Endometriosis: ¿la culpa la tiene Fusobacterium?
¿Y si, mañana, un simple tratamiento antibiótico pudiera curar a las mujeres que padecen endometriosis? Es lo que sugiere un estudio japonés publicado en 2023, que incrimina a Fusobacterium en la génesis de la enfermedad.
Espacio para el público general
Encuentra aquí tu espacio dedicadoen_sources_title
en_sources_text_start en_sources_text_end
Acerca de este artículo
La endometriosis afecta al 10 a 15% de las mujeres en edad de procrear. Produce dolor crónico, hipofertilidad e incluso infertilidad. Se propusieron varias hipótesis para explicar la causa, en especial la menstruación retrógrada. Pero se sospecha que existen otros mecanismos. Según un estudio de un equipo japonés, la microbiota de la cavidad uterina podría estar implicada, en especial la bacteria Fusobacterium, un patógeno oportunista proinflamatorio.
1 mujer de cada 10 padece endometriosis
49% Solo 1 de cada 2 mujeres sabe qué es con exactitud la flora vaginal
Fusobacterium provoca una respuesta inflamatoria
Las muestras de tejidos obtenidas durante una histerectomía en 79 pacientes con endometriosis revelaron la presencia más frecuente de bacterias del género Fusobacterium en el endometrio uterino y en los fibroblastos ováricos, en comparación con 76 controles sin endometriosis (las muestras se tomaron durante intervenciones quirúrgicas por displasias cervicales, adenomiosis, etc.). De hecho, Fusobacterium estaba presente en el endometrio del 64,3% de las pacientes, frente a tan solo el 7,1% de las mujeres sanas.
Además, las muestras vaginales mostraban una mayor abundancia de esta bacteria en la esfera vaginal de las mujeres con endometriosis. Esto apoya la hipótesis propuesta anteriormente de que la microbiota vaginal participa en la patogenia de la enfermedad, sin olvidar que la microbiota digestiva también parece estar implicada.
Inoculación vaginal de bacterias
Pero, sobre todo, la inoculación vaginal de Fusobacterium en un modelo murino de endometriosis produce un aumento marcado de los fibroblastos y del número y peso de las lesiones, a diferencia de otras bacterias como Lactobacillus iners o Escherichia coli.
Varios estudios complementarios han permitido a los autores proponer el siguiente mecanismo: la infección de las células endometriales por Fusobacterium conduce a la producción por los macrófagos del factor de crecimiento TGF-β1, el cual induce la transición de los fibroblastos de un estado de reposo a un estado activado, en el que expresan una proteína citoplasmática llamada transgelina (TAGLN), que favorece la proliferación, la migración y la adhesión de estos fibroblastos fuera del endometrio. Este mecanismo parece confirmarse en el ser humano: también se observa la hiperexpresión de TAGLN en los fibroblastos de las pacientes, favoreciendo su proliferación y su motilidad.
¿Un tratamiento antibiótico?
Por último, los investigadores probaron en animales un tratamiento antibiótico vaginal de amplio espectro (metronidazol y cloranfenicol) durante 21 días, para erradicar F. nucleatum. Este tratamiento, administrado a los ratones durante la inoculación de Fusobacterium o más adelante (cuando las lesiones crecieron), limitó las cantidades de F. nucleatum y TGF-β1 y la expresión de TAGLN, y redujo el número y peso de las lesiones. ¿Cabe esperar que se pueda aplicar este enfoque terapéutico para tratar la endometriosis? Un ensayo clínico está en curso en 2023 para investigar los efectos de los antibióticos en mujeres con endometriosis. Sus resultados quizá permitirán prescribir un día un antibiótico a las pacientes con endometriosis e infectadas por esta bacteria.