2015, la OMS organiza cada año la Semana mundial de concienciación sobre la RAM (WAAW), cuyo objetivo es sensibilizar al público sobre la resistencia mundial a los antimicrobianos.
Esta campaña, que tendrá lugar del 18 al 24 de noviembre, alienta al público general, a los profesionales sanitarios y a los responsables a hacer un uso razonable de los antimicrobianos para evitar el desarrollo de resistencia a los antimicrobianos.