De la granja al intestino: los asombrosos efectos de las frutas y verduras sobre la microbiota intestinal
Un equipo de científicos observó por primera vez que más del 2% de los microbios intestinales humanos proceden de frutas y verduras. Estos microbios de origen vegetal persisten durante años, complementando los genes humanos mediante la producción de compuestos beneficiosos para la salud.
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Un nuevo estudio 1 revela que el antiguo dicho «cada día una manzana y tendrás una vida sana» también es aplicable a la alimentación de los habitantes microscópicos de nuestro cuerpo: la microbiota intestinal. Los científicos descubrieron que las bacterias de origen vegetal migran al tubo digestivo humano y ahí se instalan. Este estudio es el primero que demuestra de manera contundente la transmisión de microbios de origen vegetal al intestino a través del consumo.
Los microbios de origen vegetal colonizan la microbiota intestinal
Los científicos del Instituto de Biotecnología Medioambiental 2 de Austria realizaron un complejo análisis genómico computacional, reconstruyendo 156 genomas bacterianos a partir de conjuntos de datos metagenómicos de frutas y verduras. Estas secuencias de ADN microbiano sirvieron de referencia para detectar bacterias derivadas de productos frescos en metagenomas de heces humanas accesibles al público. Los investigadores también examinaron una cohorte longitudinal de seguimiento de muestras fecales de lactantes durante tres años para evaluar la persistencia bacteriana.
Tuvieron la sorpresa de encontrar géneros bacterianos comunes entre los productos frescos y los intestinos de las personas. Los principales géneros de origen vegetal detectados en los intestinos de los participantes eran Enterobacterales, Burkholderiales y Lactobacillales.
Las frutas y verduras proporcionan el 2% del total de bacterias intestinales
En promedio, cerca del 2% de las bacterias intestinales propias de un individuo proceden de frutas y verduras. Esta proporción aumenta en los niños pequeños y en las personas que comen mucha verdura.
Aunque esta proporción sigue siendo baja en comparación con la comunidad bacteriana en conjunto, estas bacterias de origen vegetal suministran componentes esenciales para la salud, como ácidos grasos de cadena corta, vitamina B12 y vitamina K.
2% ¡El 2% de los microbios intestinales humanos proceden de las frutas y verduras que consumimos!
Por último, el estudio demostró que el consumo semanal de más de 10 tipos distintos de frutas y verduras, en comparación con una alimentación menos diversificada, se asocia a una mayor riqueza en términos de especies bacterianas intestinales. El consumo habitual de frutas y verduras también se asocia a una mayor heterogeneidad estructural de la comunidad bacteriana.
El futuro de nuestro microbioma se encuentra en la tierra
A medida que la actividad humana reduce los ecosistemas naturales y destruye la biodiversidad, la disminución del aporte de microbios por parte de los productos frescos puede tener graves consecuencias para la salud pública, que apenas estamos empezando a comprender.
Este estudio pone de relieve la insospechada importancia de los productos agrícolas como vectores esenciales para la siembra de nuestro ecosistema intestinal, y sugiere que la preservación de los vegetales y de la tierra podría echar las semillas de un futuro mejor para el microbioma global.
También se podría argumentar que la disminución del aporte de microbios por parte de los productos de la agricultura intensiva, que son menos ricos en microbioma, tendrá un impacto negativo en la salud pública. El destacado papel de las frutas y verduras como vectores vitales, pero vulnerables, que transmiten bacterias ambientales a nuestros intestinos, tiene implicaciones urgentes para la agricultura, la preservación del medio ambiente y la medicina.