El modo de alimentación del lactante influye directamente en la composición de su microbiota intestinal. De hecho, el tubo digestivo del recién nacido alimentado al pecho contiene más bifidobacterias y lactobacilos que el de los bebés alimentados con leche de fórmula. Pero ¿cómo se modula la propia microbiota de la leche materna? Varios estudios parecen indicar que la alimentación de la madre durante el embarazo y la lactancia afecta a su composición. Recientemente, otra hipótesis introduce la idea de que las bacterias procedentes de la microbiota intestinal de la madre podrían migrar hacia la glándula mamaria.
Dos géneros bacterianos predominantes
Para esclarecer el asunto, un equipo de investigadores brasileños analizó la composición microbiana de la leche materna de 94 mujeres que acababan de dar a luz. Entre los 85 géneros bacterianos identificados, 3 están sistemáticamente presentes y 10 entran en la composición de al menos el 90% de las muestras de leche analizadas. Dos géneros (estreptococos y estafilococos) predominan claramente y se cree que inician la colonización del tubo digestivo de los bebés. También están presentes cantidades bajas de bifidobacterias y lactobacilos que, en cambio, son muy abundantes en la microbiota intestinal de los lactantes alimentados al pecho.
Efecto de la vitamina C y de los ácidos grasos poliinsaturados
Los investigadores examinaron entonces los efectos sobre la microbiota de la alimentación durante el embarazo y el primer mes de lactancia e identificaron dos puntos importantes:
- Solo el consumo de vitamina C durante el embarazo se asoció a un perfil bacteriano específico, dominado por estafilococos, lo cual sugiere que influye en la naturaleza de las bacterias de la microbiota de la leche materna.
- El consumo de ácidos grasos poliinsaturados(salmón, atún...) durante la lactancia, por su parte, moduló ligeramente la abundancia de bifidobacterias.
Influencia diferente antes y después del parto
La alimentación de una mujer parece tener un efecto en la diversidad microbiana de su leche. Sin embargo, tendría una mayor influencia durante el embarazo que durante la propia lactancia.