Dermatitis atópica: correlación entre la severidad de la enfermedad y las microbiotas nasal y cutánea
La microbiota cutánea podría no ser la única implicada en la severidad de la dermatitis atópica ya que la microbiota nasal también parece desempeñar un papel importante. Aunque estas dos microbiotas son distintas, no dejan de estar relacionadas.
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Acerca de este artículo
Ciertas modificaciones de la microbiota cutánea se han asociado a la dermatitis atópica (DA) y a su severidad. La microbiota nasal también podría estar implicada: Staphylococcus aureus se detecta con una frecuencia cinco veces mayor en la nariz de los pacientes con DA. Por ello, la nariz podría constituir un importante reservorio de autocontaminación y propagación bacteriana a la piel o viceversa. Un estudio se interesó específicamente en las relaciones entre la piel y la microbiota nasal en niños con DA, en función de su severidad.
Nariz y piel: ¿dos microbiotas conectadas?
Los investigadores primero pusieron en evidencia, mediante secuenciación del ARNr 16S, comunidades microbianas distintas en la nariz (89 muestras) y en la piel lesionada (57 muestras) de los niños con DA; mientras que la microbiota nasal estaba dominada por Actinobacteria (especies del género Corynebacterium spp.), Proteobacteria (principalmente Moraxella) y Firmicutes (Staphylococcus, Streptococcus y especies del género Dolosigranulum spp.), las lesiones cutáneas estaban dominadas por estafilococos y, en menor medida, por especies pertenecientes a los géneros Pelomonas, Streptococcus y Janthinobacterium. Sin embargo, existían correlaciones entre las especies bacterianas de las vías nasales y aquellas presentes en la piel sin que se hayan dilucidado los mecanismos subyacentes (¿transmisión cruzada entre los dos nichos?).
Correlación entre las microbiotas y la severidad de la enfermedad
Pero, sobre todo, la severidad de la DA pediátrica mostró una correlación con la composición de la microbiota nasal y una correlación aún más estrecha con la composición de la microbiota cutánea. Esto se confirmó incluso después de efectuar ajustes por factores de confusión como la edad, el uso de antibióticos y la localización de la muestra de piel. Esta correlación entre las microbiotas y la severidad de la enfermedad dependía estrechamente de los estafilococos procedentes de los dos nichos, pero también de otras especies, como Moraxella en la nariz.
Distinguir presencia y carga bacterianas
Por otra parte, el estudio demostró que S. aureus estaba presente en las lesiones cutáneas de uno de cada dos (sidenote: Sin embargo, la tendencia no es estadísticamente significativa ) –más a menudo en las formas graves–, pero no encontró ninguna correlación entre su carga (medida por PCR cuantitativa) y la severidad de la DA. En cambio, mientras que la presencia cutánea de S. epidermidis en el 80% de las muestras no presentó diferencias en función de la severidad, su carga fue significativamente mayor en la DA severa. Aunque esta asociación no significa que exista una relación de causalidad, estos resultados sugieren que los dos nichos microbianos podrían desempeñar un papel en el empeoramiento de la inflamación característica de la enfermedad. De ahí la importancia, en estudios futuros, de explorar no solamente el papel de las especies microbianas en la DA y sus relaciones con el huésped y otras especies, sino también las interacciones entre las diferentes comunidades microbianas del organismo.