La microbiota, un entrenador invisible que mejora el rendimiento deportivo
El sedentarismo perjudica gravemente la salud, por eso es importante practicar una actividad física semanal. Aunque empezar o volver a hacer deporte no siempre es fácil, todos disponemos de un gran aliado: la microbiota intestinal.
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Acerca de este artículo
¿Por qué una actividad física regular es importante para nuestra salud? ¿Por qué es tan difícil empezar o volver a hacer deporte?
El
(sidenote:
Sedentarismo
«Situación de vigilia caracterizada por un consumo energético cercano al consumo energético de reposo en posición sentada o tumbada». Ejemplo: tiempo pasado en posición sentada o tumbada durante el día, aparte del tiempo de sueño, o bien en el lugar de trabajo o la escuela, o durante los desplazamientos en transportes motorizados, o bien durante el ocio, sobre todo frente a una pantalle
Fuente: OMS, Organisation mondiale de la Santé. Lignes directrices de l’OMS sur l’activité physique et la sédentarité: en un coup d’œil. 2020 Nov 25. 17 pages. ISBN: 9789240014862
)
seriously damages your health: insufficient physical activity is associated with a 20% to 30% increased risk of death.1 A la inversa, la
(sidenote:
Actividad física
«Cualquier movimiento corporal producido por contracción de los músculos esqueléticos que comporta un aumento del consumo energético (CE) con respecto al CE en reposo». La marcha, el ciclismo, el juego activo, la práctica deportiva, la limpieza, la jardinería y el bricolaje son ejemplos de actividades físicas.
Fuente: Caspersen CJ, Powell KE, Christenson GM. Physical activity, exercise, and physical fitness: definitions and distinctions for health-related research. Public Health Rep. 1985 Mar-Apr;100(2):126-31.
)
regular produce múltiples beneficios en los ámbitos cardiorrespiratorio, cardiovascular, óseo y también para la gestión del peso.1 Pero no siempre resulta fácil ponerse a ello.
La práctica semanal de un deporte se asocia a una reducción del 20 al 40% de la mortalidad por todas las causas. 8
De hecho, practicar un
(sidenote:
Deporte
«Actividad física de ocio estructurada que puede incluir ejercicios físicos en los que los participantes cumplen un conjunto común de reglas (o de expectativas) y se define un objetivo»
Fuente: Khan KM, Thompson AM, Blair SN et al. Sport and exercise as contributors to the health of nations. Lancet. 2012 Jul 7;380(9836):59-64.
)
de resistencia, tanto si se trata de correr, andar en bicicleta, nadar o realizar una actividad aeróbica, requiere algunas adaptaciones fisiológicas del cuerpo y no solo de los músculos. Una actividad prolongada:
- produce pérdidas de agua y electrólitos (sobre todo, sodio y cloro), debido a la producción de sudor para enfriar el cuerpo;
- agota las reservas de (sidenote: Glucógeno Forma de almacenamiento de los glúcidos («azúcares») en el organismo, principalmente en el hígado y los músculos. ) para alimentar a los músculos en movimiento;
- aumenta la inflamación debido al estrés del esfuerzo, etc.
Aunque sea por una buena causa, representa un reto importante para el organismo… ante el que la microbiota intestinal podría ser muy útil.
¡Motivados, motivados!
Está claro que no todos estamos igual de motivados para hacer deporte. Y la microbiota podría ser responsable de la falta de ganas de algunos y del gran ímpetu de otros. ¿Cómo? A través de las bacterias intestinales, que producen moléculas capaces de potenciar la liberación de dopamina (hormona del placer y la motivación) durante la actividad física, al menos en los ratones en los que se llevaron a cabo estos experimentos. 10
Para un mismo giro de rueda, algunos ratones producen más dopamina, sienten un placer muy superior y se vuelven forofos del deporte. Por lo tanto, estos ratones, cuya microbiota estimula mucho esta conexión, solo sueñan con una cosa: ¡ponerse las zapatillas y convertirse en el nuevo Speedy Gonzales de la rueda! Los roedores cuya microbiota activa poco el circuito de la dopamina, por su parte, prefieren gandulear, ya que sus esfuerzos se ven poco recompensados con placer.
¿La microbiota para mejorar el rendimiento deportivo?
Por increíble que pueda parecer, estudios científicos recientes demuestran que la microbiota intestinal nos ayuda a superar los retos hídricos, energéticos e inflamatorios relacionados con la práctica deportiva.
