Una revolución en el control de las infecciones: el papel del TMF en la luche contra las bacterias multirresistentes en pacientes trasplantados
Un estudio pivotal revela que el trasplante de microbiota fecal (TMF) constituye una potente estrategia contra las bacterias multirresistentes (BMR) en los trasplantados renales, lo que supone un avance importante en el control de las infecciones y de la resistencia a los antimicrobianos.
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Autor
La aparición de bacterias multirresistentes (
(sidenote:
Multidrug-Resistant Organisms (MDROs)
Bacteria that are resistant to multiple antimicrobial drugs.
Source: https://www.science.org/doi/10.1126/scitranslmed.abo2750
)
) plantea un reto formidable para la salud pública, especialmente entre los pacientes inmunodeprimidos, incluidos los trasplantados renales. Un reciente ensayo comparativo y aleatorizado arroja luz sobre el trasplante de microbiota fecal (
(sidenote:
Trasplante de microbiota fecal (TFM)
Procedimiento terapéutico para restablecer la microbiota intestinal mediante la transferencia de bacterias fecales de un donante sano a un receptor.
Fuente: https://www.science.org/doi/10.1126/scitranslmed.abo2750
)
) como una intervención prometedora para limitar la colonización por BMR en esta población vulnerable. El ensayo incluyó una evaluación meticulosa de la seguridad y eficacia del TMF, así como de la dinámica de eliminación de las cepas de BMR, con resultados contundentes.
Eficacia de la eliminación y del prendimiento del injerto
El estudio se llevó a cabo en el Hospital Universitario Emory de Atlanta, en los Estados Unidos, con una aleatorización 1:1 de once receptores de trasplante renal entre un grupo de TMF (n= 6) y un grupo de observación (n= 5). Independientemente de su asignación inicial, todos los pacientes que seguían siendo positivos para BMR después de la primera intervención (día 36) recibieron un TMF posterior con el fin de continuar evaluando la eficacia y el potencial del TMF para eliminar las cepas bacterianas resistentes
En el estudio se observó una tasa de éxito impresionante, ya que 8 de los 9 pacientes que recibieron todos los tratamientos especificados en el protocolo tuvieron resultados negativos para BMR después del TMF. Este éxito se atribuyó al injerto de taxones beneficiosos del donante, como Akkermansia muciniphila y Faecalibacterium prausnitzii, en la microbiota intestinal de los receptores. Estos taxones se conocen por su papel beneficioso en el intestino humano, lo que sugiere una estrategia dirigida para reforzar la microbiota del receptor contra la colonización de BMR.
Desplazamiento, no sustitución
Profundizando en la cuestión clave del desplazamiento de las cepas de BMR, el estudio incluyó un análisis detallado que reveló que la introducción de cepas bacterianas competitivas y conespecíficas procedentes del donante desempeñaba un papel crucial. Este proceso de desplazamiento no es una mera sustitución, sino un desplazamiento estratégico que aprovecha la competencia microbiana dentro de la microbiota intestinal. Los investigadores revisaron meticulosamente las diferencias de contenido genético entre las cepas presentes inicialmente y las de sustitución en grupos de aislados conespecíficos, centrándose en los genes capaces de reforzar la competencia entre cepas o su adhesión a la superficie de las células hospedadoras.
Se hicieron observaciones significativas en el análisis del contenido génico, en particular en lo relativo a las colicinas, un subconjunto de bacteriocinas producidas por E. coli que son tóxicas para otras cepas de E. coli y cepas cercanas de la misma familia. Los datos experimentales demostraron que las cepas de E. coli productoras de colicina pueden superar a las cepas susceptibles a la colicina, que a su vez pueden ser superadas por cepas resistentes a la colicina, lo que confirma la existencia de una compleja dinámica competitiva no transitiva, comparable a la del juego de piedra, papel o tijera. Los resultados del estudio arrojaron luz sobre esta dinámica, ya que las cepas de sustitución sensibles llevaban múltiples genes de colicina e inmunidad a la colicina, los cuales estaban ausentes en las cepas resistentes a los antibióticos.
Estos resultados ilustran el carácter polifacético del impacto del TMF en la ecología microbiana intestinal y destacan que el desplazamiento de las BMR por el TMF implica un proceso complejo en el que intervienen la competencia microbiana, los determinantes genéticos de la competitividad y las presiones selectivas del entorno intestinal.
Implicaciones para la práctica clínica
Las implicaciones de este estudio van más allá de los beneficios inmediatos para los trasplantados renales. De hecho, marca un cambio de paradigma en la forma de abordar el control de las infecciones y de la resistencia a los antimicrobianos, abogando por tratamientos innovadores que aprovechen las comunidades microbianas naturales del organismo. A medida que avancemos, la integración del TMF en la práctica clínica podría revolucionar el tratamiento de la colonización por BMR, ofreciendo esperanza tanto a los pacientes como a los profesionales sanitarios.