Una bacteria procáncer en la mama
¿Y si la eficacia de cierta quimio contra el cáncer de mama dependiera solo de una pequeña bacteria que vive en el tumor? Este es el resultado que sugieren los trabajos de un equipo chino 1, que podrían modificar en el futuro el tratamiento de las pacientes.
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Acerca de este artículo
Poseer una microbiota no es exclusivo del tubo digestivo o de la piel. Los pulmones, los huesos y también las mamas disponen de su propia microbiota, aunque menos considerable que la del tubo digestivo, pero de todos modos presente. Esto tiene importantes implicaciones: en efecto, estas microbiotas de nuestros órganos serían capaces de modular el desarrollo del cáncer, pero también la eficacia de los tratamientos de quimioterapia.
Esta es la razón por la que un equipo se ha centrado en la implicación, en el cáncer de mama, de la bacteria Bacteroides fragilis. Concretamente, se ha interesado por una cepa específica de B. fragilis, capaz de producir una toxina que da lugar a diarrea y lesiones cólicas cuando la bacteria se establece en el tubo digestivo.
N.° 1 En 157 países de 185, el cáncer de mama era la primera causa de cáncer en las mujeres en 2022. ²
670 000 En 2022, el cáncer de mama provocó 670 000 fallecimientos en el mundo. ²
Una bacteria intestinal que reduce la eficacia de la quimio
¿Por qué esta bacteria? Porque, en caso de cáncer de mama, cuanto más está presente la bacteria en el tumor, peor será la respuesta de las mujeres a ciertas quimioterapias (a base de taxanos, utilizadas sobre todo en el
(sidenote:
Triple-negative breast cancer
Cáncer que se caracteriza por la ausencia de expresión de los receptores hormonales de los estrógenos y la progesterona, así como del receptor HER2 (de ahí su nombre). Este tipo de cáncer es muy agresivo, porque se propaga con rapidez a otros órganos. Afecta, sobre todo, a las mujeres menores de 40 años y a las mujeres de origen africano o asiático.
Fuentes:
(1) https://www.who.int/news-room/fact-sheets/detail/breast-cancer
(2) https://cancer.ca/en/cancer-information/cancer-types/breast/what-is-breast-cancer/cancerous-tumours/triple-negative-breast-cancer
)
).
Para comprender mejor los mecanismos que entran en juego, los investigadores han hecho experimentos en el ratón y han puesto en evidencia la cascada de reacciones desencadenadas por la toxina bacteriana, que conduce a favorecer la multiplicación de las células cancerosas. Entre los actores de esta cascada: un receptor llamado NOD1, mucho más presente en el tumor en las mujeres cuyos tumores no responden a la quimioterapia.
1/2 Alrededor de la mitad de los cánceres de mama aparecen en mujeres que no presentan ningún factor de riesgo específico, aparte del sexo y la edad. ²
0.5-1% Los hombres representan aproximadamente entre el 0,5 % y el 1 % de las personas afectadas por el cáncer de mama. ²
¿Aprovechar la microbiota de la mama para afinar el tratamiento?
Es cierto que se plantean numerosas cuestiones todavía. Por ejemplo, ¿esta bacteria del entorno tumoral es la única que interactúa con las células cancerosas y la quimioterapia, sabiendo que otras bacterias (Clostridia, Alphaprotéobacteria y Actinobacteria) están más presentes en caso de tumor? ¿Por qué el receptor NOD1 favorece ciertos cánceres (cáncer de ovario, de esófago, de colon), pero parece ralentizar otros (carcinoma papilar de tiroides, carcinoma hepatocelular)?
Pero estos primeros resultados permiten vislumbrar unas pistas esperanzadoras: buscar la presencia de esta bacteria, de su toxina o del famoso receptor NOD1 podría permitir predecir una quimioterapia. Esto daría la posibilidad, en el futuro, de afinar el tratamiento y mejorar la respuesta a la quimioterapia en el cáncer de mama.