Microbiota Vaginal #18
Por la Prof. Satu Pekkala
Becaria de investigación de la Academia de Finlandia, Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud, Universidad de Jyväskylä, Finlandia
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Acerca de este artículo
EMBARAZO Y COVID-19: ¿LA DISBIOSIS VAGINAL ES UNA FUENTE DE COMPLICACIONES?
Covid- 19 en mujeres embarazadas requirieran la intervención de la microbiota vaginal? Para comprobar esta hipótesis, los investigadores realizaron un estudio prospectivo de casos y controles en el que participaron 28 mujeres embarazadas no contagiadas y 19 mujeres embarazadas contagiadas de COVID-19. Se obtuvo una muestra de la microbiota vaginal con un hisopo durante la fase activa de la enfermedad un mes después de la recuperación y se evaluó mediante secuenciación del gen 16S rRNA. En el grupo con COVID-19 se observó una diversidad significativamente mayor que en el grupo control. Además, los Bacteroidetes se habían impuesto a los Firmicutes y, en cuanto al género bacteriano, Lactobacillus sp. tenían una abundancia significativamente menor que en el grupo control. Pues bien, estudios anteriores habían demostrado que existía un mayor riesgo de aborto espontáneo o parto prematuro en mujeres embarazadas cuya microbiota vaginal tenía menos Lactobacilli. Estos datos corroboran este hallazgo, ya que 3 mujeres del grupo con COVID-19 dieron a luz prematuramente (frente a 0 en el grupo de control). A pesar del reducido tamaño de la muestra, los investigadores observaron otras diferencias en la composición de la microbiota vaginal en el grupo con COVID-19. En concreto, las mujeres que padecían formas de moderadas a graves de COVID-19 presentaban niveles mucho más elevados de Ureaplasma spp.: 2,05 % frente al 0,1 % en el caso de formas asintomáticas a leves. El género Ureaplasma está implicado en diferentes infecciones ginecológicas (salpingitis, uretritis y cervicitis), su sobrerrepresentación en caso de COVID-19 grave también respalda la asociación de la disbiosis vaginal tanto con la infección por SARS-Cov-2 como con los riesgos de complicaciones del embarazo. Por ende, en los 3 nacimientos prematuros que se produjeron en este estudio, 2 pertenecían al subgrupo de COVID-19 moderada a grave (n=6). Por lo tanto, aunque el estudio no permite concluir que exista una relación causal, estos resultados sugieren que el COVID-19 puede desencadenar una alteración desfavorable del microentorno vaginal en mujeres embarazadas. Es posible que esto sea aún más pronunciado cuando la infección sea grave, y podría provocar un mayor riesgo de complicaciones, como un parto prematuro.