La convivencia con hermanos es un factor determinante importante del desarrollo de la microbiota
Modo de nacimiento, alimentación, tratamiento con antibióticos… Se conocen numerosos factores que pueden influir en el desarrollo de la microbiota y en la salud durante la primera infancia. La presencia de hermanos también desempeña un papel preponderante, como muestra un estudio danés publicado en Microbiome.1
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Acerca de este artículo
Desde el nacimiento, la formación de la microbiota depende principalmente de las fuentes bacterianas cercanas, sobre todo la madre, pero también el resto del entorno familiar, en especial los hermanos y hermanas. Sin embargo, no se han realizado mucho estudios sobre la influencia de los hermanos. Para solventar esta carencia, un equipo de investigadores daneses secuenció muestras fecales (a la edad de 1 semana, 1 mes, 3 meses, 1 año, 4 años y 6 años) y faríngeas (a la edad de 1 semana, 1 mes y 3 meses) tomadas en 686 niños procedentes de la cohorte COPSAC2010 (Copenhagen Prospective Studies on Asthma in Childhood 2010). En cada visita, se tuvo en cuenta y se actualizó su posición entre los hermanos. Por otra parte, se registraron 15 covariables: peso al nacer, toma de antibióticos, alimentación, presencia de animales domésticos, etc. Los investigadores evaluaron después la relación entre la marca de los hermanos en la microbiota de los niños y la presencia de asma, rinitis alérgica y sensibilización alérgica a los 6 años de edad.
Diferencias de diversidad y abundancia en los niños pequeños con hermanos mayores
Los investigadores observaron que los hermanos representan uno de los factores más importantes del desarrollo de la microbiota intestinal y de las vías respiratorias del niño. Encontraron diferencias significativas de composición, tanto en términos de diversidad como de cantidad de géneros bacterianos. El impacto de los hermanos resultó especialmente evidente en el primer año de vida, y una menor diferencia de edad con el hermano o la hermana mayor tuvo un mayor impacto que el número de hermanos y/o hermanas mayores.
La microbiota faríngea de los niños con uno o más hermanos o hermanas mayores presentaba a los 3 meses una diversidad alfa reducida con respecto a la de los hijos únicos. Los géneros Moraxella y Neissera eran más abundantes, mientras que los estafilococos lo eran menos. Ningún otro factor, incluso importante como la lactancia materna o la toma de antibióticos, pareció ejercer un efecto superior al de los hermanos sobre la composición de la microbiota faríngea.
La microbiota intestinal de los niños con hermanos o hermanas mayores presentaba, hasta los 4 años, una mayor diversidad alfa y una diferencia significativa de diversidad beta. A la edad de 1 año, los hermanos eran el factor determinante más importante de la diversidad beta, después del modo de nacimiento. La presencia de uno o más hermanos o hermanas mayores se asoció a menos Escherichia/Shigella, otras Enterobacteriaceae y Veillonella, pero a una mayor abundancia de Prevotella. Para este último género bacteriano, el aumento de la abundancia incluso fue más pronunciado a los 4 años y persistió hasta los 6 años. Por último, se observó una asociación entre una microbiota intestinal con el perfil característico de los hermanos a la edad de 1 año y una reducción del riesgo de asma a los 6 años.
Integrar mejor a los hermanos en los estudios sobre el desarrollo de la microbiota
Por lo tanto, los investigadores consideran que la presencia de hermanos influye considerablemente en el desarrollo de la microbiota del niño pequeño, con repercusiones en la salud. Sugieren que los estudios sobre el desarrollo de la microbiota en el niño tengan en cuenta la presencia de hermanos y hermanas, sobre todo si son mayores.