Microbiota intestinal y evolución de la esteatosis hepática no alcohólica
Un estudio realizado recientemente estableció una relación entre la microbiota intestinal y el proceso inflamatorio capaz de favorecer, a través de la producción de ácidos grasos de cadena corta, el agravamiento de la esteatosis hepática no alcohólica y su progresión a esteatohepatitis.
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Acerca de este artículo
Junto con la resistencia a la insulina, la esteatosis hepática no alcohólica (non alcoholic fat liver disease, NAFLD) se ha convertido en la enfermedad hepática más frecuente en países occidentales, con una prevalencia cercana al 25%. Su primer estadio es la esteatosis hepática, que en algunas personas evoluciona a esteatohepatitis (non alcoholic steato-hepatitis, NASH) bajo la influencia de varios factores, incluida la presencia de un estado proinflamatorio. Un equipo de investigación alemán publicó recientemente un estudio de 32 pacientes con NAFLD (18 de ellos con NASH) y de 27 voluntarios sanos, en el que se compararon 3 parámetros: la microbiota intestinal, los ácidos grasos de cadena corta (AGCC) fecales y la ratio entre linfocitos Th17 y rTreg en sangre.
Una microbiota específica en la NASH
En comparación con los pacientes con esteatosis hepática no alcohólica de estadio menos avanzado, los pacientes con NASH presentan una mayor abundancia de especies pertenecientes a la familiaFusobacteriaceae y en especial a los géneros Fusobacterium, Prevotella y Eubacterium, así como una mayor abundancia de Fusobacteriaceae y Prevotellaceae respecto al grupo de control,dos familias bacterianas productoras de ácidos grasos. El perfil microbiótico hallado caracteriza dos subgrupos distintos correspondientes a pacientes con o sin NASH en el grupo de pacientes con NAFLD y, además, muestra una correlación con los resultados de las biopsias hepáticas. Este hecho podría abrir una nueva vía para un seguimiento no invasivo de la evolución de la enfermedad, teniendo en cuenta que actualmente el diagnóstico de NASH sólo se puede hacer a partir de una biopsia hepática. Además, las concentraciones fecales de acetato, propionato y butirato, tres AGCC producidos en el tubo digestivo por fermentación de fibra alimentaria, se encuentran más elevadas en el grupo con NAFLD que en el grupo de control. También se observó una concentración de butirato significativamente más elevada en el grupo con NASH con respecto al grupo de control.
Papel controvertido de los AGCC
Por último, el estudio se centra en la comparación de las concentraciones sanguíneas de distintos linfocitos específicos: Treg no activados (rTreg) con propiedades antiinflamatorias y Th17 con propiedades proinflamatorias. Un estudio publicado por el mismo equipo de investigación demostró que la ratio Th17/rTreg era más elevada en el subgrupo con NASH que en los pacientes con NAFLD. El presente estudio muestra una correlación positiva entre la ratio Th17/rTreg y las concentraciones fecales de acetato y propionato. Los AGCC son generalmente conocidos por sus propiedades antiinflamatorias, pero diferentes estudios, incluido éste, sugieren un papel proinflamatorio en algunas enfermedades y en determinadas circunstancias.