Trastornos por consumo de alcohol: ¿in microbiota veritas?
Millones de personas en el mundo beben alcohol de forma regular, pero no todas desarrollan un trastorno por consumo de alcohol. Un estudio publicado en Translational Psychiatry1 sugiere que la composición de la microbiota intestinal podría contribuir a explicar las diferencias interindividuales en los esquemas de consumo.
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Acerca de este artículo
La microbiota intestinal interactúa con el sistema nervioso central y está implicada en diversas enfermedades, incluidos trastornos mentales. Determina la manera en que el cuerpo se adapta y reacciona a su entorno, lo cual podría incluir el consumo de alcohol. Algunos individuos parecen apreciar y/o tolerar más el alcohol que otros o ser más propensos al abuso y la dependencia. Un equipo de investigadores españoles se propuso explorar las relaciones entre la microbiota intestinal y el comportamiento frente al alcohol en el ser humano y el animal.
3 millones Cada año, el alcoholismo es responsable de 3 millones de fallecimientos en el mundo.
Modificaciones de la microbiota intestinal y del tránsito en los grandes bebedores
Los científicos evaluaron mediante un cuestionario el consumo semanal en gramos de alcohol de 507 estudiantes (83,3% de mujeres, edad media de 19,8 años), teniendo en cuenta el tipo de alcohol, la cantidad, el tiempo entre dos tomas y el peso del sujeto. El aspecto de las heces de los participantes se clasificó mediante la escala de Bristol. Mientras que cerca del 55% de ellos declaraban un tipo 3, los grandes bebedores tenían más bien heces de tipo 1 y se observó una asociación lineal entre consumo de alcohol y tipo 1. Fue un resultado inesperado puesto que el abuso de alcohol suele asociarse con diarrea. Con el fin de estudiar el efecto del consumo de alcohol sobre la composición de la microbiota intestinal, los investigadores analizaron muestras fecales de los 17 sujetos de la cohorte que no bebían y de los 17 sujetos de la cohorte que consumían más alcohol. La (sidenote: Diversidad α Una medida que indica la diversidad de una sola muestra, es decir, el número de especies diferentes presentes en un individuo. Hamady M, Lozupone C, Knight R. Fast UniFrac: facilitating high-throughput phylogenetic analyses of microbial communities including analysis of pyrosequencing and PhyloChip data. ISME J. 2010;4:17-27. https://www.nature.com/articles/ismej200997 ) no fue significativamente diferente entre los dos grupos, pero la (sidenote: diversidad β Una medida que indica la diversidad de especies entre las muestras, permite evaluar la variabilidad de la diversidad de la microbiota entre los sujetos. Hamady M, Lozupone C, Knight R. Fast UniFrac: facilitating high-throughput phylogenetic analyses of microbial communities including analysis of pyrosequencing and PhyloChip data. ISME J. 2010;4:17-27. https://www.nature.com/articles/ismej20099 ) reveló un aumento de Actinobacteriae en el segundo.
Los trastornos por consumo de alcohol afectan a 107 millones de personas en el mundo (70% de hombres). El grupo de edad más afectado es el de 25 a 34 años. En Rusia, 1 persona de cada 10 entre 30 y 34 años es alcohólica.2
Desarrollo de apetencia por el alcohol en ratas trasplantadas
Después, los investigadores indujeron una dependencia alcohólica en ocho ratas mediante la administración intragástrica de alcohol durante 10 días, hasta que aparecieran signos de abstinencia. Se obtuvieron muestras fecales de estos animales y se trasplantaron a ratas receptoras. Dos semanas después, los animales receptores presentaron un consumo de alcohol voluntario más elevado (27,4%) en comparación con las ratas de control. Este plazo demuestra que la nueva microbiota es la causa y no la consecuencia del aumento del consumo de alcohol. El análisis de la microbiota intestinal de las ratas intoxicadas donantes y de las ratas receptoras indica que el género Porphyromonas, menos abundante en estos animales con respecto a los controles, podría asociarse al deseo de consumir alcohol. Los investigadores no encontraron un género bacteriano específico más abundante, pero observaron que, en otros estudios en ratones alcohólicos, las bacterias del grupo Actinobacteriae eran más abundante, como en el ser humano.
Según ellos, la microbiota implantada sería un factor de predisposición que, frente al alcohol, provoca en el receptor un aumento de ciertas poblaciones de bacterias que obtienen más beneficios del alcohol. Además, las ratas receptoras mostraron una reducción de la actividad locomotora, por lo que también podría modificar el comportamiento frente al alcohol afectando la neurotransmisión dopaminérgica cerebral y el sistema de recompensa.
Utilizar la microbiota para tratar los trastornos por consumo de alcohol
En conclusión, los autores consideran que este estudio tiende a demostrar una relación entre la microbiota intestinal y el consumo de alcohol. Mejor aún, intervenir en la microbiota intestinal con probióticos y/o prebióticos podría ayudar a tratar los trastornos por consumo de alcohol. Todavía falta determinar los géneros y especies pertinentes.
2. Ritchie H, Roser M. Alcohol Consumption. Our World Data (April 2018, revised January 2022) : https://ourworldindata.org/alcohol-consumption