¿Bacterias de la microbiota intestinal capaces de reducir el colesterol?
Según un nuevo estudio, la microbiota influiría en los parámetros de salud cardiovascular de múltiples maneras. Algunas bacterias capaces de metabolizar el colesterol podrían tener un impacto beneficioso no despreciable sobre el riesgo cardiaco.
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Acerca de este artículo
La microbiota intestinal podría ser un día una diana terapéutica de elección para luchar contra las enfermedades cardiovasculares. Es lo que sugiere un estudio realizado por unos investigadores estadounidenses del Massachuetts General Hospital. 1
Estos investigadores acaban de poner en evidencia que existen numerosas asociaciones entre las bacterias del intestino y los parámetros metabólicos de la salud cardiovascular. Los vínculos más importantes harían referencia a ciertas bacterias capaces de metabolizar el colesterol.
Factores de riesgo cardiovascular: la edad microbiana podría cambiar las cosas
La «edad microbiana» es un parámetro calculado sobre la base de las modificaciones, asociadas a la edad, de ciertas especies bacterianas de la microbiota intestinal (una cincuentena en total). Según un estudio publicado en Nature Medicine 2, tener una baja edad microbiana a pesar de la propia edad podría proteger de las enfermedades cardiovasculares. En las personas mayores de 60 años que presentan factores de riesgo cardiovascular importantes (obesidad, hiperglucemia…), una baja edad microbiana disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, mientras que una edad microbiana elevada lo aumenta, independientemente del sexo, la edad, los factores alimentarios o el modo de vida. Por lo tanto, parece que la edad microbiana contrarresta el riesgo cardiovascular asociado a las disfunciones metabólicas. Esto es una nueva prueba de la implicación de la microbiota en la salud cardiovascular.
Datos esenciales sobre las relaciones entre la microbiota y el metabolismo del huésped
Para llegar a esta constatación, los investigadores han realizado el perfil completo del entorno intestinal de más de 1400 individuos del Framingham Health Study. Han procedido a la secuenciación metagenómica (análisis de los genomas del conjunto de los microorganismos intestinales), pero también metabolómica (análisis del conjunto de los metabolitos) de las heces del conjunto de los voluntarios.
Después han intentado saber si existían correlaciones entre los datos de las microbiotas y los parámetros de salud de los voluntarios (triglicéridos, colesterol, proteína C reactiva, glucemia, hemoglobina glucosilada, presión arterial…).
Resultados
Resultados: existen más de 16 000 asociaciones entre los microorganismos intestinales y los parámetros metabólicos. Entre las principales, los científicos han identificado una relación negativa entre las especies bacterianas de Oscillibacter y el colesterol fecal y plasmático. Los voluntarios que presentaban una abundancia de estas bacterias en su microbiota tenían niveles más bajos de colesterol.
Bacterias equipadas para degradar el colesterol
Cultivando tres aislados in vitro, han demostrado que Oscillibacter es capaz de absorber el colesterol y transformarlo en colesterona, en glucósido de colesterol y en hidroxicolesterol, metabolitos que pueden ser descompuestos por otras bacterias y finalmente excretados por el organismo.
Por otra parte, se observaba que la presencia concomitante, en la microbiota de los voluntarios, de Oscillibacter y Eubacterium coprostanoligenes (bacterias portadoras de un gen llamado ismA implicado en el metabolismo del colesterol) se asociaba a una disminución más marcada de la concentración de colesterol sanguíneo. Según los investigadores, los dos tipos de bacterias podrían tener un efecto sinérgico positivo sobre la concentración de colesterol.
Un amplio campo de investigación en perspectiva
El interés de este estudio con respecto a los trabajos anteriores es que permite tener una comprensión más completa y fina de las vías metabólicas por las que las bacterias actúan sobre el organismo.
También sienta las bases para próximos estudios centrados en la manera en que las modificaciones de la microbiota contribuyen a las enfermedades cardiovasculares, en especial la manera en que diferentes comunidades interactúan entre sí para afectar a la salud.
Resultado
La clave es una mejor comprensión de la ecología intestinal, que podría permitir, un día, elaborar estrategias terapéuticas innovadoras centradas en una o varias bacterias del intestino.