Como es bien sabido, la hidratación es primordial durante un esfuerzo físico sostenido. Ahora bien, ciertas bacterias intestinales favorecen el transporte de líquidos y solutos a través de la barrera intestinal y, por lo tanto, el mantenimiento de la hidratación.
Otro ingrediente indispensable para el deporte y el rendimiento es la energía. De nuevo, la microbiota intestinal puede echarnos una mano: ayuda a los músculos que, en los deportes de resistencia, acaban con sus reservas de glucógeno. De hecho, ciertas bacterias de la microbiota intestinal fermentan las fibras que el organismo no puede digerir y extraen de ellas valiosos ácidos grasos de cadena corta ( (sidenote: Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) Los Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) son una fuente de energía (carburante) de las células de la persona que interactúan con el sistema inmunitario y están implicadas en la comunicación entre el intestino y el cerebro. Silva YP, Bernardi A, Frozza RL. The Role of Short-Chain Fatty Acids From Gut Microbiota in Gut-Brain Communication. Front Endocrinol (Lausanne). 2020;11:25. ) ) que sirven de carburante auxiliar a los músculos durante el esfuerzo. 2
Las pérdidas hídricas generadas por el deporte son del orden de 0,6 a 0,8 litros/hora para ejercicios de intensidad baja a moderada y pueden llegar hasta 2 litros/hora en atmósferas cálidas y húmedas.
Las pérdidas minerales a través del sudor son elevadas: entre 20 y 70 mmol/litro para el sodio y el cloro, con fuertes variaciones de un individuo a otro. 9
Los efectos de esta ayuda energética están lejos de ser despreciables: los AGCC proporcionan más del 10% de las necesidades calóricas diarias del ser humano. 3 Y estos no son los únicos beneficios que aportan los AGCC, ni mucho menos: también favorecen la acumulación de reservas de glucógeno en el músculo antes del esfuerzo, retrasando el momento en que el organismo necesita un carburante auxiliar. 2
Por último, los AGCC también reducen la inflamación producida por el esfuerzo físico intenso. 2, 4, 5
¿Un eje intestino-músculo-cerebro?
El intestino dialoga de forma permanente con el cerebro y viceversa. Es lo que se llama el eje intestino-cerebro, que utiliza un triple circuito de comunicación 11 : la vía neuronal (las neuronas), la vía endocrina (las hormonas) y la vía del sistema inmunitario.
De la misma manera, algunos investigadores hablan de la idea de un eje intestino-músculo, basado principalmente en los famosos AGCC, esos pequeños ácidos grasos de cadena corta producidos por las bacterias intestinales. 4,5 No solo los AGCC, sino también diferentes hormonas liberadas bajo su acción en el colon, el tejido adiposo y el páncreas, circulan por la red sanguínea e interactúan con los músculos encargados del movimiento del cuerpo.
Dado que la actividad física contribuye a la buena salud cerebral, con una relación bien demostrada entre el sistema cognitivo y el grado de actividad física, ¿podemos suponer que existe un triplete, el eje intestino-músculo cerebro?
A veces, el mecanismo es todavía más ingenioso: ¡la bacteria transforma un residuo del metabolismo del
(sidenote:
Atleta
Deportista que practica un deporte de competición y que pretende alcanzar un alto nivel de rendimiento por medio del entrenamiento
Fuente: Rousseau AS. Nutrition, santé et performance du sportif d’endurance / Nutrition, health and performance of endurance athletes. Cahiers de Nutrition et Diététique. 2022 eb ;57(1) : 78-94
)
en un recurso! Esta parece ser la hazaña que realiza la bacteria intestinal Veillonella atypica, asociada al rendimiento de los maratonianos. 6
¿Cómo es posible? Cuando el músculo de los corredores agota sus reservas de glucógeno, se pone a fermentar para generar energía y produce un residuo llamado lactato (responsable de los calambres). En este momento, interviene la pequeña Veillonella: ¡transforma el lactato en propionato, que los músculos podrán utilizar como fuente de energía, potenciando el rendimiento de los atletas de manera natural! 7
El caudal sanguíneo puede multiplicarse por 20 entre una situación de reposo y una situación de ejercicio dinámico intenso. 9
Para que las bacterias produzcan moléculas de las que «echan una mano», es necesario contar con las bacterias adecuadas en el tubo digestivo y alimentarlas correctamente. Sin ellas, los microorganismos también pueden producir sustancias dañinas para el rendimiento. 2,4,7